Gestionar con la Biblia en la mano
Algunos ejecutivos encuentran en la religión la respuesta a sus problemas gerenciales. Cuando Mark Dillon tiene un problema de gestión, acude directamente a la Biblia.
El presidente de la distribuidora de metal Tampa Bay Steel Corp. cambió la forma de pagar sus cuentas con ayuda del Libro de los Proverbios. El Evangelio según San Mateo le dio consejos sobre cómo lidiar con un cliente problemático. Y cuando tuvo dudas sobre si despedir a un empleado antes de Navidad, encontró apoyo en las palabras de Jesús: Haz a otros lo que quisieras que te hicieran a ti. Pensé que si me fueran a despedir a mí, preferiría saberlo antes de gastarme todo mi dinero en regalos de Navidad, recuerda.
Dillon es uno de los muchos ejecutivos que recurren a la religión para tomar decisiones a diario en sus negocios. David L. Dunkel, presidente ejecutivo de la agencia de contratación Kforce Inc., dice que son los principios bíblicos los que llevaron a que su director de finanzas escogiera un proveedor de software más costoso sobre uno más económico pero menos escrupuloso. El presidente de la junta del productor avícola Pilgrims Pride Corp. asegura que rechazó el plan de reducción de costos de un banco porque no mostraba suficiente compasión.
Los expertos afirman que los lugares de trabajo son cada vez más diversos en cuestiones de religión, lo que ha forzado a las compañías a rediseñar desde sus políticas de vacaciones al menú de la cafetería. Mientras tanto, las editoriales están descubriendo un tesoro en títulos como Jesus, CEO. Hace tres años, la editorial cristiana Thomas Nelson Inc. lanzó una unidad dedicada a los libros de negocios, que en el año fiscal terminado el 31 de marzo generó US$9,5 millones en ventas, 73% más que en el año anterior. C12 Group, una red de ejecutivos en la que participa Dillon, se reúne todos los meses para discutir tendencias de gestión y las complicadas relaciones entre la religión y el comercio.
El grupo ha pasado de contar con 36 ejecutivos en 1992, a tener ahora unos 550 miembros.
Los gerentes cristianos aseguran que no hay una contradicción inherente entre dirigir una compañía incluso una que cotiza en bolsa y cuyo compromiso es maximizar el valor para los accionistas y actuar según los preceptos de su fe. Los abogados dicen que normalmente no supone un problema, siempre y cuando los ejecutivos dejen en claro sus principios a los accionistas y no sigan a su fe en detrimento de los intereses de los inversionistas.
Los escépticos creen que los ejecutivos que mezclan religión con los negocios pueden alienar a gente de otras creencias. En muchos países existen leyes en contra de la discriminación por credo, y los gerentes deben respetarlas a la hora de tratar con los empleados que no son creyentes.
En una reunión reciente de la división local de C12 a la que pertenece Dillon, un ejecutivo planteó una pregunta que ilustra lo complicado que puede volverse este problema. ¿A quién debería elegir como director operativo?, preguntó. ¿Al cristiano devoto que no es tan capaz, o al gerente calificado que no es religioso? Los asistentes debatieron arduamente el caso.
¿Puede entrenarse al gerente devoto? ¿Es posible ayudar al otro para que sea más espiritual? ¿Sería discriminatorio si el ejecutivo es honesto y le explica a su subordinado sus preocupaciones? (Sí lo es, dicen los abogados). El gerente que hizo la pregunta aún no ha tomado su decisión.
Dillon y otros como él insisten en que los ejecutivos no pueden y no deben separar sus creencias religiosas de su trabajo. Defienden la idea de que la honestidad, la integridad y el respeto por la familia conceptos centrales del cristianismo también son aplicables a los negocios.
Otros argumentan que los valores morales trascienden la creencia en una fe específica o en Dios. No es algo sólo cristiano, explica Cordreanne Richardson, gerente de compras de Tampa Bay Steel, que dice ser creyente pero no comparte las ideas de Dillon.
Pese a que la firma patrocina estudios de la Biblia para empleados, campos de verano bíblicos gratuitos para los hijos de los trabajadores y contrató a un capellán para la empresa, Richardson asegura que disfruta de su trabajo y nunca ha sentido la presión de cambiar sus creencias.
