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CAPACITACION EN COSTOS Y GESTION

Wall Street brinda por Argentina

Que los mercados financieros tienen la memoria corta es un hecho que se confirma una y otra vez. A cinco años de la peor crisis de la historia, que incluyó un default de la deuda sin precedentes y en la misma semana en que la Corte Suprema avaló la pesificación de los depósitos, los bonos argentinos denominados en dólares terminaron el año como la estrella de Wall Street.

El índice EMBI plus que elabora el banco de inversión JP Morgan mostró que los bonos argentinos dejaron una ganancia del 50% en 2006, la mayor, por lejos, de los 17 países emergentes que componen el indicador. El segundo lugar se lo llevó Filipinas, con el 16% y el tercero Brasil (15,3%).

Los bonos latinoamericanos fueron los de mejor rendimiento dentro de todas las inversiones llamadas de renta fija y superaron a los europeos y asiáticos.

En 2006, Latinoamérica registrará exportaciones récord de 650.000 millones de dólares. Es un alza del 21% respecto del año anterior y refleja las altas cotizaciones que alcanzaron muchos de sus principales productos de exportación, como el petróleo, los metales y los granos.

Los inversionistas ven con buenos ojos que países como Argentina y Brasil hayan utilizado parte de esos recursos para cancelar sus deudas con el FMI por un total de 25.000 millones de dólares en el último año.

Y aunque ya no estén bajo la tutela de los programas del Fondo, los consideran buenos sujetos de crédito a causa de la súbita valorización de sus exportaciones y el alto crecimiento de sus economías. "En la mayoría de los países prevalecieron el pragmatismo y el sentido común", dijo una analista citada por la agencia Bloomberg.

El entusiasmo de Wall Street se puede medir en dólares. Según un informe del Banco Río difundido esta semana, la Argentina "enfrentará una avalancha de fondos en 2007".

Se agradece. Lo interesante sería que este nuevo aluvión de capitales (¿o deudas?) sirva para financiar algo mejor que una remozada burbuja financiera. Aunque sea para evitar que la historia se repita.

Pablo Maas.

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