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CAPACITACION EN COSTOS Y GESTION

Mobbing: el jefe sicópata

Los estudios realizados por eminentes maestros y académicos en aquellos países que se le ha dado real importancia al tema del Mobbing, han descubierto que el acosador, generalmente el Jefe de la víctima, revela rasgos característicos de los psicópatas. En efecto, no es posible entender, sino es atribuyendo esta anomalía conductual, el inmenso grado de perversidad de las acciones de Mobbing.

La violencia psicológica ataca principalmente el centro íntimo de la personalidad, considerándola no en su ser material, sino muy principalmente en los bienes jurídicos supra materiales como el honor, la dignidad, la integridad concebida en la dualidad somática y psíquica.

El profesor Manuel Velázquez Fernández, en su obra “MOBBING, violencia física y estrés en el trabajo”, explica que “el acoso por su parte, ya no se refiere a actos concretos, sino a una cadena de ellos que componen una conducta o comportamiento.

De acuerdo a nuestro análisis – continúa – según sea el derecho vulnerado habrá tres tipos de acoso. El acoso sexual, que supondría una violación al derecho a la intimidad; el acoso discriminatorio, que vulneraría el derecho a la igualdad de trato y no discriminación; y el llamado mobbing o acoso moral o psicológico, que supondría una violación del derecho a la dignidad del trabajador”

Se observa el grado de crueldad que han detectado los investigadores de la talla de nuestro autor citado. “Mobbing, jefes tóxicos, psicópatas organizacionales... son términos que Iñaki Piñuel utiliza para describir la situación actual en muchas empresas y cómo afecta a la salud de sus trabajadores. El último libro de este psicólogo especializado en el acoso moral en el trabajo trata sobre el neomanagement, lo que él define como la nueva dirección de empresa que sólo busca resultados a corto plazo, sin tener en cuenta a quien se deja por el camino”.(www.mobbingopinion.net).

Si consideramos que el mobbing se caracteriza por acciones permanente, continuas destinadas a la destrucción del individuo en su constitución interna, debemos entender con mediana claridad que quien tiene estos propósitos es un individuo alejado de los conceptos ético y de la conciencia del dolor ajeno, características típica del psicópata, quien si bien diferencia los conceptos del bien y el mal, las consecuencias le son indiferentes. No se agobia ni le importan. “Heinz Leymann, psicólogo alemán, llama a esta figura “Psicoterror” y señala al respecto que el acoso psicológico presenta como única intención la destrucción psíquica de la víctima y en ningún caso solucionar los problemas de la empresa, esto, ignorando a la víctima, ordenándole trabajos imposibles, negarle los propios de su profesión y separarle de su entorno. Obra “El Mobbing,
Acoso Psicológico, La Plaga del Siglo XXI”. Por Vicente D´Oconot”. (http//www.preventionworld.com).

El profesor e investigador Blackburn, (“Phycology”) ha desarrollado un enfoque interpersonal que derivó en una tipología, la cual considera cuatro subtipos de psicópatas:

1- Los "Psicópatas Primarios" (P: impulsivos, agresivos, hostiles, extravertidos, confiados en sí mismos, con bajo promedio de ansiedad). En este grupo se encuentran predominantemente los narcisistas, histriónicos, y antisociales.

2- Los "Psicópatas Secundarios" (S: hostiles, impulsivos, agresivos, socialmente ansiosos, aislados socialmente, malhumorados, con baja autoestima). Aquí se encuentran antisociales, evitativos, esquizoides, dependientes y paranoides.

3- Los "Psicópatas Controlados" (C: defensivos, controlados, sociables, no ansiosos). Este grupo muestra menores puntajes de trastornos de personalidad.

4- Los "Psicópatas Inhibidos" (I: tímidos, aislados, controlados, moderadamente ansiosos, con baja autoestima). Aquí hay esquizoides, esquizotípicos y pasivo-agresivos, pero muestran bajos puntajes en antisocialidad.

Lo anterior nos lleva nuevamente a escuchar al Profesor Iñaki Piñuel, autoridad mundial en la materia que nos preocupa. Dice: “Las víctimas de mobbing no son culpables de lo que les pasa debido a ser una especie de "atractores extraños" del mobbing. Por lo tanto el mito según el cual las víctimas de mobbing serían personas con "rasgos de dependencia, escasa asertividad, baja autoestima, preocupación excesiva por la opinión y aprobación de los demás, o paranoicos leves" debe quedar de una vez desenmascarado por carecer de fundamentación científica alguna”.

Los problemas que se presentan en el acosado son consecuencia directa de los malos tratos, humillaciones, desprecios y ataques a su dignidad personal, aunque existe la tendencia de las víctimas a preguntarse ¿qué hago mal? Lo malo no está en ellos sino en la personalidad psicopática del acosador.

El mismo Psicólogo y Profesor Piñuel y Zabala nos enseña cuales son las estrategias o modos de actuar del psicoterrorista, expresando que estos actos son la tendencia general, pero pueden ser combinados, aplicar algunos más que otros conforme al estado de la víctima y su personalidad o conforme al grado de desarrollo alcanzado por las acciones de mobbing, las que siempre van en aunmento en su reiteración como en su contundencia. Veamos:

- asignarle objetivos o proyectos con plazos que se sabe inalcanzables ó imposibles de realizar, con tareas que son manifiestamente inacabables en ese tiempo.

