El Pensamiento Creativo y la Innovación para el Desarrollo
La experiencia internacional ha demostrado que la generalización de estas actitudes mentales positivas es el camino más corto para alcanzar mejores niveles de crecimiento, tanto personal como colectivo. El gobierno de Michelle Bachelet (Chile) presentó hace pocos días el plan Chile Compite. Se trata de 15 medidas concretas para fomentar el emprendimiento, estimular la innovación y la adopción de nuevas tecnologías, facilitar el acceso al crédito y fortalecer las instituciones fiscales y pro-competencia. Un mayor crecimiento de largo plazo exige alzas sostenidas en la productividad, lo que se logra con mayor creatividad e innovación.
Sin embargo, siendo el mejoramiento de la educación un proceso nacional que está en marcha y que generará sus frutos en el largo plazo, es necesario que en el ámbito personal y en el más corto plazo seamos capaces de mejorar nuestras tradicionales actitudes de relativo desprecio por los fenómenos de la creatividad y de la innovación, que sin duda es una importante causa del bajo nivel de emprendimiento de la mayoría de las personas.
Aunque este tema es complejo y da para largo, como una manera de motivar algún interés inicial por lo que se denomina el pensamiento creativo, exponemos sintéticamente algunas actitudes positivas hacia la creatividad que las personas deberían desarrollar para mejorar sus capacidades de innovación y, a partir de éstas, adquirir nuevas potencialidades de emprendimiento, tanto en el ámbito social como en el económico.
1. La curiosidad. Es el deseo de conocer el como de muchas cosas, además del por qué y para qué son realizadas. Es la principal fuente de creatividad.
2. El desafío a lo establecido. A veces, al mirar más allá de lo acostumbrado, el emprendedor puede descubrir una nueva manera de hacer las cosas, más eficiente y satisfactoria.
3. El descontento constructivo. Es la fuerza que mueve a los solucionadores de problemas, siempre dispuestos a arreglar las cosas que funcionan mal.
4. La confianza en que todos los problemas tienen alguna solución, y buscarla hasta alcanzarla.
5. La habilidad de no prejuiciar ni criticar anticipadamente, porque muchas ideas, extrañas al principio, pueden ser muy valiosas una vez implementadas.
Otras actitudes positivas son las siguientes: 6. Ver lo bueno que está dentro de lo malo. 7. Los problemas conducen a los mejoramientos. 8. Un problema puede ser una oportunidad. 9. Los problemas deben ser emocionalmente aceptables
Existen fructíferas relaciones entre creatividad, la innovación, el espíritu emprendedor y el desarrollo. La experiencia internacional ha demostrado que la generalización de estas actitudes mentales positivas es el camino más corto para alcanzar mejores niveles de crecimiento, tanto personal como colectivo.
Por Manuel Gross Osses, AtinaChile
Sin embargo, siendo el mejoramiento de la educación un proceso nacional que está en marcha y que generará sus frutos en el largo plazo, es necesario que en el ámbito personal y en el más corto plazo seamos capaces de mejorar nuestras tradicionales actitudes de relativo desprecio por los fenómenos de la creatividad y de la innovación, que sin duda es una importante causa del bajo nivel de emprendimiento de la mayoría de las personas.
Aunque este tema es complejo y da para largo, como una manera de motivar algún interés inicial por lo que se denomina el pensamiento creativo, exponemos sintéticamente algunas actitudes positivas hacia la creatividad que las personas deberían desarrollar para mejorar sus capacidades de innovación y, a partir de éstas, adquirir nuevas potencialidades de emprendimiento, tanto en el ámbito social como en el económico.
1. La curiosidad. Es el deseo de conocer el como de muchas cosas, además del por qué y para qué son realizadas. Es la principal fuente de creatividad.
2. El desafío a lo establecido. A veces, al mirar más allá de lo acostumbrado, el emprendedor puede descubrir una nueva manera de hacer las cosas, más eficiente y satisfactoria.
3. El descontento constructivo. Es la fuerza que mueve a los solucionadores de problemas, siempre dispuestos a arreglar las cosas que funcionan mal.
4. La confianza en que todos los problemas tienen alguna solución, y buscarla hasta alcanzarla.
5. La habilidad de no prejuiciar ni criticar anticipadamente, porque muchas ideas, extrañas al principio, pueden ser muy valiosas una vez implementadas.
Otras actitudes positivas son las siguientes: 6. Ver lo bueno que está dentro de lo malo. 7. Los problemas conducen a los mejoramientos. 8. Un problema puede ser una oportunidad. 9. Los problemas deben ser emocionalmente aceptables
Existen fructíferas relaciones entre creatividad, la innovación, el espíritu emprendedor y el desarrollo. La experiencia internacional ha demostrado que la generalización de estas actitudes mentales positivas es el camino más corto para alcanzar mejores niveles de crecimiento, tanto personal como colectivo.
Por Manuel Gross Osses, AtinaChile
0 comentarios