Frank Lowy, de refugiado a zar del shopping
Llegó a Australia sin un centavo. Y construyó un imperio de centros comerciales. Nacido en 1930 en Checoslovaquia, Frank Lowy huyó a Hungría con su familia, escapando del horror nazi. Al final de la guerra, con apenas 17 años, Frank viajó a Medio Oriente a luchar por la independencia de Israel.
En 1952, Lowy volvió a emigrar, esta vez, a Australia donde comenzó a trabajar como repartidor de alimentos. Allí, conoció a John Saunders, otro inmigrante, que había instalado un negocio de bebidas y alimentos en una estación de trenes de Sydney.
Los muchachos se asociaron para fundar una fiambrería en un barrio suburbano con escaso desarrollo comercial. Al poco tiempo, el negocio comenzó a prosperar.
En una revista, Lowy se enteró de la existencia de una nueva modalidad comercial en los Estados Unidos: el "shopping". En 1959, los dos socios implementaron el concepto en Australia. Así nació la empresa Westfield. El primer shopping de Lowy contaba con un supermercado, 12 locales y estacionamiento gratuito para 50 vehículos.
El éxito fue inmediato y Lowy redobló la apuesta: salió a buscar inversores para expandir el modelo. ¿Su plan de negocio? Formar alianzas con retailers para que abrieran locales en sus centros comerciales.
En la década del 60, Westfield Investments empezó a cotizar en bolsa. El dinero fresco se empleó en la apertura de nuevas sucursales. Con el tiempo, la empresa se expandió globalmente, valiéndole a su fundador el apodo del "rey del shopping". En la actualidad, cuenta con más de 100 centros comerciales distribuidos entre Australia, Nueva Zelanda, Gran Bretaña y los Estados Unidos.
¿Cuál fue la clave del éxito?
Frank Lowy lo confiesa: "Haber comenzado como retailer, donde uno mantiene una relación directa con el consumidor, me dio el conocimiento y la experiencia de lo que necesita el cliente. En general, cuando se desarrolla un shopping no hay relación directa entre el agente inmobiliario y el consumidor. Y justamente la necesidad del cliente es lo que mueve el negocio". Clarin.
En 1952, Lowy volvió a emigrar, esta vez, a Australia donde comenzó a trabajar como repartidor de alimentos. Allí, conoció a John Saunders, otro inmigrante, que había instalado un negocio de bebidas y alimentos en una estación de trenes de Sydney.
Los muchachos se asociaron para fundar una fiambrería en un barrio suburbano con escaso desarrollo comercial. Al poco tiempo, el negocio comenzó a prosperar.
En una revista, Lowy se enteró de la existencia de una nueva modalidad comercial en los Estados Unidos: el "shopping". En 1959, los dos socios implementaron el concepto en Australia. Así nació la empresa Westfield. El primer shopping de Lowy contaba con un supermercado, 12 locales y estacionamiento gratuito para 50 vehículos.
El éxito fue inmediato y Lowy redobló la apuesta: salió a buscar inversores para expandir el modelo. ¿Su plan de negocio? Formar alianzas con retailers para que abrieran locales en sus centros comerciales.
En la década del 60, Westfield Investments empezó a cotizar en bolsa. El dinero fresco se empleó en la apertura de nuevas sucursales. Con el tiempo, la empresa se expandió globalmente, valiéndole a su fundador el apodo del "rey del shopping". En la actualidad, cuenta con más de 100 centros comerciales distribuidos entre Australia, Nueva Zelanda, Gran Bretaña y los Estados Unidos.
¿Cuál fue la clave del éxito?
Frank Lowy lo confiesa: "Haber comenzado como retailer, donde uno mantiene una relación directa con el consumidor, me dio el conocimiento y la experiencia de lo que necesita el cliente. En general, cuando se desarrolla un shopping no hay relación directa entre el agente inmobiliario y el consumidor. Y justamente la necesidad del cliente es lo que mueve el negocio". Clarin.
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