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CAPACITACION EN COSTOS Y GESTION

El síndrome de la parálisis ejecutiva

Los expertos ayudan a ver lo que no vemos y a ganar confianza sobre una posible salida al tema. "Me quedé quieto frente al trabajo que me habían asignado, cuando desperté de mi letargo habían pasado dos meses y me despidieron por no hacer las tareas..."

¿Cuántas veces vemos que pasan y pasan y pasan los días y no nos atrevemos a enfrentar una tarea por temor a lo desconocido o porque nos sentimos inseguros o incapaces para realizarla y no tuvimos el valor de decir que no la aceptábamos?

Sube la adrenalina y el estrés nos acosa y nos nubla más el pensamiento e incluso retarda la acción. Nos quedamos paralizados, sin habla ni movimiento. Los pensamientos son confusos o la mente está en blanco y sin ideas. No se vislumbran soluciones y parece que todo está perdido...

Entre más pasa el tiempo menos vemos la salida de la encrucijada. Estamos en un problema sin solución.

Pues bien, esta condición es muy frecuente en muchas circunstancias de la vida y del trabajo, no solamente en el caso de los empleados sino también en el caso de los empresarios. Nadie se salva de sufrir el 'síndrome de parálisis ejecutoria'.

La solución surge con el tiempo. El problema está en que el reloj aguante.

Serenarse es la primera medida a tomar en el camino a la solución. Hay que relajarse y tomar un nuevo aire en medio del estrés, dejando en nuestra mente una curiosa frase que alguien acuñó hace muchos años "Si tu problema tiene solución, ¿de qué te preocupas? Y si no tiene solución, ¿de qué te preocupas?" Si no hacemos un alto en el tema de la alta tensión que manejamos, no podremos aclarar las ideas o no vendrán a la mente.

Con tranquilidad, en medio de la tormenta, podremos hacer el siguiente paso que es buscar personas con las cuales podamos compartir nuestra limitación o nuestra dificultad, en algún caso amigos pero en otros lo mejor es con expertos que se distingan por ser positivos y tengan una visión creativa, sin las presiones que estamos enfrentando, es decir, hay que involucrar jugadores frescos al equipo y dejar de jugar en solitario y agotados.

Los expertos nos ayudarán a ver lo que no vemos y nos ayudarán a ganar confianza sobre una posible salida al problema. Yo he salido varias veces de situaciones así, gracias al trabajo en equipo. Los diálogos con expertos nos ayudan a generar ideas y eso es precisamente lo que no nos dejaba avanzar, por el 'síndrome de parálisis ejecutoria'. Yo he encontrado que es ese ejercicio de diálogo el que me ha hecho caer en cuenta que hay diferentes salidas para los problemas y generalmente unos días después se me enciende la pantalla de la mente y veo clara la solución, es decir, los expertos aflojan mi mente y eso es lo que permite que yo piense y encuentre la salida por mis propios medios, pero sin aflojar los pensamientos que se encuentran endurecidos, no hay forma de desenrollar el enredo mental.

Hugo Fernando Valderrama, PORTAFOLIO

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