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CAPACITACION EN COSTOS Y GESTION

El más poderoso hombre de acero

Bastante mérito tiene el provenir de una humilde aldea de India hasta convertirse en el quinto hombre más rico del mundo. Pero su movida magistral fue la compra de la siderúrgica Arcelor en junio, lo que lo posicionó como el "top one" indiscutido de la industria.

Lakshmi Mittal dejó su huella en 2006. No sólo porque concretó la transacción más importante de su carrera -la compra de la siderúrgica europea Arcelor-, sino porque recibió el título de Personaje del Año, otorgado por el periódico británico Financial Times esta semana.

Con la adquisición se posicionó como el magnate indiscutido del acero, ya que la nueva compañía Arcelor Mittal (la fusión que integrará a las dos principales acereras del mundo se concretará en 2007) triplicará a su más cercano rival en cuanto a producción (ver infografía).

Mittal tiene méritos de sobra para este reconocimiento. La publicación destaca su influencia en una nueva generación de emprendedores de India, su país de origen, un modelo de crecimiento basado en la consolidación y su capacidad de negociar con políticos de todo el mundo.

A esto se suma que, a pesar de su procedencia de una humilde región, logró el éxito en su negocio, con el que amasó la quinta mayor fortuna del planeta: US$ 23.500 millones, según la revista Forbes.

Esta cifra refleja el acierto de su nombre. Bautizado Lakshmi Nivas, en honor al dios de la prosperidad y la riqueza, no tuvo reparos en desembolsar los US$ 34.000 millones para comprar Arcelor en una negociación que se extendió por cinco meses hasta concretarse en junio de este año.

Autodenominado "ciudadano global", Mittal habita actualmente en Londres, en la mansión más cara del planeta (US$ 127 millones). Ésta es apodada Taj Mittal porque se dice que su piso y columnas fueron construidos con mármol de las mismas canteras que el usado para levantar el Taj Mahal.

Un fuerte contraste con sus primeros años de vida en la aldea Sadulpur, en la cual a veces incluso les faltaba la electricidad y desde donde emigró junto a su familia hacia Calcuta a los 16 años.

Si bien estuvo ligado a la siderurgia desde muy joven -su padre creó la compañía acerera Ispat-, Lakshmi Mittal comenzó a trazar su camino de éxito a los 26 años, cuando hizo una parada en Indonesia para vender una tierra que pertenecía a su progenitor. Pero cambió abruptamente de planes. En vez de desprenderse del terreno, instaló allí una fábrica de acero.

Luego siguió una estrategia de comprar empresas estatales en decadencia y potenciarlas. Primero fue en Trinidad y Tobago en 1989, donde Mittal Steel adquirió una compañía que perdía más de US$ 100.000 al día, pero al año ya estaba obteniendo ganancias. Realizó transacciones similares en México, Canadá, Alemania, Irlanda y Kazajstán, hasta que en 2004 ingresó al mercado estadounidense con la compra de International Steel Group, que consolidó a su empresa como la número uno del mundo.

"No comencé con esa ambición específica", confesó Mittal recientemente en una entrevista al Financial Times, luego de recibir su galardón. "Quería que mis compañías fueran rentables y exitosas, no necesariamente las más grandes". Pero cuando en 1999 le preguntaron en un seminario en Nueva York cuáles eran sus metas, supo que su anhelo era convertirse en el "top one".

En ese entonces controlaba un 2% de la producción de acero a nivel mundial. Hoy, tras la adquisición de la compañía que lo secundaba, Arcelor (que surgió en 2001 con capitales de Luxemburgo, España y Francia), la cifra se empina al 10%, con 113 millones de toneladas.

Y aunque actualmente esta industria está altamente fragmentada -las diez firmas más importantes obtienen el 20% de las ventas- Mittal apuesta al futuro. Es un convencido de que en los próximos años sólo permanecerán dos o tres gigantes en el rubro y busca perpetuar su empresa a través de sus dos hijos, a quienes integró al directorio de Arcelor-Mittal, mientras él permanece como Chief Executive Officer.

Escándalos políticos y lujos

Aunque el multimillonario intenta manterse alejado de los medios, no siempre lo logra. En 2002 protagonizó el escándalo bautizado como "Mittalgate" por la prensa cuando se supo que el Primer Ministro británico Tony Blair, envió una carta a su par rumano para que favoreciera a Mittal en la compra de una acerera en ese país. El magnate indio había donado cerca de US$ 245.000 al Partido Laborista.

Europa oriental es clave para su negocio, pues ahí se ubica la mayoría de sus fábricas, por el menor costo de la mano de obra. Sin embargo, la matriz se encuentra en Holanda, por motivos tributarios.

Otras extravagancias de este vegetariano y aficionado al yoga han sido un festín para la prensa. En 2004 financió la boda más cara del mundo (US$ 60 millones) a su hija Vanisha, quien se casó en un castillo en Francia en una celebración que duró cinco días. Las invitaciones tenían 20 páginas e incluían collares de jade o relojes de diamantes para los amigos y parientes más cercanos.

Cuando le preguntan cuál ha sido su "fórmula mágica" para el éxito, Mittal dice que la clave está en las personas. "En una planta que no está funcionando bien, la gente se ve deprimida y desmotivada. Tienes que darles algo que los entusiasme, tienes que darles liderazgo".

Lakshmi Mittal, Dueño y CEO de Arcelor Mittal, 56 años, casado, dos hijos. Estudios de comercio, St. Xavier College de Calcuta

Otros millonarios indios

Azim Premji: Es dueño del tercer mayor exportador de software de India, Wipro. A sus 60 años cuenta con una fortuna de US$ 13.300 millones, según Forbes.

Mukesh Ambani: controla el gigante de petroquímicos Reliance Industries, que tiene ventas por US$ 16.500 millones. Tiene 48 años y una fortuna de US$ 8.500 millones.

Anil Ambani: Luego de una disputa con su hermano Mukesh se quedó con el grupo Reliance Anil Dhirubhai Ambani, que tiene empresas en telecomunicaciones, energía y servicios financieros. Tiene 46 años y US$ 5.700 millones.

En cifras

330.000 personas trabajan en Arcelor Mittal en 60 países. US$ 80.000 millones fueron los ingresos de ambas compañías el año pasado.

Carla Selman Calavaro

1 comentario

p69 -

Hola Como va yo se que la envidia es mala y hace mal. pero yo tengo una fabrica de acero y con suerte tengo ventas de U$S 5.000.000 anuales, como no le voy a tener envidia, gracias