Hombre y mujer: relaciones para nada perfectas
Qué cambiarías de la condición femenina? Esa fue la consigna que respondieron nueve, la mitad de las escritoras que escribieron sus autobiografías cotidianas en No somos perfectas, de Editorial Del Nuevo Extremo.
Mori Ponsowy, la ideóloga y editora del libro, explica por qué lo hizo: "Empecé a sospechar que quizá el origen de algunos de nuestros problemas era la falta de modelos. ¿Qué es ser mujer hoy? ¿Cómo conservar un hombre al lado sin perder la libertad? ¿Qué valores debemos transmitirles a nuestros hijos? El mundo ha cambiado tanto, que muchas de las cosas que aprendimos de nuestras madres ya no nos sirven. Entonces se me ocurrió que quizá una manera de aprender era escucharnos entre nosotras. Aunque ninguna tuviera "la"solución, al menos podíamos sentirnos menos solas y enterarnos de qué le había funcionado a quién. Y qué no".
Así es como los temas que recorren los relatos son la maternidad, los hijos, el trabajo, la belleza, la convivencia, la sobreexigencia, el sexo. Aquí otra mirada.
María Fasce, Periodista, traductora y escritora: "No cambiaría nada"
No cambiaría nada de la condición femenina, pero sí implementaría, ciertas "ayudas externas". Hoy los hombres ayudan con los hijos, pero nadie puede negar que un bebé, desde su misma concepción, depende más de la madre que del padre. Pero sí se nos pueden facilitar las cosas y hasta podríamos facilitárnoslas nosotras: hay una especie de fascismo de la lactancia que hace que toda madre que no amamante a su hijo o que la interrumpe, se sienta como una criminal. Nadie niega los beneficios de la leche materna, pero ¿quién habla de las desventajas de una madre exhausta y estresada?
Vera Fogwill, Actriz y escritora: "La mujer liga el amor al placer"
No cambiaría nada. Pero creo que la mujer en la mayoría de las veces asocia la sexualidad con el amor. El hombre puede disociarlo más. La mujer también, pero mucho menos. La mujer liga más lo afectivo a lo placentero. Me gustaría que sea parecido. De hecho, el consumo de la prostitución femenina y la masculina es bien distinta. No hay oferta sexual para la mujer en la calle. Tampoco creo que muchísimas mujeres se masturben mirando penes. En un mundo donde hay una sobrevaloración de lo momentáneo, la mujer no termina de entender el sexo momentáneo.
Julia Solomonoff, Guionista y directora de cine: "Es muy complejo ser madre"
Hace 15 años que trabajo en cine y siempre me preguntan si es más difícil para una mujer que para un hombre. Nunca supe la respuesta. Recién la pude saber hace un año, cuando nació mi hija. La diferencia es entre la madre y el resto. No entre el hombre y la mujer. Es muy complejo ser madre y trabajar y tener una vida. Hay muy poca gente preparada para trabajar con madres. No hay tolerancia para las madres. No es una cuestión masculina ni femenina. Mi vida ha cambiado mucho. Y si no fuese por mi marido, que me acompaña, no podría trabajar.
Patricia Suárez, Escritora: "Faltan escuelas para padres"
Me gustaría que la vida doméstica familiar fuera de verdad compartida entre hombres y mujeres. Tal vez haya que enseñar a los padres a
que enseñen a sus hijos a compartir obligaciones. Tal vez haya que crear escuelas para padres. La igualdad entre hombres y mujeres no estará dada hasta que las labores cotidianas no sean compartidas. Diría mi abuela: el día que yo vea un hombre cambiando pañales, el mundo habrá cambiado. Yo digo parecido: el día que los intelectuales vayan a los congresos con los bebés en mochilas como hacemos nosotras, nuestro mundo habrá cambiado.
María Victoria Menis, Escritora y guionista: "Hay mucho por cambiar"
Hablando sobre la mujeres en la Argentina, cambiaría su posibilidad legal de poder elegir tener un hijo. Cambiaría el estigma de ser eliminada en una búsqueda laboral sólo por la posibilidad de una futura maternidad. Cambiaría la cabeza machista de hombres y mujeres que piensan que una mujer no tiene la capacidad o "las pelotas" para dirigir un país como la Argentina. Cambiaría la mentalidad que nos ha convertido en país récord de cirugías estéticas, convirtiendo en muñecas de plástico de una sola matriz a tantas mujeres, concientizaría y protegería a mujeres víctimas de la violencia familiar. Hay mucho para cambiar.
Sandra Russo, Periodista y escritora: "Tener derecho a pedir ayuda"
Si pudiese cambiar algo sobre la condición de la mujer de hoy, primero trataría de que efectivamente haya una mujer de hoy, es decir, que algunos supuestos básicos sobre la mujer de hoy fueran ciertos para la mayor cantidad de mujeres posibles. Yo no creo que exista "la mujer de hoy", creo que existen mujeres, en plural, que viven realidades completamente opuestas entre sí.
