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CAPACITACION EN COSTOS Y GESTION

La cerveza... ¿Pura espuma?

"Diversos estudios científicos han demostrado que el consumo moderado de cerveza aporta cantidades significativas de vitamina B, fibras, minerales y antioxidantes naturales que pueden ayudar a prevenir distintos tipos de enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas", destaca el Centro de Información Cerveza y Salud (CICS), una entidad española de carácter científico que estudia los efectos de la cerveza y sus beneficios nutricionales . Y eso no es todo: esta popular bebida de bajo valor calórico, contrario a lo que se cree, también ayudaría a combatir la osteoporosis, el estreñimiento y algunos tipos de cáncer. Según el CICS, el consumo responsable sería beneficioso para la sal ud humana . Una afirmación en la que no todos los especialistas están de acuerdo , lo que provoca una interesante controversia.


Las primeras apariciones documentadas sobre la cerveza datan de la época de los pueblos sumerios, en Mesopotamia, nada menos que 4.000 años a. C. En ellas se revelaba una primera fórmula de elaboración casera: se cuece pan, se deshace en migas, se prepara una mezcla en agua y se consigue una bebida que transforma la gente en "alegre, extrovertida y feliz". Por su parte, los egipcios, pueblo sabio por excelencia, la nombraron bebida nacional. Incluso uno de los grandes reyes de todos los tiempos, Carlomagno, era reconocido con el sobrenombre de "rey de la cerveza".

Sus ingredientes han sido prácticamente los mismos durante los últimos 400 años. "La cerveza está compuesta principalmente por agua, cebada (u otro cereal) malteada, lúpulo y levadura. Además, se le pueden agregar otros ingredientes para saborizarla", explicó a Clarín.com Ariel Pirogovsky, productor de la cerveza artesanal Yapai en Santa Rosa de Calamuchita, Córdoba. Durante la fermentación de la cerveza se genera una pequeña cantidad de alcohol, generalmente bajo, entre 4 y 5 por ciento, en promedio (el vino tiene entre 11 y 15% de alcohol, y los licores en general, más del 35%). Las diferencias principales entre la cerveza artesanal y la industrial se encuentran en las proporciones, en el tratamiento de la materia prima y en el proceso de elaboración de la misma. Como explica Pirogovsky, entre otras distinciones, "las cervezas artesanales no tienen conservantes, estabilizantes u otros agregados químicos. Además, las cervezas industriales tienen procesos de filtrado que no se utilizan en las artesanales".

Nutrición y salud cardiovascular


Uno de los principales investigadores de la cerveza, el doctor Anton Piendl, del Instituto para la Tecnología cervecera y microbiología de la Universidad Técnica de Munich-Weihenstephan (Alemania), destaca la presencia de más de 30 minerales entre elementos trazas, la mayoría de los cuales se originan en la cebada malteada. "Un litro de cerveza satisface casi la mitad de las necesidades diarias de magnesio de un adulto, y un 40% y 20% respectivamente de las necesidades diarias de fósforo y potasio. Al ser rica en potasio y baja en sodio, es diurética; y al tener poco calcio pero mucho magnesio, tiene valores preventivos contra todo tipo de enfermedades del corazón y contra la formación de cálculos y piedras en las vías urinarias ", señala Piendl. Respecto de las vitaminas, explica que en la bebida "están presentes todas las importantes del grupo B (incluido el ácido fólico), además de las vitaminas A, D y E". También menciona a los polifenoles (antioxidantes) que son efectivos contra las enfermedades circulatorias y el cáncer.

