El club de las emergentes multinacionales chilenas
Un selecto grupo, integrado por lo menos por 15 empresas, está consolidando su expansión internacional y ya exhibe operaciones en más de tres países. Algunas incluso se han atrevido a poner sus fichas fuera de la región.
Con dinero en caja, gracias a las buenas utilidades que han cosechado en los últimos meses, los empresarios chilenos volvieron a mirar más allá de nuestras fronteras, retomando el proceso de internacionalización que iniciaron hace más de una década. En el primer semestre de este año las inversiones se dinamizaron a tal nivel que se espera que superen con creces los US$ 1.500 millones registrados en 2005.
A diferencia de lo que ocurría en los '90, Argentina dejó de ser la vedette (el flujo de capitales retrocedió 68% respecto a enero-junio de 2005) y ahora las apuestas se concentran en Perú y Colombia. Un informe preparado por la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) detalla que en los primeros seis meses de 2006 se invirtieron en el exterior US$ 1.100 millones, el 27% se destinó al mercado peruano y 23% al colombiano.
La llegada a la Presidencia de Alan García dio tranquilidad a los empresarios chilenos -ya hay más de 100 compañías operando allá- y disipó la incertidumbre generada por el cierre de la planta de Lucchetti en Lima y los roces político-limítrofes que rebrotaron el año pasado.
Con el panorama más despejado, están volviendo en masa a Perú -las primeras inversiones partieron a principios de los '90-, un país cuya economía viene creciendo sostenidamente en los últimos 5 años y que en 2006 lo hizo en 6,4%.
Por eso, el Grupo Falabella (Sodimac, Tottus y sus multitiendas), Ripley y Farmacias Ahumada están reforzando su presencia abriendo más locales; la filial de Lan tiene en carpeta ampliar sus rutas; y la constructora Besalco maneja una amplia cartera de proyectos. También actores nuevos como Parque Arauco están aterrizando en Lima.
Colombia, por su parte, es la nueva "estrella" latinoamericana. "Ha mejorado las condiciones de seguridad, hay estabilidad política y económica -el año pasado el PIB aumentó 5,1%- y el clima de negocios es más atractivo", dice Erich Spencer, profesor de Negocios Internacionales de la Escuela de Administración de la Universidad de Chile.
Esta nueva arremetida en América Latina reafirma la recuperación que está experimentando desde hace dos años la inversión chilena en el exterior. Tras el peak de 1996 -US$ 6.368 millones- cuando los empresarios salieron a aprovechar la ola privatizadora que se generó en Argentina y Perú, las compañías se replegaron ahuyentadas por la crisis asiática y la debacle económica de Argentina. Pero a partir de 2004 las cosas cambiaron.
"Las empresas están motivadas por el mejor escenario político y económico que presenta la región y porque tienen acceso a financiamiento para emprender proyectos a nivel local e internacional", comenta George Lever, gerente de Estudios de la CCS.
En los últimos 16 años el flujo de capitales chilenos al exterior suma casi US$ 32 mil millones y se estima que son cerca de 200 las compañías nacionales que mantienen operaciones fuera del país.
Preferencia por el vecindario
Claro que de ellas, sólo un grupo selecto muestra grados de internacionalización importantes, es decir, están en más de dos mercados y la facturación externa tiene un peso significativo en sus ventas globales.
"En Chile no hay ninguna empresa realmente transnacional. Sí hay casos de compañías que operan en tres o cuatro países, es decir son multinacionales emergentes", comenta el economista y director de empresas Luis Hernán Paul.
En eso la ventaja la llevan los mexicanos, brasileños y argentinos que sí tienen compañías con mayor representación en todos los continentes. Cemex y América Móvil figuran entre las 10 mayores multinacionales no financieras del mundo. Brasil también tiene lo suyo con Petrobras y la minera Vale do Rio Doce. En Argentina, entre las más globales, están Techint, Arcor y Bunge & Born.
Un catastro realizado por "Enfoques", detectó las 15 firmas chilenas con mayor exposición externa. La gran mayoría tiene sólo presencia en América Latina y aún son una excepción las que se aventuraron a poner un pie fuera del vecindario.
SQM es la más "globalizada" con instalaciones productivas en 8 países. Le siguen las navieras Agunsa y CSAV; Cerámicas Industriales (grupo Briones); las tecnológicas Sonda y Quintec; la metalúrgica Ducasse Industriales; y CMPC (grupo Matte), todas con inversiones en 4 mercados. De ellas, sólo SQM, CSAV y Ducasse tienen filiales más allá de la región (ver infografía).
Compañías ligadas a multinacionales como Enersis (Endesa España) y Masisa (Grupo Nueva) también aparecen en esta lista, liderando desde Chile avanzadas en América Latina.
