Blogia
CAPACITACION EN COSTOS Y GESTION

Ronald Coase, el primero en explicar para qué necesitamos managers

Antes, la empresa era una "caja negra" que producía bienes a través de un abstruso y misterioso proceso metafísico. Coase fue el primero en analizar la función vital del manager en el proceso de producción...


Ronald Coase es indudablemente uno de los autores con mayor influencia en la manera en que actualmente pensamos y entendemos el papel de los directivos de empresa en el sistema productivo. Es más, creo que es justo decir que Coase ha sido el responsable de colocar las tareas directivas como el objeto central de estudio de la Economía de la Empresa; aunque seguramente él insistiría en que, al día de hoy, este cambio de enfoque todavía no está completo.

Para entender la importancia de su contribución, hay que partir de un dato: el pensamiento económico con el que se encontró Ronald Coase en sus años de formación básicamente ignoraba la importancia del management como factor de producción.

La teoría imperante se basaba en la metáfora de la mano invisible de Adam Smith: un sistema de precios descentralizado conseguía por sí mismo la asignación de recursos más eficiente. Entonces, las actividades económicas podían ser coordinadas perfectamente mediante un sistema de precios sin necesidad de ningún otro mecanismo de coordinación.

Con este a priori, quedaba fuera del análisis todo lo que no fuera el sistema de precios, incluido el papel del directivo para coordinar y planificar la producción. La empresa era, de hecho, una caja negra en la que se ignoraba totalmente lo que ocurría desde que entraban los factores de producción hasta que salía el output para su venta. No se consideraban las decisiones que dependen directamente de sistemas administrativos y no de los precios de mercado.

Así, se dejaba sin explicar la importancia y tarea de un factor de producción cuya labor es coordinar: los managers. De esta forma, la Economía se olvidaba de la importancia de la administración de las empresas para la creación de riqueza.

Coase, con apenas 21 años, entendió que existían diferentes costos de utilización del mecanismo de precios que no eran tenidos en cuenta por la teoría de su época. Para empezar, los precios tienen que ser "descubiertos" ya que a veces no son observables a simple vista. Además, la determinación de los precios, en ciertos casos, puede requerir una costosa e incierta negociación. También existen costos de redactar los contratos y también de comprobar que están siendo cumplidos.

Todos los costos asociados a la utilización del mecanismo de precios de mercado han sido llamados "costos de transacción" y son la pieza angular en la que se basa el pensamiento de Coase.

La mera existencia de costos de transacción implica que hay situaciones en las que es eficiente utilizar mecanismos alternativos de coordinación para la asignación de recursos. La figura del manager cobra relevancia como coordinador de la asignación de recursos en situaciones en que los costes de transacción son altos y, por ello, es más eficiente la planificación del directivo que confiar simplemente en los mecanismos de mercado.

Esta manera de entender la empresa ha sido desarrollada y ampliada posteriormente por otro ilustrísimo autor como Oliver Williamson para analizar el sempiterno "buy or make" dilema con el que sistemáticamente se encuentran las empresas.

¿Debe una empresa realizar ella misma un input necesario para su proceso productivo o debe hacer outsourcing y comprar ese input esencial en el mercado? ¿Formar a los propios trabajadores o subcontratarlo a terceros? ¿Conviene subcontratar la contabilidad a una empresa especializada?

La respuesta, según las intuiciones de Coase posteriormente desarrolladas por Williamson: "depende críticamente de los costos de transacción de cada una de las alternativas". Subcontratar la elaboración de la contabilidad a una consultora especializada puede, a primera vista, resultar más barato debido a que su especialización le permite ofrecer el servicio con menores costos.

Sin embargo, es posible que los costos de transacción de subcontratar la contabilidad sean substanciales. Hay que negociar el contrato, establecer las responsabilidades de cada parte, verificar que la consultora no filtre información estratégica a los competidores, comprobar periódicamente que la consultora esté realizando correctamente su trabajo...

Todos estos costos de transacción pueden ser superiores al costo nominal del contrato y, sumados al mismo, pueden hacer que la alternativa de llevar la contabilidad por los propios empleados de la empresa sea, considerando el costo real, mucho más barata.

Por último, hay que resaltar que esta contribución al estudio de la naturaleza de la empresa junto a su aportación pionera al Análisis Económico del Derecho llevaron a Coase a obtener un merecidísimo Premio Nobel de Economía en 1991.

Juan Santaló, Ph.D. en Economía por la Universidad de Chicago, Profesor del Instituto de Empresa

0 comentarios