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CAPACITACION EN COSTOS Y GESTION

Japón, del estado al mercado

El economista Yoichi Okita prepara un libro en el que analiza el rol del estado y del sector privado en el desarrollo industrial de Japón. La economia japonesa, la segunda del mundo, responde —con excepciones como la política agrícola— al modelo de economía de mercado.

Pero no siempre fue así. En la recuperación de la segunda posguerra, el Estado tuvo una importante intervención en la definición de la estrategia de largo plazo, trabajando con el sector privado. Así lo explica el Dr. Yoichi Okita, PhD en Economía por la Universidad de Harvard. El economista es hijo de Saburo Okita, quien hace veinte años dirigió un conocido informe sobre la economía argentina que lleva su nombre y vino invitado por la Embajada de Japón y la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA)

Según Okita, hijo, en la segunda posguerra, el gobierno seleccionaba sectores industriales que necesitaban apoyo para su maduración. Y uno de los pilares de la planificación económica fueron las grandes obras públicas, las cuales deben planificarse porque requieren una inversión muy alta

La recuperación japonesa de posguerra comenzó por las industrias tradicionales y exportando productos de mano de obra intensiva. Pero muy pronto incorporó nuevas tecnologías. Desde el punto de vista japonés, afirma Okita, el desarrollo tecnológico tiene que estar en el seno del sector privado aunque el sector público también puede tener una participación. En Japón, la investigación básica, principalmente la hace el sector público a través de las universidades; o sea, el gobierno asigna presupuesto para las universidades para la investigación básica.

En la década del setenta, el gobierno japonés trabajó conjuntamente con el sector privado en el desarrollo tecnológico, por ejemplo, financiando la industria de semiconductores, para el sector privado japonés pudiese competir con IBM que monopolizaba el mercado. En esa misma época, el gobierno obligó a los organismos gubernamentales a utilizar computadoras Toshiba, para apoyar esa industria.

Interrogado sobre el protagonismo del Ministerio de Comercio Internacional e Industria (MITI) en el despegue japonés, Okita cree que el MITI no tuvo tanta influencia como se le suele asignar.

Sin embargo, puntualiza que después de la Segunda Guerra el MITI apoyó fuertemente el desarrollo siderúrgico, la explotación de los yacimientos de carbón y la industria naval. También distribuyó las divisas obtenidas con la exportación según las prioridades de la planificación. Pero, según Okita, así como apoyó a sectores con potencialidades, también contribuyó a sostener otros que estaban en decadencia.

En el despegue japonés fue importante también la técnica de gerenciamiento. Okita explica que en las décadas de recuperación Japón evitaba o prohibía el ingreso de inversión directa extranjera, pero compraba licencias y las aplicaba desarrollando sus propias técnicas de gestión.

Algunas de las tecnologías de organización de la producción y de administración de empresas, como las formas de organización flexible o los círculos de calidad, fueron posteriormente utilizadas en países industriales avanzados.

Las políticas de planificación y regulaciones de las décadas que siguieron a la posguerra, fueron paulatinamente levantadas a medida que Japón se industrializaba. A principios de los 80, con el primer ministro Nakasone, la economía ya estaba liberalizada.

Es que ahora, concluye Okita, la economía japonesa ha madurado y no es necesario que el Gobierno seleccione aquellos sectores industriales que necesitan un apoyo para crecer.

Julio Sevares.

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