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CAPACITACION EN COSTOS Y GESTION

Louis Mayer, de vendedor de chatarra a zar del cine

De niño, vendía metales que recogía en las calles. Años más tarde, era el primer ejecutivo en ganar un millón de dólares anuales mientras lanzaba a la fama a estrellas como Clark Gable y Judy Garland...

Nacido en 1882 en un hogar judío de la ciudad rusa de Minsk, Eliezer Meir se crió en Canadá, donde migró su familia en 1886 huyendo del antisemitismo zarista. Lejos de disfrutar una infancia idílica, Eliezer ayudaba a su padre a vender los residuos metálicos que recogían en las heladas calles canadienses.

En la década del '90, Eliezer decidió convertirse en un auténtico americano. Cambió su nombre por Louis Mayer y su fecha de nacimiento por el patriótico 4 de julio de 1885. En 1904, se mudó a Boston para abrir su propio negocio de venta de chatarra.

La empresa duró poco. Pronto, Mayer se embarcó en una actividad innovadora por aquellos tiempos: el cine. En 1907, inauguró su primera sala en Haverhill, Massachussets. El afán del público por el nuevo medio de entretenimiento impulsó velozmente el crecimiento de la empresa. Mayer abrió nuevas salas y, pocos años más tarde, ya era el propietario de la cadena de cines más importante de Nueva Inglaterra.

En 1914, Louis diversificó sus actividades hacia la distribución de películas. El sensacional éxito "The Birth of a Nation", lanzado en 1915, le hizo ganar una pequeña fortuna que más tarde invirtió en la fundación de su propia productora: Louis B. Mayer Pictures. En 1924, Louis vendió su estudio al productor Marcus Loew, que poco antes había comprado la Metro Pictures Corporation y Goldwyn Pictures Corporation. Loew unió las tres compañías en la hoy célebre Metro-Goldwyn-Mayer, mundialmente conocida como MGM.

El empuje de Mayer, designado vicepresidente, convirtió a la nueva empresa en la productora más rentable de su tiempo. Incluso en la época de la Gran Depresión, MGM fue el único estudio que siguió pagando dividendo a sus accionistas.

En 1936, Louis se convirtió en jefe de producciones del estudio, con el poder de decisión de las películas que rodaría MGM. De gran visión comercial, Mayer optó por películas que apuntaban a un público masivo. Si bien esto le valió críticas por baja calidad artística, la apuesta fue salió redonda desde el punto de vista financiero. En estos tiempos, Mayer lanzó a la fama a estrellas como Clark Gable, Spencer Tracy, Katharine Hepburn, Joan Crawford y Judy Garland. Mientras tanto, su situación personal también prosperaba. Como jefe de producción de MGM, Mayer se convirtió en el primer ejecutivo en América en cobrar un salario de un millón de dólares anuales.

Pero los buenos tiempos no duraron por siempre. La difusión de la televisión asestó un duro golpe a la empresa hacia fines de la década del '40. Preocupado, el número uno del estudio, Marcus Loew, contrató a Dore Schary como nuevo jefe de producción. Pronto comenzaron los roces con Mayer. Luego de tres años de difícil convivencia, Louis lanzó un ultimátum: "O Schary o yo. En esta compañía no hay lugar para los dos". "Schary", contestó Loew. De esta forma, en 1951, tras 24 años en el estudio, Mayer abandonó su puesto y se retiró de la vida pública. Murió en octubre de 1957, curiosamente, durante el primer año en que MGM perdió dinero.

Se dice que las últimas palabras de Louis fueron: "nada importa". Pero muchos estarían en desacuerdo. MGM ocupó un lugar destacado en la formación de la cultura global del siglo XX. Estos estudios fueron la cuna de inmortales artistas. La empresa, considerada por muchos como un símbolo de los años dorados de Hollywood fue adquirida por Sony en el 2004 por unos cinco mil millones de dólares.

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