Si pienso en las mujeres urbanas y educadas, no tengo ninguna duda: volvería para atrás y recuperaría el derecho a la debilidad, a la vulnerabilidad, al quiebre, a lo sensitivo, el derecho a pedir ayuda, a ser protegida y a ser respetada.
Beatriz Vignoli, Poeta, novelista y traductora: "Por que tiene que haber un ideal"
Cambiaría el ideal de belleza. Entiendo que responde a estos tiempos de reinado del diseño aerodinámico, pero me parece terrible que la belleza de la mujer se identifique con la flacura. Empezando por que no volamos, diga lo que diga Oliverio Girondo al respecto. Y cabe preguntarse también por qué tiene que haber un ideal, cuando podría haber infinita variedad, o ninguno. O por qué tiene que importar tanto la belleza, habiendo más cualidades.
Si las mujeres, parafraseando a Kafka, en la lucha entre nosotras y el mundo, nos pusiéramos de parte de nosotras y no de parte del mundo, ¡cuánto cambiaría!<
Inés Garland, Escritora: "Hay que bajar la exigencia"
Haría algo para que nos bajara la exigencia y para que pudiéramos conectarnos, sin miedo, con la esencia de lo femenino (aunque, todavía no se cuál es). Supongo que el modo de cambiar sería volver a confiar en los hombres, tejer crochet o cocinar con otras mujeres, acompañarnos en la cría de los hijos y recuperar de ese modo algo de esos tiempos que tenían nuestras abuelas. Ojalá pudiéramos renunciar a la guerra de los sexos y armar algo con los hombres. Ni como amos, ni como esclavos. Cerquita ahí, acompañándonos los unos a los otros, que hace frío. ¿Será una utopía?
Vanessa Ragone, Productora de cine: "Hallar el propio rumbo"
Las mujeres están afectadas por varias condiciones a la vez: situación económica, edad y los modelos de "mujer" que la sociedad de consumo propone e impone con brutalidad. Por eso es complicado pensar en una condición a cambiar. Sin duda las condiciones a modificar son varias y es el conjunto de esos cambios los que podrían mejorar la vida de la mujer de hoy. Quizá si tuviera que pensar una mejora concreta aplicable a todas las mujeres, sería poder tener el tiempo, la oportunidad y los elementos necesarios para poder reflexionar sobre sí misma y hallar, en esa reflexión, el propio rumbo que desea para su vida.
Autor: Jéssica Fainsod, Clarin
Mori Ponsowy, la ideóloga y editora del libro, explica por qué lo hizo: "Empecé a sospechar que quizá el origen de algunos de nuestros problemas era la falta de modelos. ¿Qué es ser mujer hoy? ¿Cómo conservar un hombre al lado sin perder la libertad? ¿Qué valores debemos transmitirles a nuestros hijos? El mundo ha cambiado tanto, que muchas de las cosas que aprendimos de nuestras madres ya no nos sirven. Entonces se me ocurrió que quizá una manera de aprender era escucharnos entre nosotras. Aunque ninguna tuviera "la"solución, al menos podíamos sentirnos menos solas y enterarnos de qué le había funcionado a quién. Y qué no".
Así es como los temas que recorren los relatos son la maternidad, los hijos, el trabajo, la belleza, la convivencia, la sobreexigencia, el sexo. Aquí otra mirada.
María Fasce, Periodista, traductora y escritora: "No cambiaría nada"
No cambiaría nada de la condición femenina, pero sí implementaría, ciertas "ayudas externas". Hoy los hombres ayudan con los hijos, pero nadie puede negar que un bebé, desde su misma concepción, depende más de la madre que del padre. Pero sí se nos pueden facilitar las cosas y hasta podríamos facilitárnoslas nosotras: hay una especie de fascismo de la lactancia que hace que toda madre que no amamante a su hijo o que la interrumpe, se sienta como una criminal. Nadie niega los beneficios de la leche materna, pero ¿quién habla de las desventajas de una madre exhausta y estresada?
Vera Fogwill, Actriz y escritora: "La mujer liga el amor al placer"
No cambiaría nada. Pero creo que la mujer en la mayoría de las veces asocia la sexualidad con el amor. El hombre puede disociarlo más. La mujer también, pero mucho menos. La mujer liga más lo afectivo a lo placentero. Me gustaría que sea parecido. De hecho, el consumo de la prostitución femenina y la masculina es bien distinta. No hay oferta sexual para la mujer en la calle. Tampoco creo que muchísimas mujeres se masturben mirando penes. En un mundo donde hay una sobrevaloración de lo momentáneo, la mujer no termina de entender el sexo momentáneo.
