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CAPACITACION EN COSTOS Y GESTION

Contabilidad de Gestión y reducción de inventarios

Hasta la década pasada, el mantenimiento de grandes volúmenes de existencias se interpretaba como un signo de poder econó­mico y buena administración. Incluso en ocasiones se medía la solidez de una empresa por la canti­dad de materias primas que era capaz de almace­nar.

Nada más lejos de la reali­dad. El mantener niveles altos de existencias ha sido necesario para con­trarrestar el impacto de deficiencias en el sistema total de la organización, o sea, desde el diseño hasta la producción y expedición (incertidumbre en las entregas de los proveedores, paradas en los equipos productivos, baja cali­dad, rotura de existencias, demanda incierta, cuellos de botella en factores cla­ves, etc.), perjudicando la salud financiera de la empresa, al generar unos costes excesivamente ele­vados. En vez de identifi­car y eliminar de raíz las causas de los problemas (P.e., el cliente solicitaba un plazo de entrega inferior al que permitían los tiempos de fabricación), éstas se ocultaban incrementan­do los inventarios.

En la actualidad existe una concienciación de mantenimiento de los inventarios al nivel mínimo posible, dentro de los márgenes de ope­ratividad de la empresa. Es decir se tiende a mini­mizar el inventario elimi­nado las causas que crean la necesidad de mantenerlo. Dentro de la teoría de los cinco ceros (cero defectos, cero averías, cero existencias, cero tiempo ocioso y cero papel o cero burocracia), las existencias son consi­deradas como el ele­mento más perjudicial.

Los inventarios sobrecargados provocan, además de costes financieros otros costes y riesgos innecesarios; hay que pensar que además del espacio que ocupan y de los costes administrativos de control y mantenimiento que ocasionan, también se corre el riesgo de posibles deterioros, roturas, robos, obsolen­cias, etc. Por estos moti­vos, la tendencia actual se dirige a tratar de conseguir el inventario mínimo, que en algunos casos, con una buena planifica­ción, puede convertirse en inventario con tenden­cia "O". En FORD ESPAÑA, se han desarrollado pro­gramas de comunicación con los proveedores y se ha conseguido recibir muchos materiales diaria­mente, cumpliendo con las necesidades de los programas de producción preestablecidos.

A nuestro entender, todo se reduce a un problema de logística. Si se consigue planificar y programar bien la producción, comunicar anticipada­mente y de forma ade­cuada nuestras necesida­des productivas a los proveedores y diseñar unos buenos sistemas de distribución, se puede alcanzar el objetivo de reducir los inventarios al mínimo nivel.

De cualquier forma para conseguir estos objetivos, es totalmente necesaria la colaboración de los pro­veedores y la confianza total en sus sistemas pro­ductivos. Con el ejemplo siguiente se comprende perfectamente la ventaja obtenida.

Nos situamos en la factoría y vemos entrar un camión cargado de pie­zas que han de ser mon­tadas en los vehículos. A partir de este momento, acontecían en Ford los siguientes pasos:

- SEGURIDAD chequea la documentación en la entrada.
- RECEPCION recepciona los materiales, efectúa los chequeos necesarios y les da entrada en el alma­cén.
- El carretillero los TRANSPORTA al almacén.
- CONTROL DE CALIDAD revisa los materiales.
- En caso de no ser aceptado en la revisión se efectúan las mismas funciones en sentido contra­rio y se prepara la docu­mentación para devolver los materiales al provee­dor.
- Otro carretillero TRANSPORTA las piezas a pie de cadena para que sean instaladas en el coche.

En contraposición a esta forma de operar, el proceso actual para algunas piezas es el que recoge­mos seguidamente:

- Entra el camión con las piezas en la planta.
- El proveedor las va situando a pié de cadena a medida que se van necesitando para su instalación en el vehículo.
- Cuando el vehículo sale de la cadena de pro­ducción es cuando automáti­ca­mente se efectúa la recepción del material.
- Al proveedor sólo se le pagan las piezas que han sido montadas en el vehí­culo.

La mejora principal reside en la eliminación de inventarios, con todas las ventajas que ello com­porta (obsolecencia, rotu­ras, robos, almacenes, amortiza­ciones, mano de obra, costes adminis­trati­vos, etc.), además de eliminación de costes de transporte interno, con la consiguiente disminución de costes de personal, costes de mantenimiento, reparaciones y amortizaciones de elementos de transporte interno, costes de combustible, etc. Pero otro logro no menos importante es la conversión de algunos Costes Fijos en Variables y la elimina­ción de algunas tareas administrativas.

Este cambio en el com­portamiento de los costes relacionados con los materiales y la recepción, control y almacenamiento de los mismos, comporta una serie de costes fijos (personal, amortiza­ción, etc.) que al no ser asumidos por la empresa desa­parecen. Por otra parte, en la relación establecida con el proveedor en cuanto al suministro de material, este coste, al entregarse los materiales en función de las necesidades de producción, se transforma en variable.

Por supuesto que opera­ciones así, sólo se pueden efectuar con proveedo­res excelentes en cuanto a calidad y fidelidad.

Vicente M. Ripoll Feliu y Tomás J. Balada Ortega

2 comentarios

JCC -

A mi criterio lo q pasa es q tenes q evaluar q parte del inventario te esta haciendo cuña y se tienen q establecer criterio de tiempo de cobertura y como manejarse como politica

Tomas -

Hola, yo queria hacer una consulta. Estoy leyendo el libro "No es Cuestion de Suerte" de Godratt. El autor sostiene en un momento que la reduccion de inventarios trae como consecuencia a corto plazo una reduccion en la utilidad neta de la empresa. Dice que si se valuan los inventarios a costo de produccion, restando los materiales, el numero resultante es la reduccion en la utilidad neta. Esta esto bien? muchas gracias