Warren Buffet, el oráculo de Omaha
¿Es posible conciliar las inversiones conservadoras con rendimientos espectaculares? Pregúntele a Warren Buffet. Nacido en 1930 en Omaha, hijo de un broker, Warren Buffet aprendió desde niño el funcionamiento de las altas finanzas. Tras estudiar en las universidades de Wharton y Columbia, empezó su carrera como vendedor de inversiones y analista de bolsa en la firma de su padre donde se destacó como un excepcional inversor, triplicando la rentabilidad media del mercado.
En 1965, adquirió la firma textil Berkshire Hathaway y comenzó a invertir en compañías de seguros. Gradualmente, fue diversificando su cartera con apuestas estratégicas de millonarios retornos. Su habilidad para detectar oportunidades le valió el apodo de "el oráculo de Nebraska" y lo convirtió en el segundo hombre más rico del planeta. Durante los últimos 37 años, sus inversiones generaron una renta media de 22%.
Pero, ¿cuál es su receta? Mantener la cabeza fría. Warren mismo ha declarado que su secreto es invertir en compañías con buen management y potencial de crecimiento de largo plazo. Por eso, se ha mantenido al margen de la manía puntocom de los noventa. El tiempo acabó dándole la razón. Tras la explosión de la burbuja en marzo del 2000, mientras millones lo habían perdido todo, él mantenía una cartera sana.
Este hombre de carácter conservador, que a pesar de su fortuna sigue viviendo en la misma casa desde los años cincuenta, advierte sobre el delirio al que está llegando la especulación financiera de nuestro tiempo. Según Warren, las manía por las arriesgadas opciones y futuros fue impulsada por dementes y amenaza con destruir a la economía. Pero él, con su vieja receta, ha quedado siempre a salvo de los desengaños. Clarin.
En 1965, adquirió la firma textil Berkshire Hathaway y comenzó a invertir en compañías de seguros. Gradualmente, fue diversificando su cartera con apuestas estratégicas de millonarios retornos. Su habilidad para detectar oportunidades le valió el apodo de "el oráculo de Nebraska" y lo convirtió en el segundo hombre más rico del planeta. Durante los últimos 37 años, sus inversiones generaron una renta media de 22%.
Pero, ¿cuál es su receta? Mantener la cabeza fría. Warren mismo ha declarado que su secreto es invertir en compañías con buen management y potencial de crecimiento de largo plazo. Por eso, se ha mantenido al margen de la manía puntocom de los noventa. El tiempo acabó dándole la razón. Tras la explosión de la burbuja en marzo del 2000, mientras millones lo habían perdido todo, él mantenía una cartera sana.
Este hombre de carácter conservador, que a pesar de su fortuna sigue viviendo en la misma casa desde los años cincuenta, advierte sobre el delirio al que está llegando la especulación financiera de nuestro tiempo. Según Warren, las manía por las arriesgadas opciones y futuros fue impulsada por dementes y amenaza con destruir a la economía. Pero él, con su vieja receta, ha quedado siempre a salvo de los desengaños. Clarin.
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