Mitos y realidades de los negocios
"Siempre hay que generar ingresos", "si no está roto no lo arregle", etc. El mundo de los negocios abunda en muletillas de este tipo. Sin embargo, advierte un artículo de Harvard, guiarse por ellas puede tener resultados nefastos.
El mundo de los negocios abunda en supuestas "verdades evidentes" que se han ido sedimentando por años. ¿Es prudente confiar en ellas? En el artículo Revenues Are Good, Costs Are Bad and Other Business Myths, de Harvard Business School, el profesor Jonathan Byrnes enumera algunos de los mitos más comunes. Destiérrelos de su mente antes de que sea tarde.
Mito: "Los ingresos siempre son buenos"
Realidad: No todos los ingresos son buenos. Observando la red de beneficios de una compañía con la técnica de "profit mapping" se concluye que, en general, sólo el 20 o 30 por ciento de la facturación genera beneficios. Conclusión: no todos los ingresos son buenos. La empresa debe enfocarse en aquellos que produzcan ganancias.
Mito: "Todos los clientes deben recibir el mismo servicio de excelencia"
Realidad: Según Byrnes, este mito es una pésima guía para la estrategia. Si usted pretende brindar a todos los clientes el mismo servicio de primer nivel, los costos se irán a las nubes. La respuesta está en la diferenciación. Hay que brindar productos y servicios adaptados a los distintos segmentos de consumidores.
Mito: "Si cada uno hace bien su trabajo, la compañía prospera"
Realidad: La heterogeneidad de los mercados actuales hace que una misma compañía establezca relaciones diferentes con sus distintos segmentos de clientes. Ya no es suficiente con que el gerente comercial y el de producción cumplan aisladamente con sus obligaciones. Para una máxima eficiencia, deben actuar coordinadamente.
Mito: "No hay cambios sin crisis"
Realidad: Es cierto que cuando sobreviene la crisis, no hay más remedio que aplicar cirugía mayor. De hecho, muchos de los grandes procesos de transformación corporativa surgen como respuesta a una situación terminal. Cuando los negocios marchan bien, el manager suele optar por reducir las fricciones y seguir apostando por la vieja receta. Sin embargo, señala Byrnes, ¿por qué esperar una situación crítica para emprender un proceso de cambio a gran escala? Hay que ser pro-activo y adelantarse a los hechos. No hay peor política que esperar que el agua llegue hasta el cuello para actuar.
Mito: "Si no está roto, no lo arregle"
Realidad: Este tal vez sea el mito más nefasto. Las grandes compañías son grandes porque, no importa qué tan buenas sean, siempre se desesperan por mejorar. Un buen manager nunca saca el pie del acelerador. Clarin
El mundo de los negocios abunda en supuestas "verdades evidentes" que se han ido sedimentando por años. ¿Es prudente confiar en ellas? En el artículo Revenues Are Good, Costs Are Bad and Other Business Myths, de Harvard Business School, el profesor Jonathan Byrnes enumera algunos de los mitos más comunes. Destiérrelos de su mente antes de que sea tarde.
Mito: "Los ingresos siempre son buenos"
Realidad: No todos los ingresos son buenos. Observando la red de beneficios de una compañía con la técnica de "profit mapping" se concluye que, en general, sólo el 20 o 30 por ciento de la facturación genera beneficios. Conclusión: no todos los ingresos son buenos. La empresa debe enfocarse en aquellos que produzcan ganancias.
Mito: "Todos los clientes deben recibir el mismo servicio de excelencia"
Realidad: Según Byrnes, este mito es una pésima guía para la estrategia. Si usted pretende brindar a todos los clientes el mismo servicio de primer nivel, los costos se irán a las nubes. La respuesta está en la diferenciación. Hay que brindar productos y servicios adaptados a los distintos segmentos de consumidores.
Mito: "Si cada uno hace bien su trabajo, la compañía prospera"
Realidad: La heterogeneidad de los mercados actuales hace que una misma compañía establezca relaciones diferentes con sus distintos segmentos de clientes. Ya no es suficiente con que el gerente comercial y el de producción cumplan aisladamente con sus obligaciones. Para una máxima eficiencia, deben actuar coordinadamente.
Mito: "No hay cambios sin crisis"
Realidad: Es cierto que cuando sobreviene la crisis, no hay más remedio que aplicar cirugía mayor. De hecho, muchos de los grandes procesos de transformación corporativa surgen como respuesta a una situación terminal. Cuando los negocios marchan bien, el manager suele optar por reducir las fricciones y seguir apostando por la vieja receta. Sin embargo, señala Byrnes, ¿por qué esperar una situación crítica para emprender un proceso de cambio a gran escala? Hay que ser pro-activo y adelantarse a los hechos. No hay peor política que esperar que el agua llegue hasta el cuello para actuar.
Mito: "Si no está roto, no lo arregle"
Realidad: Este tal vez sea el mito más nefasto. Las grandes compañías son grandes porque, no importa qué tan buenas sean, siempre se desesperan por mejorar. Un buen manager nunca saca el pie del acelerador. Clarin
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