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CAPACITACION EN COSTOS Y GESTION

La gestión del riesgo, el futuro de las aseguradoras

Así como las corredoras de bolsa han pasado a convertirse en verdaderos bancos de inversión -porque ya no sólo venden y compran activos, sino que asesoran, entregan recomendaciones, análisis y ofrecen otros productos-, las corredoras de seguros se están convirtiendo cada vez más, en verdaderos administradores de riesgo.

El tema es que a la intermediación de seguros (compra y venta por encargo de clientes), se le ha sumado en los últimos años la entrega de asesoría y consultoría respecto de las amenazas que enfrenta una compañía.

Así es como en el mercado local se pueden distinguir tres tipos de corredoras: las enfocadas a grandes y medianas empresas que han optado por el camino de la asesoría, las que se han centrado en la distribución masiva de seguros a personas donde reinan las casas comerciales y la banca, y las corredoras "boutiques" que basan su desarrollo en las buenas relaciones personales y que tienen un foco más transaccional.

"Nosotros creemos que el corretaje tradicional murió, ése que se dedica sólo a la venta de pólizas", comenta Carlos Sanhueza, director ejecutivo de Conosur Seguros & Reaseguros.

¿Riesgo de qué?

Cada vez más, las empresas se han comenzado a preocupar por los riesgos que corren. Una encuesta de la firma estadounidense Accenture, realizada a fines del año pasado entre 500 ejecutivos senior de grandes empresas de Estados Unidos y Europa, reveló que para ellos la gestión de riesgos era el "reto empresarial" o desafío número uno de su administración. Crecimiento y rentabilidad venían a continuación.

Si bien en Estados Unidos las grandes firmas intermediarias de seguros se dieron cuenta de este cambio hace ya una década, en Chile es un nicho que hace tan sólo unos años ha comenzado a tomar forma.

Las grandes compañías, principalmente, han ido tomando conciencia de nuevos riesgos. Basta con recordar la difícil situación que enfrentó un avión de LAN el martes 27 de marzo, cuando estuvo a punto de chocar con unos fragmentos incandescentes de origen desconocido (se habló de restos de un satélite ruso o meteoritos), o el peligro de derrumbe que ha afectado a algunas mineras en los últimos meses.

Riesgos como éstos y muchos otros, que van desde el calentamiento global a la reputación de una marca, acechan día a día a las empresas.

Como explica Jaime Searle, gerente general de Marsh Corredores de Seguros, el mayor broker del mercado local, a esto se suma el aumento de los riesgos que enfrentan las distintas compañías. En primer lugar, porque hoy los bienes expuestos son mayores que los de antes. Por ejemplo, dados los altos precios de los commodities, el costo alternativo de una minera al dejar de producir, por un derrumbe u otro accidente, se ha disparado.

Además, la legislación ha establecido nuevas situaciones de riesgo como la normativa de medio ambiente, las demandas colectivas o la ley de subcontratación. Esta última hace claramente responsable al mandante de los daños a terceros, situación que antes no estaba definida.

Profesionalización

"Somos muy pocos los que hemos invertido en capital humano y accedemos a importantes bases de datos que nos permiten entregar una asesoría integral", afirma Carlos Bello, gerente general de Aon Chile.

Efectivamente, las corredoras que se han ido especializando en la gestión de riesgos han debido invertir fuertemente en capital humano: aumentar el nivel profesional de su equipo, contratando ingenieros y abogados principalmente. Esto, porque en el ámbito de la consultoría, la contraparte son los gerentes de las firmas.

Y la competencia arrecia: estudios de abogados y consultoras especializadas.

Los principales actores


JAIME SEARLE, Marsh, "Los clientes comenzaron a preocuparse sobre qué es lo que estaban comprando y si los seguros que adquirían eran realmente necesarios".

CARLOS BELLO, Aon, "Desde nuestro punto de vista, la asesoría comienza con entender al máximo el negocio de nuestro cliente, sus instalaciones y redes de negocio".

ALBERTO COVARRUBIAS, Conosur, "El concepto de riesgo supera por mucho las pólizas tradicionales. Es un concepto sumamente dinámico".


De qué se trata


Existen tres elementos clave que se consideran a la hora de hacer una asesoría y hablar de riesgos. En primer lugar, está la evaluación y prevención de costos. Esto consiste en hacer un levantamiento completo de los riesgos latentes para una empresa, lo que permite hacer un mapa de riesgos: clásicos, estratégicos, operacionales o financieros. Además, definir si son exógenos o endógenos.

El segundo paso consiste en establecer cuáles son los riesgos que se deben retener, ya que hay costos que no vale la pena asegurar. "Uno asegura un auto, pero no una camisa", explican. Las empresas pueden tener espaldas financieras como para retener ciertos riesgos.

El tercer punto es la transferencia: Qué riesgos se deben transferir a una compañía de seguros y a cuál de ellas.

Luego se busca ponderar de la mejor forma estos tres elementos: cuánto invertir en prevención, cuánto en retención y cuánto en transferencia.

Lo anterior, acompañado de un trabajo a largo plazo, que puede durar meses o años, en que se define una estrategia de administración de riesgos que incluye diagnósticos, informes, evaluaciones y la implementación de cambios que toman tiempo. Cambios corporativos o de mentalidad, como la necesidad de crear una figura que centralice la información de riesgos de una empresa, como lo que en Estados Unidos llaman el Chief Risk Officer (CRO).

La implementación de un programa de administración de riesgos suele ser lenta, ya que incluye reuniones periódicas, creación de equipos de trabajo y definición de manejo de crisis.

MAGDALENA WINTER D.

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