Consultada por Clarín.com, María Inés Somoza , Jefa de la División Alimentación y Dietoterapia de la Fundación Favaloro, sólo está de acuerdo con el aporte de polifenoles. "No creo en el resto de los beneficios y nutrientes que el doctor Piendl destaca de la cerveza. Y, por supuesto, no comparto el hecho de estimular el consumo de cerveza para lograr esos beneficios. Con otros alimentos naturales, y no con una bebida alcohólica, se obtienen los nutrientes descriptos", señala. Y agrega: "Es cierto que en estudios recientes a nivel mundial se observó cierta relación benéfica con el consumo moderado y un efecto protector sobre la aterosclerosis y la enfermedad coronaria. Pero cuidado: en las regiones europeas donde se observó esta coincidencia, también concordó con un aumento del consumo de frutas y verduras, productos éstos que también son ricos en antioxidantes como los que posee la cerveza".

Entre los puntos más estudiados sobre los posibles efectos benéficos de la cerveza figura la salud cardiovascular. Se pueden encontrar diversos trabajos al respecto en la "Biblioteca de publicaciones científicas internacionales sobre el consumo de cerveza y su posible relación con la salud de la población" de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación. Hay trabajos de origen canadiense (1998), francés (1999), holandés (2002), israelí (2003) y austríaco (2006) y todos concluyen en que el consumo moderado de cerveza y vino reduciría el riesgo cardiovascular, debido al aumento de la concentración del colesterol bueno (HDL) mientras no crece el colesterol malo (LDL). El beneficio vendría de la mano de los antioxidantes naturales que poseen, entre ellos, los polifenoles, cuyas propiedades ya han sido extensamente descriptas en la literatura científica del vino.

La influencia sobre el colesterol, explica a Clarín.com Alberto Alves de Lima, Director Médico de la Fundación Cardiovascular de Buenos Aires y Director de Capacitación del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires, estaría dada por el mejoramiento del perfil lipídico. "Un estudio sugiere que una ingesta moderada de alcohol tiene un efecto cardioprotector al mejorar los perfiles metabólicos. Además, el efecto de las bebidas sobre el colesterol puede estar vinculado a sus componentes. En el caso de la cerveza lo desconozco, pero en lo que se refiere al vino, probablemente los taninos del roble favorezcan el aumento del colesterol bueno (HDL). Eso sí, las dos bebidas tienen como similitud el alcohol, cuyo consumo moderado podría reducir la mortalidad cardiovascular", destaca Alves de Lima. Para el cardiólogo "el lúpulo y la malta son beneficiosos (como derivados de cereales) porque contienen elementos como las vitaminas, que intervienen en muchos procesos metabólicos del organismo".

Beneficios vs. riesgos


Se repite constantemente "su consumo con moderación...". Pero ¿cuál es el límite? "No más de 300cc por día", aclara Alves de Lima. La cifra dependerá, obviamente, de variables como la edad, el peso y el sexo, entre otras. El especialista también recalca que el consumo de alcohol en exceso provoca taquicardia, hipertensión, deshidratación y toxicidad directa por alcohol. Y no hay que olvidar, agrega la licenciada Somoza, "que una lata de cerveza (350 cm3) aporta aproximadamente 150 calorías, y que las bebidas alcohólicas en general están exentas de nutrientes esenciales, por lo que no hacen un aporte importante a la salud".

Hasta no hace mucho, se discutían los beneficios de consumir vino en forma moderada. Actualmente una "copita" por día está permitida y hasta se recomienda. Ahora es el turno de la cerveza de ser investigada, aunque no es fácil aconsejar sobre los aspectos positivos que podría tener el alcohol en salud pública. "Un chop pequeño o una latita está aceptado a nivel mundial , pero jamás se recomienda para la salud", destaca la Jefa de la División Alimentación y Dietoterapia de la Fundación Favaloro. Y advierte: "No se aconseja en personas con enfermedades hepáticas, con hipertrigliceridemia, ni en quienes deben reducir las calorías de su plan de alimentación por sobrepeso u obesidad. En esos casos se cuenta con la opción de las cervezas reducidas en alcohol" (ver recuadro). De cualquier manera, siempre es mejor consultar con su nutricionista o médico de cabecera. Y Antes de "brindar por la salud", habrá que esperar un poco más: nuevas y más amplias investigaciones ya están en camino y darán la respuesta.

 Mariana Nisebe, Clarín.com

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