Currículos falsos: Se revisa validez de títulos y se buscan incoherencias
Headhunters consultados dicen que es una amenaza para la empresa tener a alguien que mienta en sus antecedentes. ¿Se dan casos como el de la directora de Chiledeportes en las empresas? Sí, aseguran en el medio, pero se han ido afinando las técnicas para evitar estas "mentiras académicas", especialmente para los ejecutivos medios.
El norteamericano Frank Abagnale Jr. fue el rey de los engaños laborales. Antes de cumplir 19 años consiguió una fortuna haciéndose pasar por piloto de PanAM, doctor y abogado.
Se hizo famoso décadas más tarde gracias a una película exhibida en 2002 ("Atrápame si puedes"), donde Leonardo DiCaprio y Tom Hanks protagonizan esta sorprendente historia de un adolescente con un especial talento para engañar sobre sus antecedentes académicos y de trabajo.
Pocos le pidieron a Abagnale comprobantes de su pasado y, tras hacer un recorrido entre los reclutadores de altos ejecutivos en Chile, casi todos reconocen que raramente piden los "cartones" universitarios y rara vez llaman a los centros de estudios para revisar si realmente los datos del currículum académico son ciertos.
"Conocemos a sus grupos de referencia, los ubicamos con los compañeros de generación", cuentan.
Pero al ser consultados sobre si un caso como el de la directora de Chiledeportes, Catalina Depassier -quien renunció el lunes tras darse a conocer que no tenía la licenciatura que se había atribuido en sus contratos y currículo-, podría darse en el mundo privado, todos responden que sí, no frecuentemente, pero se da. Los casos más conocidos han sido los de médicos, pero hay algunos casos de ejecutivos que "inflan" sus antecedentes académicos. Para evitar situaciones similares, se han visto forzados a pedir los certificados de títulos en las fases finales para los cargos medios ejecutivos.
Esto, porque a muchos les han tocado currículos sospechosamente cargados a los títulos universitarios.
"Ahí nos preocupamos en la entrevista personal de buscar incoherencias, preguntándoles, por ejemplo, cuáles eran sus compañeros de estudio, sus profesores favoritos o algunos detalles de la ciudad en que supuestamente vivían, si el posgrado era en el extranjero", explica un headhunter.
MBA a la carta
Un tema recurrente que cuentan los reclutadores de ejecutivos en los últimos tiempos ha sido, por ejemplo, decir que se está terminando un MBA, cuando en realidad aún ni siquiera se está inscrito o se está recién comenzando.
Casi todos los consultados han tenido algún caso en su historia. Juan Izquierdo, gerente general y socio de Hemisferio Izquierdo, cuenta que hace 11 años una ejecutiva les aseguró que se había titulado y no lo había hecho: "De ahí en adelante estrechamos las medidas de control de seguridad y comenzamos a exigir el certificado de título".
En ciertos casos, además se chequea con las universidades si realmente el certificado o lo escrito en el CV es verdadero. Las universidades no tienen obligación legal de entregar esta información en Chile, pero la mayoría tienen mecanismos para hacerlo (ver recuadro).
Pero aún con los papeles en la mano, todos reconocen que una manera muy eficiente es recurrir al círculo de referencia. Leslie Cooper, de HK Human Capital, dice que una manera es llevarlos a conversar de sus ex compañeros.
Bolsas de trabajo
"El modelo de las bolsas de trabajo supone que una persona jamás miente porque después tiene que demostrar todo en la entrevista", cuenta Juan Pablo Swett, gerente general de trabajando.com.
Eso sí, ellos están desarrollando mecanismos para chequear ciertos datos que se entregan, por ejemplo, el nivel de destrezas computacionales.
¿Castiga la ley a quien miente?
No hay figura legal en el caso del mundo privado, a diferencia de lo que ocurre cuando se falsea un dato para un cargo público, pero cuando dentro de una empresa se descubre una mentira en un currículum, lo más probable es que se produzca el despido. Para ello se puede aducir a dos faltas, asegura el abogado de Ernst & Young, Claudio Palavecino. La falta a la probidad es la menos utilizada, ya que es difícil de probar y el trabajador puede demandar a la compañía por daños morales. Lo que más se usa en estos casos es la figura del incumplimiento de las obligaciones que impone el contrato.
Hay datos en que se miente mucho. Un estudio reveló que hasta un 35% exagera su nivel de inglés.
Universidades no tienen obligación
En el Ministerio de Educación aseguran que las universidades no tienen la obligación de entregar los datos de sus alumnos titulados.
Ya que no existe un registro a nivel país de las personas con títulos universitarios y su veracidad, es en las universidades donde una empresa puede averiguar todos los datos.
En varias de ellas aseguran que se trata de un proceso habitual, ya que bancos y otras empresas solicitan habitualmente información.
En la Universidad Diego Portales se responde a través del Registro Académico y de Certificación. Lo que hacen es verificar y certificar los documentos que los alumnos presentan. El servicio no tiene costo y se hace dentro del día.
El procedimiento en la Universidad Andrés Bello es similar, pues a la Dirección de Título y Grados se debe enviar una solicitud por escrito y los documentos por fax. El trámite se hace durante el día y tampoco tiene costo.
En la Universidad de Chile el proceso es más lento, ya que puede durar hasta tres días. Sin embargo, se responde gratuitamente a todas las solicitudes.
