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Lecciones del alquimista: encuentre la piedra filosofal

Los alquimistas, que son muy diestros para transformar la retroalimentación tóxica en información útil, en la mayoría de los casos reaccionan de manera muy diferente al grueso de los gerentes.

CUANDO LA RETROALIMENTACIÓN ES PERSONALMENTE INSULTANTE:

 

La mayoría de los gerentes: permiten que la indignación y una actitud defensiva oscurezcan su entendimiento.

Pero los alquimistas: Escuchan con cuidado mientras controlan sus emociones.

La mayoría de los gerentes: Ofrecen explicaciones, que sus interlocutores desechan como simples excusas.

Pero los alquimistas: No intentan inicialmente explicar sus acciones.

La mayoría de los gerentes: Permiten que aumente el tono emocional.

Pero los alquimistas: Mantienen un tono neutral.

CUANDO LA RETROALIMENTACIÓN ES IMPRECISA:

 

La mayoría de los gerentes: De manera inmediata ponen en entredicho la exactitud de la retroalimentación.

Pero los alquimistas: Posponen el tópico de la precisión para más tarde.

La mayoría de los gerentes: Se concentran en las inexactitudes de la retroalimentación.

Pero los alquimistas: Se concentran en la precisión.

La mayoría de los gerentes: Reaccionan ante el significado literal.

Pero los alquimistas: Miran más allá del significado literal para aprender acerca de las percepciones, presunciones y actitudes de otras personas.

CUANDO LA RETROALIMENTACIÓN ES IRRELEVANTE:

 

La mayoría de los gerentes: Se concentran en toda la retroalimentación.

Pero los alquimistas: Se concentran exclusivamente en la información que puede ayudarlos a lidiar con los problemas que enfrentan.

CUANDO LA RETROALIMENTACIÓN ES DESEQUILIBRADA (Y EXAGERA LO NEGATIVO E IGNORA LO POSITIVO):

 

La mayoría de los gerentes: Pierden de vista su fortaleza y quedan vulnerables y obsesionados con su debilidad.

Pero los alquimistas: Colocan la retroalimentación negativa en el contexto de su previa retroalimentación positiva de otros, además de generar mensajes internos de retroalimentación positiva.

HBR 

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