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CAPACITACION EN COSTOS Y GESTION

"El producto no me gustó. Devuélvame mi dinero"

La pesadilla de cualquier empresa: ¿Cómo resolverla? Los clientes están cada vez más exigentes y cada vez devuelven más productos. Algunas empresas han convertido esta pesadilla en una ventaja competitiva.

Posiblemente no haya nada peor para un retailer o una industria de consumo masivo que un cliente que devuelve su producto.

En general, los managers no hablan demasiado del tema. Sin embargo, las cifras son alarmantes. Según el artículo Returns: The Ugly Ducklings of Retail del Boston Consulting Group, el valor de los bienes devueltos alcanza los 100 mil millones de dólares por año sólo en los Estados Unidos. En ciertos rubros, las devoluciones crecen a la alarmante tasa del 50 por ciento anual.

Si usted le pregunta a los empleados de las tiendas, seguramente podrán contarle divertidas anécdotas de las razones esgrimidas por los consumidores para exigir la devolución de su dinero: "no me funciona", "al final me dí cuenta de que no me gustaba". Incluso, algún osado declaró "la verdad que sólo compré la tele de plasma para ver el Mundial. Ahora quiero devolverla".

Según la investigación del BCG, estas actitudes reflejan nuevas tendencias en la mentalidad del consumidor. Ninguna compra parece definitiva. Los clientes sienten que tienen derecho a cambiar imprevisiblemente sus gustos y creen que el retailer tiene la obligación de adaptarse.

Por otro lado, el creciente e-commerce añade nuevos ingredientes al cóctel de las devoluciones. Las estadísticas muestran que los bienes comprados por catálogo e Internet tienen la mayor tasa de devolución. Y cuando se trata de bienes de alta tecnología, el fenómeno se exacerba.

Las empresas de artículos electrónicos enfrentan los mayores desafíos. En complejos y costosos bienes tecnológicos, el riesgo del arrepentimiento se multiplica. Además, los artículos electrónicos suelen sufrir daños en el transporte. Por último, las garantías extendidas le permiten al cliente devolver el producto hasta tres años después de la compra.

¿Qué hacen las empresas ante el fenómeno?

Durante muchos años, las devoluciones fueron consideradas como un costo inevitable del negocio. Sólo en los últimos años, con el auge de las devoluciones, han comenzado a buscar nuevas soluciones.

La textil Gap, por ejemplo, tiene una "return policy" muy clara. En lugar de hacerle la vida imposible al cliente, lo ayudan a que el proceso de devolución sea lo menos traumático posible. Un cliente que no tuvo problemas en devolver un producto es un cliente que vuelve.

La vendedora online de zapatos y accesorios Zappos.com, ha implementado un aceitado sistema de ventas y devoluciones. Usted quiere unos zapatos verdes talle 43 que ha visto en el catálogo online. La empresa le aconseja que, además, compre unos grises. El incentivo: Zappos le garantiza que podrá devolver el par extra sin costo de transporte. Usted no tiene nada que perder. Y si los dos pares de zapatos le gustan, hay una situación win/win entre usted y la empresa.

Por último, una tendencia que se observa cada vez con mayor frecuencia son las empresas que revenden los productos devueltos como de segunda mano en sus outlets. Estas compañías han implementado un sistema para recibir las devoluciones, repararlas en caso de que sean necesario y ponerlas rápidamente en circulación en sus tiendas de segunda selección.

En definitiva, señala la investigación del BCG, hay muchos dólares en los productos devueltos. Por lo tanto, en lugar de considerarlos como un costo inevitable del negocio el retailer puede convertir a su política de devoluciones en una ventaja competitiva. Clarin.

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