"Las universidades en Europa no han competido en 700 años"
No pocas universidades europeas operan mejor como museos que como centros formadores de profesionales altamente competitivos. Pero tienen una excepción: sus escuelas de negocios.
El decano del Instituto de Empresa de España -una de las veinte mejores escuelas de negocios del mundo, según Financial Times- relata cómo el Pacto de Bolonia podría ayudar a poner fin a ese creciente deterioro.
-Las universidades españolas no replican el éxito de sus escuelas de negocios. ¿A qué lo podemos atribuir?
"En Europa, de acuerdo con los últimos rankings de universidades, solamente figuran tres dentro de las cien primeras del mundo, que son Oxford, Cambridge y alguna otra del continente. A pesar de que algunas de las españolas están entre las más antiguas del mundo, no gozan de una reputación global. Sin embargo, sí hay algunas escuelas de negocios que han conseguido estar entre las primeras diez de Europa y algunas están entre las primeras cinco del mundo. Eso tiene que ver con el hecho de que somos instituciones privadas. Luego, hemos acompañado en el proceso de internacionalización de las últimas dos décadas a las grandes corporaciones españolas. Los cuadros de las empresas españolas más importantes, pues se han formado en nuestras escuelas".
-¿En qué medida el pacto de Bolonia se hace cargo de la crisis que vive la universidad europea? Me refiero a la disponibilidad y régimen de horarios de los profesores y a los mecanismos de financiamiento.
"Ésos son justamente los problemas más serios que va a tener que enfrentar Bolonia para que el acuerdo sea eficaz. Están promoviendo toda la legislación necesaria para que los ciclos de estudio se ajusten a esos períodos, de tres a cuatro años para el nivel de grado y de dos a un año para el nivel de master".
-Pero ése es sólo uno de los requisitos.
"Es cierto que falta cubrir otros aspectos que no tienen que ver exclusivamente con la armonización de los estudios para que se pueda hablar de un mercado real. Va a hacer falta, en primer lugar, que exista mucha más transparencia en el mercado para comparar la oferta existente. Otro de los requisitos fundamentales es que existan sistemas de financiación para hacer que esa movilidad de profesores y de alumnos sea real. En Estados Unidos, por ejemplo, existen muchos sistemas de financiación, créditos al honor, créditos al estudio, programas de becas".
-Hay una serie de dudas que no están resueltas todavía. Por ejemplo, la posible desaparición de las particularidades universitarias de cada país. España sin historia del arte resultaría irrisorio...
"Bolonia es la aplicación del principio de libertad de movimiento de personas, de servicios y bienes al sector de la educación. Para hacer ese movimiento y esa competencia posible, se está intentado que los sistemas se puedan comparar, pero eso no quiere decir que tengan que estandarizarse. La acusación de que Bolonia va a suponer la reducción de la oferta educativa o la estandarización absoluta es un argumento falaz, que se esgrime por personas que no creen en la globalización y en la competencia. Las universidades en Europa no han competido en 700 años".
-Pero no están resolviendo la gran diferencia que hay entre las universidades norteamericanas y ustedes: la calidad de sus docentes. Según el ranking de Shanghai, las norteamericanas tienen una ventaja creciente en términos de Premios Nobel, innovación, publicaciones...
"Posiblemente, el ranking de Shanghai es uno de los pocos que existen y que tiene cierto reconocimiento. Pero tiene criterios discutibles. También están los rankings de The Times o Newsweek y aparecen más europeas".
El decano del Instituto de Empresa de España -una de las veinte mejores escuelas de negocios del mundo, según Financial Times- relata cómo el Pacto de Bolonia podría ayudar a poner fin a ese creciente deterioro.
-Las universidades españolas no replican el éxito de sus escuelas de negocios. ¿A qué lo podemos atribuir?
"En Europa, de acuerdo con los últimos rankings de universidades, solamente figuran tres dentro de las cien primeras del mundo, que son Oxford, Cambridge y alguna otra del continente. A pesar de que algunas de las españolas están entre las más antiguas del mundo, no gozan de una reputación global. Sin embargo, sí hay algunas escuelas de negocios que han conseguido estar entre las primeras diez de Europa y algunas están entre las primeras cinco del mundo. Eso tiene que ver con el hecho de que somos instituciones privadas. Luego, hemos acompañado en el proceso de internacionalización de las últimas dos décadas a las grandes corporaciones españolas. Los cuadros de las empresas españolas más importantes, pues se han formado en nuestras escuelas".
-¿En qué medida el pacto de Bolonia se hace cargo de la crisis que vive la universidad europea? Me refiero a la disponibilidad y régimen de horarios de los profesores y a los mecanismos de financiamiento.
"Ésos son justamente los problemas más serios que va a tener que enfrentar Bolonia para que el acuerdo sea eficaz. Están promoviendo toda la legislación necesaria para que los ciclos de estudio se ajusten a esos períodos, de tres a cuatro años para el nivel de grado y de dos a un año para el nivel de master".
-Pero ése es sólo uno de los requisitos.
"Es cierto que falta cubrir otros aspectos que no tienen que ver exclusivamente con la armonización de los estudios para que se pueda hablar de un mercado real. Va a hacer falta, en primer lugar, que exista mucha más transparencia en el mercado para comparar la oferta existente. Otro de los requisitos fundamentales es que existan sistemas de financiación para hacer que esa movilidad de profesores y de alumnos sea real. En Estados Unidos, por ejemplo, existen muchos sistemas de financiación, créditos al honor, créditos al estudio, programas de becas".
-Hay una serie de dudas que no están resueltas todavía. Por ejemplo, la posible desaparición de las particularidades universitarias de cada país. España sin historia del arte resultaría irrisorio...
"Bolonia es la aplicación del principio de libertad de movimiento de personas, de servicios y bienes al sector de la educación. Para hacer ese movimiento y esa competencia posible, se está intentado que los sistemas se puedan comparar, pero eso no quiere decir que tengan que estandarizarse. La acusación de que Bolonia va a suponer la reducción de la oferta educativa o la estandarización absoluta es un argumento falaz, que se esgrime por personas que no creen en la globalización y en la competencia. Las universidades en Europa no han competido en 700 años".
-Pero no están resolviendo la gran diferencia que hay entre las universidades norteamericanas y ustedes: la calidad de sus docentes. Según el ranking de Shanghai, las norteamericanas tienen una ventaja creciente en términos de Premios Nobel, innovación, publicaciones...
"Posiblemente, el ranking de Shanghai es uno de los pocos que existen y que tiene cierto reconocimiento. Pero tiene criterios discutibles. También están los rankings de The Times o Newsweek y aparecen más europeas".
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