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CAPACITACION EN COSTOS Y GESTION

Gary S. Becker 1930- )

"El mayor desafío que impone la Nueva Economía es encontrar la fórmula para que los países se incorporen a los cambios que trae esta revolucionaria forma de hacer negocios".

¿Ha hecho usted un análisis costo-beneficio antes de tener un hijo? ¿Ha pensado en cuánto le costaría divorciarse para determinar si sigue casado?

Probablemente su respuesta sería negativa, aunque lo hubiera hecho sin darse cuenta. Al menos así lo cree Gary Becker, economista estadounidense, que se ha dedicado a mostrar que la economía permite analizar los diversos problemas humanos -como el matrimonio, la natalidad, la discriminación y el crimen- mediante una mirada económica.

Gary Becker nació en 1930. Su llegada a la economía fue un tanto curiosa. Su padre perdió casi por completo la vista, por lo que de niño le leía el estado de las acciones y otros informes sobre finanzas del diario. Así, lentamente, nació su interés por la economía, que en un principio le parecía totalmente aburrida. Su fuerte eran las matemáticas, aunque era mejor para el handball, según ha dicho reiteradas veces.

Salido del colegio estudió en Princeton y posteriormente en Chicago, donde, a la edad de 25 años, recibió el título de doctor en ciencias económicas.

En esa universidad fue discípulo de Milton Friedman, de quien aprendió que la economía era una poderosa herramienta para analizar el mundo real.

Su trabajo inicialmente sufrió la resistencia de los economistas tradicionales, pero años más tarde -principalmente los economistas más jóvenes- comenzaron a aceptar sus análisis.

Su obra

El libro más famoso y leído de Gary Becker es Capital Humano. En esta obra plantea que una fuerza de trabajo bien entrenada es un importante activo para un país.

En el mismo aspecto laboral, Becker recomendó la eliminación del salario mínimo para incentivar a las empresas a contratar un mayor número de desempleados.

Pero lo que es más interesante de la obra de Becker es su búsqueda de "conquistar" con la economía nuevos territorios propios de la sicología o la sociología. Por ejemplo, desde el punto de vista económico, Becker plantea que para los padres los niños pueden ser considerados bienes de consumo que, al igual que otras mercancías, producen muchas satisfacciones pero que a su vez tienen un precio. El precio consiste en el tiempo y los bienes asociados a su nacimiento y crianza.

Lo que busca mostrar Becker es que la racionalidad económica se aplica a todos los comportamientos de la familia, incluida la planificación familiar.

De la misma manera, el matrimonio se considera un contrato que tiene costos y beneficios. El costo es sacrificar independencia y asumir compromisos. El beneficio es que el matrimonio proporciona compañía y la oportunidad de especializar el trabajo en el hogar.

¿Y las relaciones prematrimoniales? Simplemente deben ser consideradas como una inversión en información sobre la pareja.

En la delincuencia Becker también hace un análisis interesante: si se castiga más drásticamente a los criminales, baja la delincuencia.

Y si se aumenta el "impuesto" a las armas (mayores condenas para aquellos antisociales que usen pistolas) baja el uso de éstas a la hora de delinquir.

Por todos estos novedosos análisis, Gary Becker recibió, en 1992 el Premio Nobel de Economía.

En la actualidad, sigue absolutamente vigente y continúa desarrollando su trabajo como profesor de la universidad de Chicago.

Francisco José Covarrubias P., El Mercurio

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