"A las empresas chilenas todavía les queda harto por internacionalizarse. Menos del 15% de las firmas opera en otros países, lo que es bajo comparado con números para Estados Unidos donde este valor es mayor al 30%", detalla Jorge Tarziján, director de la Escuela de Administración de la Universidad Católica.
Aprendiendo de los errores
A diferencia de lo que ocurrió en los '90, cuando se registró una verdadera estampida de capitales fuera de Chile, principalmente a Argentina y Perú, donde la improvisación fue la tónica, esta vez los inversionistas locales parecen haber aprendido de sus errores y fracasos.
"Están siendo más selectivos, planifican mejor su expansión regional, miden más los riesgos y sus ventajas competitivas", señala Spencer.
Un ejecutivo que lideró la salida de una cadena de supermercados a Argentina a mediados de los '90, reconoce que se dejaron tentar por la "moda". "Si todos iban para allá, tenía que ser buen negocio", recuerda. Sin embargo, a poco andar se dieron cuenta que no habían hecho un análisis acabado del mercado, de la competencia ni la cultura de los consumidores.
"Al final tuvimos que vender porque para competir con las grandes cadenas que ya estaban en el mercado había que invertir muy fuerte y no teníamos la capacidad para hacerlo", comenta.
Ahora, la tendencia es consolidar las posiciones ganadas y ampliar los horizontes en destinos aún no explorados. El grupo Falabella, por ejemplo, acaba de inaugurar -ya estaba con Sodimac- una multitienda en Bogotá y Cencosud anunció su interés en comprar un porcentaje de supermercados Éxito, en ese mismo país.
También se sabe que en los planes del holding de Horst Paulmann está entrar con Almacenes Paris a Buenos Aires, donde tiene amplia presencia con Jumbo e Easy.
Fuera del retail, llama la atención la aventura de AquaChile, la salmonera más grande de capitales nacionales, en Costa Rica. A fines del año pasado compró Rain Forest, una planta de cultivo de tilapia. Este pez es el sexto de mayor consumo en el mercado estadounidense.
Calzados Guante se metió en "las patas de los caballos" y se instalará con una fábrica en Argentina, uno de los países más fuertes en la producción de artículos de cuero.
Y Sixbell -desarrolladora del sistema de tarjetas de prepago- probará suerte en el competitivo y gigante mercado mexicano, asociándose con la local Nekotec.
A futuro, nuevos rubros deberían sumarse al carro de la internacionalización. "Lo que viene es la salida de empresas que han privilegiado con debida razón crecer en Chile, pero que lograron ya el nivel requerido para invertir afuera. Me refiero por ejemplo a compañías líderes del sector forestal, salmonero y vitivinícola. También hay multinacionales emergentes que pueden aspirar a ser transnacionales siguiendo el ejemplo de empresas como Cemex, Santander, Ferroviale Inditex (dueño de Zara)", opina Paul.
Un segundo paso, es que los inversionistas tomen sus maletas y se aventuren a viajar más lejos. "Los empresarios chilenos son muy conservadores y algo cómodos también, hay mercados interesantes que ofrecen muchas oportunidades y son más sofisticados -como los asiáticos- donde pueden aprender mucho", dice el ejecutivo de una consultora internacional.
Chile ¿menos atractivo?
El último Informe Mundial de Inversiones de Naciones Unidas, presentado por la Cepal y la CCS, no trajo buenas noticias para Chile. Pese a que los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) en el mundo crecieron 29% en 2005 y que los capitales que llegaron a Sudamérica aumentaron en 20%, la participación de nuestro país cayó 7%.
El mal comportamiento de Chile se explicó por un ajuste tras la fuerte expansión de 2004, cuando la inversión externa alcanzó US$ 7.000 millones.
Las últimas cifras entregadas por el Comité de Inversiones Extranjeras (CIE) si bien mostraron un alza de 52% en los primeros ocho meses de 2006 (US$ 3.404,7 millones), gran parte de este incremento se explica por compras y fusiones, es decir, operaciones financieras, y no por la llegada de capitales productivos frescos.
Así nuestro país de ser el más atractivo en la región, está siendo opacado por nuevos protagonistas como Colombia, que el año pasado se robó la película, anotando un incremento de IED de 227%.
No por nada, es hoy también el segundo destino de inversión de los empresarios chilenos que están llegando masivamente a hacer negocios en Bogotá.
Otros mercados que están captando el interés son Venezuela (la IED creció 95%), Uruguay (81%), Ecuador (65%) y Perú (61%). Argentina subió sólo 9% y Brasil bajó 16%.
Los números en juego:
1.500 millones de dólares suma la inversión externa total de Celulosa Arauco y CMPC.
23% de las inversiones del primer semestre de este año las realizaron empresas del sector comercio.
4.500 millones de dólares suman los capitales chilenos que llegaron a Perú entre 1990 y junio de 2006.
