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CAPACITACION EN COSTOS Y GESTION

A la conquista de los ejecutivos chinos

China se está poniendo al día en gestión. Jaume Ribera, académico del IESE de la Universidad de Navarra, habla del programa que tiene en conjunto con la Universidad de Harvard en Shanghái y que actualmente está formando a 34 CEO de grandes compañías chinas. El principal requisito es que sus empresas facturen más de US$ 1.000 millones.

-¿Cómo es el empresario tipo que ustedes están formando en China?

"Es un empresario bastante joven. Y es gente que no ha tenido ocasión de formarse sistemáticamente en temas de gestión. A muchos les falta una estructura formal de estudio, de resolución de problemas. Y justamente estas últimas carencias es lo que buscan aprender. Su motivación para venir al curso que impartimos entre Harvard, el IESE y la China Europe International Business School (CEIBS) es encontrar este marco formal".

-¿Cuáles son las barreras que ellos han tenido que derribar para acercarse a Occidente?

"En este momento, el gobierno chino impulsa a sus hombres de negocios a Occidente y también cada vez existen menos limitaciones para que las compañías occidentales vayan a establecerse en sectores que están completamente abiertos".

"El problema es el marco cultural con el que trabajamos en Occidente. En cosas tan obvias como la forma de llevar la contabilidad, hasta hace muy poco se utilizaban normas incompatibles con el comercio mundial. Recién este año se están aprobando sistemas contables parecidos a los occidentales".

"Y están aprendiendo muy de prisa. Eso es lo que en Occidente nos debería preocupar: la gran capacidad de trabajo y humildad para aprender lo que viene de afuera. Tenemos que empezar a acostumbrarnos a ver empresas chinas en nuestros mercados. Cuentan con la ventaja de tener un país enorme, con el cual pueden crecer mucho internamente, antes de dar el salto hacia afuera. Y cuando lo hacen, son unos monstruos.

-¿Cómo se explica que un gobierno de características políticas antidemocráticas y centralizadas como las de China haya sido tan determinante en el desarrollo de los empresarios y en la internacionalización de su economía?

"El que hizo un cambio drástico fue Deng Xiao Ping en los '70, cuando dio el mensaje de que ganar dinero era bueno. Desde aquel momento, los líderes chinos de un partido, que se denomina comunista, pero que en la práctica tiene rasgos de economía de mercado, han descubierto que la única manera de sobrevivir es que la gente mejore su calidad de vida".

"Para la mayoría de los chinos, las libertades democráticas están bastante más abajo en su escala de valores que las libertades económicas. Sin duda que el sistema político chino ha ayudado en que el proceso de crecimiento sea más rápido. En China se puede avanzar en muchas cosas porque no es un Estado democrático. Por ejemplo, para construir una gran autopista en China se toman unos 3 años. Y unos 12 en un país como India".

-¿Cree Ud. que el desarrollo económico incidirá en un cambio político?

"Evidentemente. Cada vez la gente está pidiendo más libertades. Y son conscientes de que a medida que vaya mejorando la economía del país, va a haber menos pobres. (...) Hace unos 15 años, los zapatos los vendían en una zapatería y no sabías de qué marca eran. Hoy al chino le gusta llevar cosas de marca. Y como hay tanto producto pirateado, al chino le gustan las marcas que se fabrican fuera del país".

-¿Ese gusto por la marca es un síntoma de occidentalización?

"Por supuesto. Es la apertura. En la plaza Tiananmen, en Beijing, en un extremo está la imagen gigante de Mao. Y al otro extremo de la plaza, una gigantografía publicitaria del coronel Sanders, el fundador de Kentuky Fried Chicken.

Álvaro Rodríguez Vial, El Mercurio.

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