En la Universidad Católica las solicitudes se deben hacer por carta a la Dirección de Servicios y Registros Docentes. El resultado lo entregan a partir del segundo día de gestión y no se cobra por el servicio.
B. SERRANO y M. LÜDERS
El norteamericano Frank Abagnale Jr. fue el rey de los engaños laborales. Antes de cumplir 19 años consiguió una fortuna haciéndose pasar por piloto de PanAM, doctor y abogado.
Se hizo famoso décadas más tarde gracias a una película exhibida en 2002 ("Atrápame si puedes"), donde Leonardo DiCaprio y Tom Hanks protagonizan esta sorprendente historia de un adolescente con un especial talento para engañar sobre sus antecedentes académicos y de trabajo.
Pocos le pidieron a Abagnale comprobantes de su pasado y, tras hacer un recorrido entre los reclutadores de altos ejecutivos en Chile, casi todos reconocen que raramente piden los "cartones" universitarios y rara vez llaman a los centros de estudios para revisar si realmente los datos del currículum académico son ciertos.
"Conocemos a sus grupos de referencia, los ubicamos con los compañeros de generación", cuentan.
Pero al ser consultados sobre si un caso como el de la directora de Chiledeportes, Catalina Depassier -quien renunció el lunes tras darse a conocer que no tenía la licenciatura que se había atribuido en sus contratos y currículo-, podría darse en el mundo privado, todos responden que sí, no frecuentemente, pero se da. Los casos más conocidos han sido los de médicos, pero hay algunos casos de ejecutivos que "inflan" sus antecedentes académicos. Para evitar situaciones similares, se han visto forzados a pedir los certificados de títulos en las fases finales para los cargos medios ejecutivos.
Esto, porque a muchos les han tocado currículos sospechosamente cargados a los títulos universitarios.
"Ahí nos preocupamos en la entrevista personal de buscar incoherencias, preguntándoles, por ejemplo, cuáles eran sus compañeros de estudio, sus profesores favoritos o algunos detalles de la ciudad en que supuestamente vivían, si el posgrado era en el extranjero", explica un headhunter.
MBA a la carta
Un tema recurrente que cuentan los reclutadores de ejecutivos en los últimos tiempos ha sido, por ejemplo, decir que se está terminando un MBA, cuando en realidad aún ni siquiera se está inscrito o se está recién comenzando.
Casi todos los consultados han tenido algún caso en su historia. Juan Izquierdo, gerente general y socio de Hemisferio Izquierdo, cuenta que hace 11 años una ejecutiva les aseguró que se había titulado y no lo había hecho: "De ahí en adelante estrechamos las medidas de control de seguridad y comenzamos a exigir el certificado de título".
En ciertos casos, además se chequea con las universidades si realmente el certificado o lo escrito en el CV es verdadero. Las universidades no tienen obligación legal de entregar esta información en Chile, pero la mayoría tienen mecanismos para hacerlo (ver recuadro).
Pero aún con los papeles en la mano, todos reconocen que una manera muy eficiente es recurrir al círculo de referencia. Leslie Cooper, de HK Human Capital, dice que una manera es llevarlos a conversar de sus ex compañeros.
Bolsas de trabajo
"El modelo de las bolsas de trabajo supone que una persona jamás miente porque después tiene que demostrar todo en la entrevista", cuenta Juan Pablo Swett, gerente general de trabajando.com.
Eso sí, ellos están desarrollando mecanismos para chequear ciertos datos que se entregan, por ejemplo, el nivel de destrezas computacionales.
¿Castiga la ley a quien miente?
No hay figura legal en el caso del mundo privado, a diferencia de lo que ocurre cuando se falsea un dato para un cargo público, pero cuando dentro de una empresa se descubre una mentira en un currículum, lo más probable es que se produzca el despido. Para ello se puede aducir a dos faltas, asegura el abogado de Ernst & Young, Claudio Palavecino. La falta a la probidad es la menos utilizada, ya que es difícil de probar y el trabajador puede demandar a la compañía por daños morales. Lo que más se usa en estos casos es la figura del incumplimiento de las obligaciones que impone el contrato.
Hay datos en que se miente mucho. Un estudio reveló que hasta un 35% exagera su nivel de inglés.
Universidades no tienen obligación
En el Ministerio de Educación aseguran que las universidades no tienen la obligación de entregar los datos de sus alumnos titulados.
Ya que no existe un registro a nivel país de las personas con títulos universitarios y su veracidad, es en las universidades donde una empresa puede averiguar todos los datos.
En varias de ellas aseguran que se trata de un proceso habitual, ya que bancos y otras empresas solicitan habitualmente información.
En la Universidad Diego Portales se responde a través del Registro Académico y de Certificación. Lo que hacen es verificar y certificar los documentos que los alumnos presentan. El servicio no tiene costo y se hace dentro del día.
El procedimiento en la Universidad Andrés Bello es similar, pues a la Dirección de Título y Grados se debe enviar una solicitud por escrito y los documentos por fax. El trámite se hace durante el día y tampoco tiene costo.
En la Universidad de Chile el proceso es más lento, ya que puede durar hasta tres días. Sin embargo, se responde gratuitamente a todas las solicitudes.
En la Universidad Católica las solicitudes se deben hacer por carta a la Dirección de Servicios y Registros Docentes. El resultado lo entregan a partir del segundo día de gestión y no se cobra por el servicio.
B. SERRANO y M. LÜDERS
1 comentario
francisco -