1996 fue el año récord de inversión de las firmas nacionales en el exterior, con US$ 6.368 millones.
Laura Garzón Ortiz
Con dinero en caja, gracias a las buenas utilidades que han cosechado en los últimos meses, los empresarios chilenos volvieron a mirar más allá de nuestras fronteras, retomando el proceso de internacionalización que iniciaron hace más de una década. En el primer semestre de este año las inversiones se dinamizaron a tal nivel que se espera que superen con creces los US$ 1.500 millones registrados en 2005.
A diferencia de lo que ocurría en los '90, Argentina dejó de ser la vedette (el flujo de capitales retrocedió 68% respecto a enero-junio de 2005) y ahora las apuestas se concentran en Perú y Colombia. Un informe preparado por la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) detalla que en los primeros seis meses de 2006 se invirtieron en el exterior US$ 1.100 millones, el 27% se destinó al mercado peruano y 23% al colombiano.
La llegada a la Presidencia de Alan García dio tranquilidad a los empresarios chilenos -ya hay más de 100 compañías operando allá- y disipó la incertidumbre generada por el cierre de la planta de Lucchetti en Lima y los roces político-limítrofes que rebrotaron el año pasado.
Con el panorama más despejado, están volviendo en masa a Perú -las primeras inversiones partieron a principios de los '90-, un país cuya economía viene creciendo sostenidamente en los últimos 5 años y que en 2006 lo hizo en 6,4%.
Por eso, el Grupo Falabella (Sodimac, Tottus y sus multitiendas), Ripley y Farmacias Ahumada están reforzando su presencia abriendo más locales; la filial de Lan tiene en carpeta ampliar sus rutas; y la constructora Besalco maneja una amplia cartera de proyectos. También actores nuevos como Parque Arauco están aterrizando en Lima.
Colombia, por su parte, es la nueva "estrella" latinoamericana. "Ha mejorado las condiciones de seguridad, hay estabilidad política y económica -el año pasado el PIB aumentó 5,1%- y el clima de negocios es más atractivo", dice Erich Spencer, profesor de Negocios Internacionales de la Escuela de Administración de la Universidad de Chile.
Esta nueva arremetida en América Latina reafirma la recuperación que está experimentando desde hace dos años la inversión chilena en el exterior. Tras el peak de 1996 -US$ 6.368 millones- cuando los empresarios salieron a aprovechar la ola privatizadora que se generó en Argentina y Perú, las compañías se replegaron ahuyentadas por la crisis asiática y la debacle económica de Argentina. Pero a partir de 2004 las cosas cambiaron.
"Las empresas están motivadas por el mejor escenario político y económico que presenta la región y porque tienen acceso a financiamiento para emprender proyectos a nivel local e internacional", comenta George Lever, gerente de Estudios de la CCS.
En los últimos 16 años el flujo de capitales chilenos al exterior suma casi US$ 32 mil millones y se estima que son cerca de 200 las compañías nacionales que mantienen operaciones fuera del país.
Preferencia por el vecindario
Claro que de ellas, sólo un grupo selecto muestra grados de internacionalización importantes, es decir, están en más de dos mercados y la facturación externa tiene un peso significativo en sus ventas globales.
"En Chile no hay ninguna empresa realmente transnacional. Sí hay casos de compañías que operan en tres o cuatro países, es decir son multinacionales emergentes", comenta el economista y director de empresas Luis Hernán Paul.
En eso la ventaja la llevan los mexicanos, brasileños y argentinos que sí tienen compañías con mayor representación en todos los continentes. Cemex y América Móvil figuran entre las 10 mayores multinacionales no financieras del mundo. Brasil también tiene lo suyo con Petrobras y la minera Vale do Rio Doce. En Argentina, entre las más globales, están Techint, Arcor y Bunge & Born.
Un catastro realizado por "Enfoques", detectó las 15 firmas chilenas con mayor exposición externa. La gran mayoría tiene sólo presencia en América Latina y aún son una excepción las que se aventuraron a poner un pie fuera del vecindario.
SQM es la más "globalizada" con instalaciones productivas en 8 países. Le siguen las navieras Agunsa y CSAV; Cerámicas Industriales (grupo Briones); las tecnológicas Sonda y Quintec; la metalúrgica Ducasse Industriales; y CMPC (grupo Matte), todas con inversiones en 4 mercados. De ellas, sólo SQM, CSAV y Ducasse tienen filiales más allá de la región (ver infografía).
Compañías ligadas a multinacionales como Enersis (Endesa España) y Masisa (Grupo Nueva) también aparecen en esta lista, liderando desde Chile avanzadas en América Latina.
"A las empresas chilenas todavía les queda harto por internacionalizarse. Menos del 15% de las firmas opera en otros países, lo que es bajo comparado con números para Estados Unidos donde este valor es mayor al 30%", detalla Jorge Tarziján, director de la Escuela de Administración de la Universidad Católica.
