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La universidad en la cárcel: educación a distancia para los privados de libertad

La Universidad Nacional del Litoral, lleva a cabo desde el 2004, el programa UNL Virtual. El mismo ofrece educación universitaria en prisiones, a través de un equipo de coordinación, que actúa de nexo entre el sistema y los internos.
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Argentina cuenta con experiencias relacionadas al acceso a la educación universitaria por parte de personas privadas de la libertad. A mediados de la década del 80', la Universidad de Buenos Aires (UBA) comenzó con un programa -aún en vigencia-, que buscó generar un sistema de apoyo presencial a estudiantes universitarios, que tienen un recorrido como alumnos libres. Un sistema similar ofrece la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). En cuanto a la propuesta de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), su particularidad reside en que se trata de un sistema de educación a distancia: UNL Virtual

Por esta característica, el sistema fue factible de ser trasladado al ámbito de la prisión. Ya no se trata de una presencia fuerte de los docentes en las cárceles (hecho que en la práctica es muy difícil de mantener en el tiempo), sino que de la creación de un equipo de coordinación, que actúa de nexo entre el sistema y los internos.

En octubre de 2004 se inició formalmente el Programa de Educación Universitaria en Prisiones. El director del programa, el profesor Máximo Sozzo, de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, aseguró: "El principal eje es que las personas privadas de su libertad puedan ejercitar su derecho a la educación".

Actualmente, el programa funciona en dos cárceles de varones: el penal de Las Flores, ubicado al norte de la ciudad de Santa Fe -580 detenidos-, y en la cárcel de Coronda -casi mil personas-, localidad ubicada a 50km al sur de la capital provincial. Se intentó abrir un espacio en la Unidad de Penal de Mujeres, cárcel situada al sur de la ciudad, pero ante la escasa población y demanda, la única estudiante que cursa realiza sus estudios en Las Flores.

Los inicios
Durante el 2005, ingresaron 34 alumnos a UNL Virtual. "El primer año tuvimos un número muy alto de inscriptos dado la demanda", comenta Sozzo. Sin embargo, da cuenta de las particularidades acerca de la continuidad o no de los estudios: "Muchas personas al ser dejadas en libertad no siguen estudiando por un montón de otras necesidades que se enfrentan en el 'mundo libre'".

"Tenemos algunos casos de personas que siguieron estudiando después de quedar en libertad –prosigue Sozzo-, y en algunos de esos casos hemos tratado de dar apoyo desde el ámbito universitario. A tres años, hay un cierto descenso del volumen de gente que se inscribe. Esto también está vinculado a la cantidad de gente que no pueden llegar a ingresar por el artículo 7 de la Ley de Educación Superior (que permite el ingreso a la Universidad a personas que no hayan finalizado sus estudios secundarios)".

La Universidad
Ir a la universidad dentro de estas cárceles significa acceder al espacio físico equipado con las computadoras, y otros requerimientos tecnológicos (televisor, video, mesa de trabajo, sillas). Sozzo aseguró que "la instalación de la iniciativa significa una nueva dinámica en las cárceles".

Y aseguró: "En Las Flores el trabajo se vio favorecido por el funcionamiento previo de la biblioteca, por lo que era una cuestión que estaba aceitada y se pudo cumplir bien con los plazos. En Coronda era algo nuevo y la situación se complicó con lo ocurrido el 11 de abril de 2005 -un motín que dejó el saldo de 14 reclusos asesinados-".

"En 2005, se designó un funcionario penitenciario encargado del aula. Ahí sí logramos que los estudiantes salgan cuando tenían que salir. A fines de 2005 y el 2006 se normalizó y hoy funciona bien".

Las nuevas tecnologías
Sobre el encuentro entre las personas privadas de la libertad y las nuevas tecnologías, Sozzo asegura que es un tema "muy complejo, porque dentro de la población carcelaria el nivel educativo es muy bajo, eso hace que muy pocos puedan acceder a la universidad o las que ingresan a través del artículo 7 son personas con una trayectoria educativa bastante débil". Durante el primer año es primordial que haya un referente con quien trabajar estas herramientas.

Primeros egresados
Para este año, el tercero de implementación, se espera que comiencen a egresar los primeros estudiantes que están en la última etapa de sus carreras. Sozzo asegura que este hecho incentivará a muchos internos y ayudará a quitar el freno de iniciar una carrera ya que quedará demostrado que "es posible".

Finalmente, el profesor remarcó que "tomamos todo lo bueno del sistema de educación a distancia, pero tratamos de complementarlo con actividades cara a cara. Promovemos que los estudiantes puedan salir lo más que se pueda para participar en instancias presenciales. Esto implica desde rendir los exámenes, hasta participar de unas jornadas o congresos, que accedan a cuestiones que hacen a la vida del estudiante universitario", concluyó.

Fuente: Universia

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