¿Temporada de despidos?
Un sondeo que la firma DBM realizó entre empresas locales y multinacionales revela que el 89,7% de ellas enfrentará cambios organizacionales en los próximos meses.
Los vientos de la economía mundial todavía soplan a favor, pero por algún extraño motivo, no pocas empresas se aprestan a pegar otro pequeño apretoncito a sus ya famélicas estructuras organizacionales.
Tal como advierte un sondeo que la firma DBM realizó entre gerentes de recursos humanos de empresas locales y multinacionales, la inmensa mayoría de ellas (89,7%) deberá enfrentar cambios organizacionales en los próximos meses, con todos los costos que aquello implica en términos de estabilidad en el empleo y, eventualmente, desaparición de puestos ejecutivos. Y entre las que aplicarían los ajustes más drásticos destacan, curiosamente, las del área servicios e industria.
¿Por qué lado irán esas transformaciones? Un número mayor de las firmas consultadas se abocará a afinar sus respectivas estructuras, de modo que se tornen más livianas (22,1%). Y en orden decreciente, también destacan las reingenierías y mejores procesos de calidad; nuevos sistemas de información y, finalmente, fusiones y cambios en la dirección estratégica de la empresa.
Tal como advierte Pedro Gutiérrez, consultor de DBM, este afán por aumentar la eficiencia y la calidad en el uso de los recursos humanos generará un recambio de personal, pero eso no significa, necesariamente, que los profesionales de mayor edad serán los más damnificados en este trance. "Yo diría que la mayor renovación se va a dar en las capas medias, pero si los ejecutivos mayores son capaces de asumir los cambios, no deberían ser ellos los que salen".
Sin ejecutivos
En materia de contrataciones, las cosas tampoco se vislumbran muy prometedoras. De las empresas que contratarán personal, el 30% lo hará en el segmento operario y administrativo, mientras que sólo el 15% lo hará en el segmento ejecutivo. Esto último representa un descenso de 10% en relación a las contrataciones efectivamente realizadas en este nivel durante el primer semestre de 2006.
Pero en lo profundo, ¿qué reflejan las cifras? A juicio de Gregorio de la Fuente, socio de Hewitt, se reeditó una presión "gigantesca" por reducir costos y, en ese sentido, las compañías están en plena cruzada por racionalizar aun más sus ya livianas estructuras: "No veo que podamos volver a las antiguas dotaciones, pero dado que también hay una presión por mayor calidad de servicios, ha surgido todo un cuestionamiento a esos modelos. Por eso, han proliferado, paralelamente, empresas con un carácter de boutique que aplican modelos distintos, con otros niveles de calidad".
Claro que en esto hay matices. El gerente general de People & Partners, Danilo Rojic, no cree que el apretón sea tan drástico como el que se vivió algunos años atrás. Lo que aquí ocurre es que algunas industrias bien definidas se han hecho más competitivas: "Los márgenes simplemente se redujeron para algunos y eso obliga a hacer ajustes. Lógicamente, en ese escenario los costos de los recursos humanos se hacen más críticos".
"Tampoco hay que perder de vista -sigue- que las multinacionales viven ajustando sus estructuras, viven una reestructuración permanente".
Lo que de verdad preocupa es la naturaleza del actual proceso de cambio: no sólo se echa a un tipo caro para traer uno barato, sino que los cargos gerenciales desaparecen. Las multinacionales siguen eliminando posiciones clave a nivel local, pues las decisiones en las áreas de planificación estratégica, análisis y recursos humanos, entre otras, se toman a nivel de posiciones regionales.
Claro que esto también tiene sus bemoles. En la medida que desaparecen los niveles ejecutivos locales, se hace necesario un mecanismo de control más riguroso, lo que -sumado a la distancia del mercado local respecto a los centros de decisiones- deteriora algunos procesos.
Pablo Obregón Castro, El Mercurio
Los vientos de la economía mundial todavía soplan a favor, pero por algún extraño motivo, no pocas empresas se aprestan a pegar otro pequeño apretoncito a sus ya famélicas estructuras organizacionales.
Tal como advierte un sondeo que la firma DBM realizó entre gerentes de recursos humanos de empresas locales y multinacionales, la inmensa mayoría de ellas (89,7%) deberá enfrentar cambios organizacionales en los próximos meses, con todos los costos que aquello implica en términos de estabilidad en el empleo y, eventualmente, desaparición de puestos ejecutivos. Y entre las que aplicarían los ajustes más drásticos destacan, curiosamente, las del área servicios e industria.
¿Por qué lado irán esas transformaciones? Un número mayor de las firmas consultadas se abocará a afinar sus respectivas estructuras, de modo que se tornen más livianas (22,1%). Y en orden decreciente, también destacan las reingenierías y mejores procesos de calidad; nuevos sistemas de información y, finalmente, fusiones y cambios en la dirección estratégica de la empresa.
Tal como advierte Pedro Gutiérrez, consultor de DBM, este afán por aumentar la eficiencia y la calidad en el uso de los recursos humanos generará un recambio de personal, pero eso no significa, necesariamente, que los profesionales de mayor edad serán los más damnificados en este trance. "Yo diría que la mayor renovación se va a dar en las capas medias, pero si los ejecutivos mayores son capaces de asumir los cambios, no deberían ser ellos los que salen".
Sin ejecutivos
En materia de contrataciones, las cosas tampoco se vislumbran muy prometedoras. De las empresas que contratarán personal, el 30% lo hará en el segmento operario y administrativo, mientras que sólo el 15% lo hará en el segmento ejecutivo. Esto último representa un descenso de 10% en relación a las contrataciones efectivamente realizadas en este nivel durante el primer semestre de 2006.
Pero en lo profundo, ¿qué reflejan las cifras? A juicio de Gregorio de la Fuente, socio de Hewitt, se reeditó una presión "gigantesca" por reducir costos y, en ese sentido, las compañías están en plena cruzada por racionalizar aun más sus ya livianas estructuras: "No veo que podamos volver a las antiguas dotaciones, pero dado que también hay una presión por mayor calidad de servicios, ha surgido todo un cuestionamiento a esos modelos. Por eso, han proliferado, paralelamente, empresas con un carácter de boutique que aplican modelos distintos, con otros niveles de calidad".
Claro que en esto hay matices. El gerente general de People & Partners, Danilo Rojic, no cree que el apretón sea tan drástico como el que se vivió algunos años atrás. Lo que aquí ocurre es que algunas industrias bien definidas se han hecho más competitivas: "Los márgenes simplemente se redujeron para algunos y eso obliga a hacer ajustes. Lógicamente, en ese escenario los costos de los recursos humanos se hacen más críticos".
"Tampoco hay que perder de vista -sigue- que las multinacionales viven ajustando sus estructuras, viven una reestructuración permanente".
Lo que de verdad preocupa es la naturaleza del actual proceso de cambio: no sólo se echa a un tipo caro para traer uno barato, sino que los cargos gerenciales desaparecen. Las multinacionales siguen eliminando posiciones clave a nivel local, pues las decisiones en las áreas de planificación estratégica, análisis y recursos humanos, entre otras, se toman a nivel de posiciones regionales.
Claro que esto también tiene sus bemoles. En la medida que desaparecen los niveles ejecutivos locales, se hace necesario un mecanismo de control más riguroso, lo que -sumado a la distancia del mercado local respecto a los centros de decisiones- deteriora algunos procesos.
Pablo Obregón Castro, El Mercurio
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