Una aventura que partió en las aulas universitarias
Comenzaron vendiendo poleras en su época estudiantil y hoy tienen una empresa que vende artículos publicitarios a empresas, una importadora y una consultora.
Desde la universidad que los ingenieros civiles industriales Stefan Langer y Gerardo Weinstein (ambos de 29 años actualmente), creadores de la empresa UShop -que vende a empresas artículos corporativos, como lápices, jockeys, bolsos, etcétera-, son socios.
Mientras el año pasado las ventas de UShop fueron de cerca de US$ 1 millón y este año, si las cosas andan bien, podrían llegar a los US$ 2 millones, cuando estudiaban en la Universidad Federico Santa María, en Valparaíso, todo era muy diferente.
Partieron de la nada. Un día decidieron vender poleras a sus compañeros de curso, las que estampaban ellos mismos, y les fue tan bien, que siguieron vendiendo al resto de la Universidad.
En poco tiempo presentaron un proyecto de hacer una tienda universitaria dentro de esa casa de estudios, donde no sólo vendían poleras, sino que toda una gama de merchandising con el logo de la universidad. La plata que habían obtenido de la venta de poleras la invirtieron en la tienda "para que fuera lo más bonita posible y tuviera una amplia gama de productos", cuenta Stefan.
Y el éxito de este proyecto creado en el año 2000 fue "inmediato". A seis meses de inaugurada la primera tienda, ya tenían una cadena: seis tiendas en diferentes universidades. Stefan explica que eso les otorgó volumen y conocimiento de productos, bastantes productos.
"Cuando íbamos a salir de la carrera decidimos seguir con la empresa, porque teníamos un flujo más o menos interesante, y con la aventura de ser empresario. Entonces Gerardo hizo la memoria en artículos publicitarios en Chile y yo de proveedores en Asia, preferentemente en India y China", recuerda.
Y continúa: "A la par, les empezamos a vender a algunas empresas y empezamos a ser conocidos, comenzamos a ser proveedores de las mismas universidades, ya no solamente de los alumnos".
Entonces estos amigos llegaron a la conclusión de que los mayores proveedores estaban en Asia y específicamente en China. Por eso al salir de la Universidad tomaron sus cosas y emprendieron un viaje hacia esas latitudes.
"No sabíamos mucho a qué íbamos, sabíamos que teníamos la idea de artículos de publicidad y como ya teníamos varios clientes que eran empresas a ellos mismos les ofrecimos que les podríamos optimizar sus productos y varios nos dijeron que si encontrábamos productos más baratos, se los trajéramos. Llegamos a China con mochila y sin saber mucho si eran vacaciones o trabajo y la verdad es que fue 99,9% trabajo", cuenta. ¿El resultado? "Nos generó conocer otros productos y hacernos expertos en importaciones".
Así, estuvieron siete meses en China. "Volvimos a Chile con la expertise de la importación, sin mucha plata porque la habíamos gastado en el viaje. Hicimos algunas alianzas estratégicas con gente de artículos publicitarios en Hong Kong y China que nos ayudaron un tiempo para poder partir acá, arrendar la oficina y eso. Después terminamos la alianza", explica.
Por esos días cerraron las tiendas en las universidades, excepto la de la Universidad Federico Santa María, y se vinieron a Santiago.
De esta forma el emprendimiento no se limitó a la venta de artículos a empresas a través de UShop -donde trabajan 23 personas-, sino que se agregó una empresa encargada de la importación y donde trabajan sólo estos dos socios.
Además, Stefan cuenta que como ambos hacen clases en la Universidad, eso les ha permitido desarrollar temas como las normas de calidad. Entonces hace poco más de un año crearon LW Consulting, que es una implementadora de la norma ISO 9001 y donde trabajan cinco personas.
La receta
Stefan Langer dice que lo más difícil es partir. "La perseverancia es fundamental, porque partimos haciendo de vendedores, repartidores, cobrando, todo; porque éramos los dos, nos pasábamos el 90% del tiempo repartiendo en camioneta. Entonces me parece que fue importante perseverar y entender que puedes hacer un buen desarrollo a futuro comparado con el costo-oportunidad que teníamos de ser empleados en una empresa con un buen sueldo y un buen estatus", comenta Stefan Langer.
Y agrega: "Eso es fundamental, porque uno se compara con los compañeros de curso y cuando algunos de ellos estaban en una buena pega nosotros estábamos acarreando cajas... es súper distinta la realidad de crecimiento al ser empleado que la que hemos tenido nosotros. También es bonito vivirlo, pero es por lejos lo más complicado".
Es por eso que Stefan tiene tres recomendaciones o consejos para los que recién están partiendo.
El primero es que en todos los rubros hay oportunidades, pero son todas competitivas y difíciles. El segundo es ser perseverante y lo tercero, que sea algo que les guste.
"Si no tienes las tres patas... porque puedes creer que hay una oportunidad, ser perseverante, pero si no te gusta el tema de hacer negocios, de cumplir, porque hay un estrés involucrado, hay un montón de gente que empieza a depender de uno y hay que soportar todo el cuento. Y si no te gusta eso creo que hay otros caminos súper valorables como ser empleado o trabajar en otra cosa", afirma este emprendedor.
"La perseverancia es fundamental, porque partimos haciendo de vendedores, repartidores, cobrando, todo; porque éramos los dos".