Aprendiendo de los errores
A diferencia de lo que ocurrió en los '90, cuando se registró una verdadera estampida de capitales fuera de Chile, principalmente a Argentina y Perú, donde la improvisación fue la tónica, esta vez los inversionistas locales parecen haber aprendido de sus errores y fracasos.
"Están siendo más selectivos, planifican mejor su expansión regional, miden más los riesgos y sus ventajas competitivas", señala Spencer.
Un ejecutivo que lideró la salida de una cadena de supermercados a Argentina a mediados de los '90, reconoce que se dejaron tentar por la "moda". "Si todos iban para allá, tenía que ser buen negocio", recuerda. Sin embargo, a poco andar se dieron cuenta que no habían hecho un análisis acabado del mercado, de la competencia ni la cultura de los consumidores.
"Al final tuvimos que vender porque para competir con las grandes cadenas que ya estaban en el mercado había que invertir muy fuerte y no teníamos la capacidad para hacerlo", comenta.
Ahora, la tendencia es consolidar las posiciones ganadas y ampliar los horizontes en destinos aún no explorados. El grupo Falabella, por ejemplo, acaba de inaugurar -ya estaba con Sodimac- una multitienda en Bogotá y Cencosud anunció su interés en comprar un porcentaje de supermercados Éxito, en ese mismo país.
También se sabe que en los planes del holding de Horst Paulmann está entrar con Almacenes Paris a Buenos Aires, donde tiene amplia presencia con Jumbo e Easy.
Fuera del retail, llama la atención la aventura de AquaChile, la salmonera más grande de capitales nacionales, en Costa Rica. A fines del año pasado compró Rain Forest, una planta de cultivo de tilapia. Este pez es el sexto de mayor consumo en el mercado estadounidense.
Calzados Guante se metió en "las patas de los caballos" y se instalará con una fábrica en Argentina, uno de los países más fuertes en la producción de artículos de cuero.
Y Sixbell -desarrolladora del sistema de tarjetas de prepago- probará suerte en el competitivo y gigante mercado mexicano, asociándose con la local Nekotec.
A futuro, nuevos rubros deberían sumarse al carro de la internacionalización. "Lo que viene es la salida de empresas que han privilegiado con debida razón crecer en Chile, pero que lograron ya el nivel requerido para invertir afuera. Me refiero por ejemplo a compañías líderes del sector forestal, salmonero y vitivinícola. También hay multinacionales emergentes que pueden aspirar a ser transnacionales siguiendo el ejemplo de empresas como Cemex, Santander, Ferroviale Inditex (dueño de Zara)", opina Paul.
Un segundo paso, es que los inversionistas tomen sus maletas y se aventuren a viajar más lejos. "Los empresarios chilenos son muy conservadores y algo cómodos también, hay mercados interesantes que ofrecen muchas oportunidades y son más sofisticados -como los asiáticos- donde pueden aprender mucho", dice el ejecutivo de una consultora internacional.
Chile ¿menos atractivo?
El último Informe Mundial de Inversiones de Naciones Unidas, presentado por la Cepal y la CCS, no trajo buenas noticias para Chile. Pese a que los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) en el mundo crecieron 29% en 2005 y que los capitales que llegaron a Sudamérica aumentaron en 20%, la participación de nuestro país cayó 7%.
El mal comportamiento de Chile se explicó por un ajuste tras la fuerte expansión de 2004, cuando la inversión externa alcanzó US$ 7.000 millones.
Las últimas cifras entregadas por el Comité de Inversiones Extranjeras (CIE) si bien mostraron un alza de 52% en los primeros ocho meses de 2006 (US$ 3.404,7 millones), gran parte de este incremento se explica por compras y fusiones, es decir, operaciones financieras, y no por la llegada de capitales productivos frescos.
Así nuestro país de ser el más atractivo en la región, está siendo opacado por nuevos protagonistas como Colombia, que el año pasado se robó la película, anotando un incremento de IED de 227%.
No por nada, es hoy también el segundo destino de inversión de los empresarios chilenos que están llegando masivamente a hacer negocios en Bogotá.
Otros mercados que están captando el interés son Venezuela (la IED creció 95%), Uruguay (81%), Ecuador (65%) y Perú (61%). Argentina subió sólo 9% y Brasil bajó 16%.
Los números en juego:
1.500 millones de dólares suma la inversión externa total de Celulosa Arauco y CMPC.
23% de las inversiones del primer semestre de este año las realizaron empresas del sector comercio.
4.500 millones de dólares suman los capitales chilenos que llegaron a Perú entre 1990 y junio de 2006.
1996 fue el año récord de inversión de las firmas nacionales en el exterior, con US$ 6.368 millones.
Laura Garzón Ortiz
1 comentario
cheap tiffany co jewelry -