- Quitarle áreas de responsabilidad clave ofreciéndole a cambio tareas rutinarias, sin interés, o incluso ningún trabajo que realizar (“hasta que se aburra y se vaya”)

- Ignorarle o excluirle, hablando sólo a una tercera persona presente, simulando su no existencia o no presencia física en la oficina o en reuniones a las que asiste (“cómo si fuera invisible”).

- Retener información crucial para su trabajo o manipularle para inducirle a error en su desempeño laboral y acusarle después de negligencia o faltas profesionales.

- Extender por la empresa rumores maliciosos o calumniosos que reducen su reputación, su imagen o profesionalidad.

- Infravalorar o no valorar en absoluto el esfuerzo realizado mediante la negación a reconocer el trabajo bien hecho o la renuencia a evaluar periódicamente su trabajo.

- Ignorar los éxitos profesionales o atribuirlos maliciosamente a otras personas o elementos ajenos a él como son : la casualidad, la suerte, la situación del mercado, etc...

- Criticar contínuamente su trabajo, sus ideas, sus propuestas, soluciones, etc...caricaturizándolas o parodiándolas.

- Castigar duramente cualquier toma de decisión o iniciativa personal en el desempeño del trabajo como una grave falta al deber de obediencia debida a la jerarquía.

- Gritar, chillar, avasallar, insultar al otro cuando está solo o en presencia de otros.

- Ridiculizar el trabajo, las ideas, los resultados obtenidos ante los demás trabajadores”.

- Animar a otros compañeros a participar en cualquiera de las acciones anteriores por persuasión o coacción o abusando de superioridad.

- Invadir la privacidad del acosado interviniendo su correo, teléfono, revisando sus documentos, armarios, cajones, etc..., sustrayendo maliciosamente elementos clave para su trabajo.

Conclusión

De lo anteriormente expresado podemos advertir que para realizar en forma sistemática y continua esta serie de actos de hostigamiento, la persona del acosador debe estar desequilibrada mentalmente, dado que teniendo otras formas de despedir, trasladar o sustituir al trabajador cumpliendo todos los derechos laborales que corresponda, dada la circunstancia que en Chile no hay propiedad del cargo o empleo, el individuo acosador disfruta el dolor psicológico que causa. Es claramente observable que las prácticas de acoso o mobbing se repiten día a día, semana a semana, durante largo tiempo dejando una evidencia nítida que la persona planifica, calcula, observa, e incluso comenta los efectos de sus acciones, lo que nos lleva a concluir que los deslinde éticos del acosador son confusos, generalmente no existen y aunque tenga conciencia del bien y del mal, sus acciones no le provocan remordimiento alguno, pues, las limitaciones que toda persona normal manifiesta en sus sentimiento de solidaridad, caridad o arrepentimiento, en este individuo no existen o existen en grado tal que no le afectan no le hacen variar su conducta.

Generalmente son personas que guardan en sus genes la mala formación de la infancia, malos tratos y violencia, abuso sexual en su niñez o malos recuerdos de sus padres, sea por haber sufrido personalmente la violencia o por haber vivido en un ambiente ingrato. Iñaki Piñuel y Zabala es drástico al decir: “Sencillamente no han aprendido a obrar de otro modo. Aún peor resulta cuando además en la organización se asume de manera global y errónea que éste es el mejor modo de hacer frente a la creciente competitividad, la presión de los costes, las demandas de los clientes, o la reducción de los tiempos de respuesta al mercado. El management o la habilidad para dirigir personas no es algo con lo que se nace, sino una destreza laboral que ha de estudiarse, aprenderse, y entrenarse. El ser nombrado jefe o directivo de un grupo de trabajadores no produce de manera milagrosa la repentina capacitación de éste como conductor de personas”.

La importancia de este y otros documentos y notas, como lo he comprobado por la correspondencia personal recibida, radica en que en nuestro país se hace necesario señalar, reiterar hasta el cansancio la idea que las víctimas del acoso moral o mobbing sufren una etapa en que se auto consideran culpables y asumen ese rol, cuando en verdad son víctimas aunque en un comienzo no se percaten de ello.

Manuel Muñoz Astudillo, U.F.S.M. – R.B.B., Chile

2 comentarios

ENMEREGILDO FUENTES -

EXCELENTE TEXTO, AUNQUE HACE FALTA MAS CAMPO DE ANALISIS COMO LO ES LA TENDENCIA CINICA DE VER EL DESAGRADO CON EL AGRADO Y DE LAS CONSECUENCIAS DEFINITIVAS QUE LLEVA A QUE UNA PERSONA DE BIEN COMO, TOMAR DESICIONES SICOPATOLOGICAS QUE PUEDEN LLEVAR A UN RESULTADO VIOLENTO QUE POR DESGRACIA CAERÁ EN LOS MENOS IMPLICADOS.

carolinia -

yo tengo una muestra