PHRED DVROAK - THE WALL STREET JOURNAL
El presidente de la distribuidora de metal Tampa Bay Steel Corp. cambió la forma de pagar sus cuentas con ayuda del Libro de los Proverbios. El Evangelio según San Mateo le dio consejos sobre cómo lidiar con un cliente problemático. Y cuando tuvo dudas sobre si despedir a un empleado antes de Navidad, encontró apoyo en las palabras de Jesús: Haz a otros lo que quisieras que te hicieran a ti. Pensé que si me fueran a despedir a mí, preferiría saberlo antes de gastarme todo mi dinero en regalos de Navidad, recuerda.
Dillon es uno de los muchos ejecutivos que recurren a la religión para tomar decisiones a diario en sus negocios. David L. Dunkel, presidente ejecutivo de la agencia de contratación Kforce Inc., dice que son los principios bíblicos los que llevaron a que su director de finanzas escogiera un proveedor de software más costoso sobre uno más económico pero menos escrupuloso. El presidente de la junta del productor avícola Pilgrims Pride Corp. asegura que rechazó el plan de reducción de costos de un banco porque no mostraba suficiente compasión.
Los expertos afirman que los lugares de trabajo son cada vez más diversos en cuestiones de religión, lo que ha forzado a las compañías a rediseñar desde sus políticas de vacaciones al menú de la cafetería. Mientras tanto, las editoriales están descubriendo un tesoro en títulos como Jesus, CEO. Hace tres años, la editorial cristiana Thomas Nelson Inc. lanzó una unidad dedicada a los libros de negocios, que en el año fiscal terminado el 31 de marzo generó US$9,5 millones en ventas, 73% más que en el año anterior. C12 Group, una red de ejecutivos en la que participa Dillon, se reúne todos los meses para discutir tendencias de gestión y las complicadas relaciones entre la religión y el comercio.
El grupo ha pasado de contar con 36 ejecutivos en 1992, a tener ahora unos 550 miembros.
Los gerentes cristianos aseguran que no hay una contradicción inherente entre dirigir una compañía incluso una que cotiza en bolsa y cuyo compromiso es maximizar el valor para los accionistas y actuar según los preceptos de su fe. Los abogados dicen que normalmente no supone un problema, siempre y cuando los ejecutivos dejen en claro sus principios a los accionistas y no sigan a su fe en detrimento de los intereses de los inversionistas.
Los escépticos creen que los ejecutivos que mezclan religión con los negocios pueden alienar a gente de otras creencias. En muchos países existen leyes en contra de la discriminación por credo, y los gerentes deben respetarlas a la hora de tratar con los empleados que no son creyentes.
En una reunión reciente de la división local de C12 a la que pertenece Dillon, un ejecutivo planteó una pregunta que ilustra lo complicado que puede volverse este problema. ¿A quién debería elegir como director operativo?, preguntó. ¿Al cristiano devoto que no es tan capaz, o al gerente calificado que no es religioso? Los asistentes debatieron arduamente el caso.
¿Puede entrenarse al gerente devoto? ¿Es posible ayudar al otro para que sea más espiritual? ¿Sería discriminatorio si el ejecutivo es honesto y le explica a su subordinado sus preocupaciones? (Sí lo es, dicen los abogados). El gerente que hizo la pregunta aún no ha tomado su decisión.
Dillon y otros como él insisten en que los ejecutivos no pueden y no deben separar sus creencias religiosas de su trabajo. Defienden la idea de que la honestidad, la integridad y el respeto por la familia conceptos centrales del cristianismo también son aplicables a los negocios.
Otros argumentan que los valores morales trascienden la creencia en una fe específica o en Dios. No es algo sólo cristiano, explica Cordreanne Richardson, gerente de compras de Tampa Bay Steel, que dice ser creyente pero no comparte las ideas de Dillon.
Pese a que la firma patrocina estudios de la Biblia para empleados, campos de verano bíblicos gratuitos para los hijos de los trabajadores y contrató a un capellán para la empresa, Richardson asegura que disfruta de su trabajo y nunca ha sentido la presión de cambiar sus creencias.
PHRED DVROAK - THE WALL STREET JOURNAL
1 comentario
Ulises Garcia -
Ademas de los testimonios y comentarios que aparecen en el texto ¨Gestionar con la Biblia la mano¨ apoyo mi afirmación en el ejemplo (no es el unico que existe) de que circula por doquier la ¨IDEA BRILLANTE¨ de algunos escritores contemporaneos sobre la importancia del trabajo en equipo o de delegar funciones o de la especialización y otros temas de caracter administrativo, cuando la realidad es que solo hace falta consultar en la palabra de Dios (la Biblia)a ¨Hechos de los apóstoles, Capitulo 6¨ para darse cuenta de que esta recomendacion ya existia desde hace cerca de 2000 años.