Julia Solomonoff, Guionista y directora de cine: "Es muy complejo ser madre"
Hace 15 años que trabajo en cine y siempre me preguntan si es más difícil para una mujer que para un hombre. Nunca supe la respuesta. Recién la pude saber hace un año, cuando nació mi hija. La diferencia es entre la madre y el resto. No entre el hombre y la mujer. Es muy complejo ser madre y trabajar y tener una vida. Hay muy poca gente preparada para trabajar con madres. No hay tolerancia para las madres. No es una cuestión masculina ni femenina. Mi vida ha cambiado mucho. Y si no fuese por mi marido, que me acompaña, no podría trabajar.
Patricia Suárez, Escritora: "Faltan escuelas para padres"
Me gustaría que la vida doméstica familiar fuera de verdad compartida entre hombres y mujeres. Tal vez haya que enseñar a los padres a
que enseñen a sus hijos a compartir obligaciones. Tal vez haya que crear escuelas para padres. La igualdad entre hombres y mujeres no estará dada hasta que las labores cotidianas no sean compartidas. Diría mi abuela: el día que yo vea un hombre cambiando pañales, el mundo habrá cambiado. Yo digo parecido: el día que los intelectuales vayan a los congresos con los bebés en mochilas como hacemos nosotras, nuestro mundo habrá cambiado.
María Victoria Menis, Escritora y guionista: "Hay mucho por cambiar"
Hablando sobre la mujeres en la Argentina, cambiaría su posibilidad legal de poder elegir tener un hijo. Cambiaría el estigma de ser eliminada en una búsqueda laboral sólo por la posibilidad de una futura maternidad. Cambiaría la cabeza machista de hombres y mujeres que piensan que una mujer no tiene la capacidad o "las pelotas" para dirigir un país como la Argentina. Cambiaría la mentalidad que nos ha convertido en país récord de cirugías estéticas, convirtiendo en muñecas de plástico de una sola matriz a tantas mujeres, concientizaría y protegería a mujeres víctimas de la violencia familiar. Hay mucho para cambiar.
Sandra Russo, Periodista y escritora: "Tener derecho a pedir ayuda"
Si pudiese cambiar algo sobre la condición de la mujer de hoy, primero trataría de que efectivamente haya una mujer de hoy, es decir, que algunos supuestos básicos sobre la mujer de hoy fueran ciertos para la mayor cantidad de mujeres posibles. Yo no creo que exista "la mujer de hoy", creo que existen mujeres, en plural, que viven realidades completamente opuestas entre sí.
Si pienso en las mujeres urbanas y educadas, no tengo ninguna duda: volvería para atrás y recuperaría el derecho a la debilidad, a la vulnerabilidad, al quiebre, a lo sensitivo, el derecho a pedir ayuda, a ser protegida y a ser respetada.
Beatriz Vignoli, Poeta, novelista y traductora: "Por que tiene que haber un ideal"
Cambiaría el ideal de belleza. Entiendo que responde a estos tiempos de reinado del diseño aerodinámico, pero me parece terrible que la belleza de la mujer se identifique con la flacura. Empezando por que no volamos, diga lo que diga Oliverio Girondo al respecto. Y cabe preguntarse también por qué tiene que haber un ideal, cuando podría haber infinita variedad, o ninguno. O por qué tiene que importar tanto la belleza, habiendo más cualidades.
Si las mujeres, parafraseando a Kafka, en la lucha entre nosotras y el mundo, nos pusiéramos de parte de nosotras y no de parte del mundo, ¡cuánto cambiaría!<
Inés Garland, Escritora: "Hay que bajar la exigencia"
Haría algo para que nos bajara la exigencia y para que pudiéramos conectarnos, sin miedo, con la esencia de lo femenino (aunque, todavía no se cuál es). Supongo que el modo de cambiar sería volver a confiar en los hombres, tejer crochet o cocinar con otras mujeres, acompañarnos en la cría de los hijos y recuperar de ese modo algo de esos tiempos que tenían nuestras abuelas. Ojalá pudiéramos renunciar a la guerra de los sexos y armar algo con los hombres. Ni como amos, ni como esclavos. Cerquita ahí, acompañándonos los unos a los otros, que hace frío. ¿Será una utopía?
Vanessa Ragone, Productora de cine: "Hallar el propio rumbo"
Las mujeres están afectadas por varias condiciones a la vez: situación económica, edad y los modelos de "mujer" que la sociedad de consumo propone e impone con brutalidad. Por eso es complicado pensar en una condición a cambiar. Sin duda las condiciones a modificar son varias y es el conjunto de esos cambios los que podrían mejorar la vida de la mujer de hoy. Quizá si tuviera que pensar una mejora concreta aplicable a todas las mujeres, sería poder tener el tiempo, la oportunidad y los elementos necesarios para poder reflexionar sobre sí misma y hallar, en esa reflexión, el propio rumbo que desea para su vida.
Autor: Jéssica Fainsod, Clarin
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