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CAPACITACION EN COSTOS Y GESTION

Historia de una conspiración para expulsar al fundador de la empresa.

Los fundadores de empresas exitosas son hombres visionarios pero carecen del conocimiento para administrar una corporación. Los capitalistas de riesgo, en su ambición por impulsar el crecimiento, pueden practicar intrigas palaciegas para desplazarlos de la compañía...

Los comienzos de una compañía suelen vestirse de halos románticos. El fundador es un capitán a punto de zarpar hacia horizontes desconocidos. Con el tiempo, si el proyecto es exitoso, hasta puede convertirse en una figura legendaria invitada a dar charlas y conferencias en todo el mundo.

Sin embargo, para que algún día la compañía pueda tener éxito, es muy probable que necesite asociarse con capitalistas de riesgo. Y, en este punto, muchos fundadores empiezan a cavar su propia tumba.

En efecto, cuando el capital de riesgo desembarca en la empresa, empiezan a pesar nuevos y poderosos intereses que van menguando la influencia del visionario fundador. En casos extremos, hasta puede sufrir un auténtico golpe de estado perpetrado por ambiciosos miembros del directorio.

Este es el tema de estudio del artículo Founder-CEO Succesion at Wily Technology de Harvard Business School. El profesor Noam Wasserman analiza detenidamente el proceso de sucesión de Lewis Cirne, fundador y CEO de Wily Technology, la empresa que creó en 1998 para vender aplicaciones de seguridad informática.

Wily Technology fue un sensacional éxito y se convirtió en líder del mercado. En sus necesidades de financiamiento para expandir sus operaciones, Cirne recurrió al capitalista de riesgo, David Strohm, quien quedó como vicepresidente de la compañía.

Cuando la empresa alcanzó una considerable envergadura, Strohm sugirió a Cirne que era hora de dar un paso al costado. Su argumento: "Mejor dejar la empresa en manos de un experimentado CEO para liderar a la compañía a nuevas etapas de crecimiento".

Al principio, Cirne lo vivió como una traición. Sin embargo, tras el shock inicial, acabó por darse cuenta de que el argumento no carecía de lógica. Finalmente, terminó reconociendo que "el mejor piloto de lancha de carrera tal vez no sea el mejor capitán de un barco petrolero".

Finalmente, Cirne aceptó el consejo. Tras una búsqueda exhaustiva, la compañía ofreció el puesto de CEO a Dick Williams, un veterano de la industria con 22 años de experiencia en IBM.

Sin embargo, en las instancias finales de la negociación de las condiciones de contratación, Williams hizo un pedido final sorprendente: "Cirne debe renunciar a su cargo de presidente del directorio. Strohm debe ser el nuevo presidente".

Baldazo de agua fría. Ahora, era obvio para todos que Cirne era víctima de una conspiración. Los miembros del directorio se preguntaban: "¿Es conveniente que Cirne permanezca en Wily? Al fin y al cabo, ¿hay algo peor que mantener en la empresa a un fundador desencantado con el cambio?"

Cirne finalmente se quedó. Sin embargo, tuvo que renunciar a su cargo de presidente y aceptar el ornamental puesto de Chief Technology Officer. La conspiración había sido perfecta. Poco después de estas maniobras, en marzo del 2006, Wily Technology fue adquirida por Computer Associates, poniendo punto final a las intrigas palaciegas.

En definitiva, señala la investigación de Harvard, los momentos de sucesión de un CEO fundador suelen ser complicados. Y, si hay algo que debe saber el fundador de una empresa, es que hay que tener mucho cuidado con el capitalista de riesgo con quien decida asociarse. Unirse a la persona equivocada puede dejarlo afuera de la empresa.

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