Daniella Zunino, El Mercurio
Desde la universidad que los ingenieros civiles industriales Stefan Langer y Gerardo Weinstein (ambos de 29 años actualmente), creadores de la empresa UShop -que vende a empresas artículos corporativos, como lápices, jockeys, bolsos, etcétera-, son socios.
Mientras el año pasado las ventas de UShop fueron de cerca de US$ 1 millón y este año, si las cosas andan bien, podrían llegar a los US$ 2 millones, cuando estudiaban en la Universidad Federico Santa María, en Valparaíso, todo era muy diferente.
Partieron de la nada. Un día decidieron vender poleras a sus compañeros de curso, las que estampaban ellos mismos, y les fue tan bien, que siguieron vendiendo al resto de la Universidad.
En poco tiempo presentaron un proyecto de hacer una tienda universitaria dentro de esa casa de estudios, donde no sólo vendían poleras, sino que toda una gama de merchandising con el logo de la universidad. La plata que habían obtenido de la venta de poleras la invirtieron en la tienda "para que fuera lo más bonita posible y tuviera una amplia gama de productos", cuenta Stefan.
Y el éxito de este proyecto creado en el año 2000 fue "inmediato". A seis meses de inaugurada la primera tienda, ya tenían una cadena: seis tiendas en diferentes universidades. Stefan explica que eso les otorgó volumen y conocimiento de productos, bastantes productos.
"Cuando íbamos a salir de la carrera decidimos seguir con la empresa, porque teníamos un flujo más o menos interesante, y con la aventura de ser empresario. Entonces Gerardo hizo la memoria en artículos publicitarios en Chile y yo de proveedores en Asia, preferentemente en India y China", recuerda.
Y continúa: "A la par, les empezamos a vender a algunas empresas y empezamos a ser conocidos, comenzamos a ser proveedores de las mismas universidades, ya no solamente de los alumnos".
Entonces estos amigos llegaron a la conclusión de que los mayores proveedores estaban en Asia y específicamente en China. Por eso al salir de la Universidad tomaron sus cosas y emprendieron un viaje hacia esas latitudes.
"No sabíamos mucho a qué íbamos, sabíamos que teníamos la idea de artículos de publicidad y como ya teníamos varios clientes que eran empresas a ellos mismos les ofrecimos que les podríamos optimizar sus productos y varios nos dijeron que si encontrábamos productos más baratos, se los trajéramos. Llegamos a China con mochila y sin saber mucho si eran vacaciones o trabajo y la verdad es que fue 99,9% trabajo", cuenta. ¿El resultado? "Nos generó conocer otros productos y hacernos expertos en importaciones".
Así, estuvieron siete meses en China. "Volvimos a Chile con la expertise de la importación, sin mucha plata porque la habíamos gastado en el viaje. Hicimos algunas alianzas estratégicas con gente de artículos publicitarios en Hong Kong y China que nos ayudaron un tiempo para poder partir acá, arrendar la oficina y eso. Después terminamos la alianza", explica.
Por esos días cerraron las tiendas en las universidades, excepto la de la Universidad Federico Santa María, y se vinieron a Santiago.
De esta forma el emprendimiento no se limitó a la venta de artículos a empresas a través de UShop -donde trabajan 23 personas-, sino que se agregó una empresa encargada de la importación y donde trabajan sólo estos dos socios.
Además, Stefan cuenta que como ambos hacen clases en la Universidad, eso les ha permitido desarrollar temas como las normas de calidad. Entonces hace poco más de un año crearon LW Consulting, que es una implementadora de la norma ISO 9001 y donde trabajan cinco personas.
La receta
Stefan Langer dice que lo más difícil es partir. "La perseverancia es fundamental, porque partimos haciendo de vendedores, repartidores, cobrando, todo; porque éramos los dos, nos pasábamos el 90% del tiempo repartiendo en camioneta. Entonces me parece que fue importante perseverar y entender que puedes hacer un buen desarrollo a futuro comparado con el costo-oportunidad que teníamos de ser empleados en una empresa con un buen sueldo y un buen estatus", comenta Stefan Langer.
Y agrega: "Eso es fundamental, porque uno se compara con los compañeros de curso y cuando algunos de ellos estaban en una buena pega nosotros estábamos acarreando cajas... es súper distinta la realidad de crecimiento al ser empleado que la que hemos tenido nosotros. También es bonito vivirlo, pero es por lejos lo más complicado".
Es por eso que Stefan tiene tres recomendaciones o consejos para los que recién están partiendo.
El primero es que en todos los rubros hay oportunidades, pero son todas competitivas y difíciles. El segundo es ser perseverante y lo tercero, que sea algo que les guste.
"Si no tienes las tres patas... porque puedes creer que hay una oportunidad, ser perseverante, pero si no te gusta el tema de hacer negocios, de cumplir, porque hay un estrés involucrado, hay un montón de gente que empieza a depender de uno y hay que soportar todo el cuento. Y si no te gusta eso creo que hay otros caminos súper valorables como ser empleado o trabajar en otra cosa", afirma este emprendedor.
"La perseverancia es fundamental, porque partimos haciendo de vendedores, repartidores, cobrando, todo; porque éramos los dos".
Daniella Zunino, El Mercurio
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