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CAPACITACION EN COSTOS Y GESTION

“Los empleos llegarán con los emprendedores”

Eduardo Remolins es argentino, presidente de la institución Sur-Norte, sostiene que en Bolivia notó un gran entusiasmo en el apoyo a la cultura emprendedora.

El mundo de los emprendedores. Es algo que poco a poco se va conociendo en el país. Aunque con más avances, lo mismo ocurre en Argentina, donde este grupo de hombres y mujeres demuestra que puede ayudar a combatir el desempleo y la pobreza. De esto y de cómo ve la situación en Bolivia, habla Eduardo Remolins, de la institución Sur Norte Inversión y Desarrollo, quien participó además del seminario El emprendedor ante diversos entornos, organizado por la Red Bolivia Emprendedora.

¿Cómo ve el entorno para el desarrollo empresarial en su país, Argentina?

Como un entorno dinámico que atraviesa, además, una coyuntura favorable. Con posterioridad a la crisis de 2001-2002 se consolidaron o recuperaron un gran número de pequeñas y medianas empresas, impulsadas por un tipo de cambio más favorable y una expansión del consumo.

¿Cómo calificaría el estado de avance de la cultura emprendedora o emprendedorismo en Argentina?

Existe una antigua tradición emprendedora que ha ido evolucionando. La actividad emprendedora creció mucho en los años que van del 2002 al 2004, pero como consecuencia de la actividad de los que se denominan ´emprendedores por necesidad´: las personas que desarrollan un negocio como respuesta a la inseguridad laboral o la falta de empleo. Esta situación se ha ido corrigiendo en los últimos dos años, en los que se nota el avance de los que se denominan ´emprendedores de oportunidad´, aquellos que aprovechan oportunidades comerciales en virtud de su atractivo y no obligados por sus circunstancias económicas.

¿Cuáles son, a su juicio, los sectores con mayor potencial de desarrollo para la creación de empresas?

El turismo (especialmente el ecoturismo y el turismo cultural), el software y los servicios informáticos, los alimentos y la agroindustria (desde los alimentos orgánicos hasta los biocombustibles), el diseño y las industrias culturales (muebles, moda, contenidos multimedia, música, industria editorial). En realidad creo que estos sectores son los que más futuro tienen en toda América Latina y donde más capacidades tenemos para el desarrollo de productos y servicios. Son nichos de mercado donde no son necesarias (en general) grandes inversiones y donde no se compite basados en los salarios bajos. Se compite sobre la base de una creatividad y una sensibilidad que son nuestra marca registrada en el mundo. Se trata, creo, de emular el mismo éxito que han tenido la literatura y la música latinoamericanas en el mundo, pero hacerlo a partir de empresas que nos permitan crear empleos bien pagos.

¿Y en Bolivia, cómo ha visto usted el avance de la cultura emprendedora?

Advierto entusiasmo en Bolivia por impulsar la consolidación de una cultura emprendedora que favorezca la creación de nuevas empresas y, por tanto la llegada de más empleo para combatir la desocupación y la pobreza que castiga a las nuevas generaciones.

¿En qué medida contribuyen al desarrollo las incubadoras de empresas? ¿Cuáles son los resultados en Argentina?

Las incubadoras son importantes en tanto proveedoras de infraestructura a costos accesibles para nuevas empresas y en tanto generadoras de entornos que favorecen su crecimiento. La experiencia argentina es aún incipiente si la comparamos con los países desarrollados, aunque hay casos exitosos. La lección que estamos aprendiendo es que en un país en desarrollo es necesario además crear una institución anterior a la incubadora de empresas, que nosotros denominamos ´desarrolladoras de negocios´. Una incubadora puede ofrecer infraestructura y servicios de apoyo una vez que ya existe un emprendedor que ha detectado una oportunidad comercial valiosa y ha reconocido que cuenta con las capacidades necesarias para aprovecharla.

¿América Latina, cómo va en este tema?

Para mal o para bien, en América Latina el problema es que los emprendedores o los potenciales emprendedores no alcanzan a reconocer esas oportunidades comerciales, especialmente las que se originan en los mercados más sofisticados del mundo. Tampoco reconocen, en muchos casos, que ya cuentan con las capacidades mínimas para aprovechar esa oportunidad. En esos casos no alcanza con ofrecer infraestructura o apoyo, porque falta algo anterior. Ese elemento faltante explica una buena parte de la brecha que existe entre nuestro nivel de desarrollo y el que podríamos tener.

¿En Argentina qué tipo de empresas se están creando?

Argentina apuesta a la creación de nuevas empresas en todos los sectores que incorporen alto valor agregado. Es cierto que ha privilegiado también, a partir de algunas iniciativas como la Ley de Software o el programa Crearcyt, el desarrollo de las empresas de base tecnológica. Existen iniciativas público-privadas muy interesantes, como es el caso del Polo Tecnológico de Rosario, que ha alcanzado logros valiosos en pocos años. Esto resalta, en mi opinión, el valor de las iniciativas mixtas.

¿Cuáles son las principales dificultades que experimentan los emprendedores?

En Argentina como en muchos países latinoamericanos, se enfrenta una burocracia a veces algo pesada, se ha enfrentado recurrentes crisis e inestabilidades económicas y políticas y tiene dificultades para obtener financiamiento. Pero, además de estas limitaciones, los problemas que enfrenta un emprendedor están definidos por el nivel de sofisticación que tiene y la información de que dispone. En estos aspectos no todos los casos son iguales. Hay emprendedores que tienen clara la oportunidad que quieren aprovechar: disponen de información y saben cómo encarar la oportunidad. Pero hay muchos otros que no logran expandir su menú de oportunidades y reiteran opciones poco promisorias.

¿Será el financiamiento el obstáculo mayor para los nuevos emprendedores?

Lo es, aunque en mi opinión no es el de mayor peso. En todo caso, la necesidad mayor es de una combinación de financiamiento con acompañamiento experto. La actividad de los que en los EEUU se denominan inversores ángeles. Notando esa necesidad, el año pasado hemos creado en Argentina la primera Red de Inversores Ángeles en la ciudad de Rosario. Actualmente, la Red es una de las dos en funcionamiento en Argentina.

¿Aplica Argentina políticas de apertura de nuevos mercados para los productos de sus emprendedores?

Se trabaja a nivel de los estados nacional, provinciales y algunos locales (municipal) en la organización de ferias y misiones comerciales, básicamente. La Cancillería organiza muchos de estos eventos de promoción, a los que invita a participar a los gobiernos provinciales y, en algunos casos, municipales. La Fundación Exportar, con participación pública y privada, es otra herramienta de promoción comercial externa.

¿Se tiene el compromiso de los sectores público, privado y académico para impulsar la cultura emprendedora?

Existe un nivel de compromiso, que obviamente se puede reforzar y mejorar. En los sectores académico y privado el cambio ha sido fuerte y marcado en los últimos 10 años. En el sector público se nota una tendencia positiva y mayor preocupación.

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