Sudáfrica no disfruta del "boom" minero
Falta de certezas en el plano regulatorio ha dañado a la industria minera del país. Los últimos cinco años han sido buenos para estar en el negocio de la minería. Los precios de los commodities se han elevado producto de un saludable crecimiento económico y del apetito de China por los minerales.
De acuerdo a PricewaterhouseCoopers, las grandes empresas mineras del mundo tuvieron un año espectacular el 2005, con inversiones que crecieron en cerca de 30% y utilidades en casi 60%. Esto pasó en todas partes, pero menos en Sudáfrica.
De acuerdo a algunas cifras publicadas la semana pasada por la Cámara Nacional de Minería Sudafricana, las inversiones en el sector minero del país declinaron en casi un tercio el 2004 y 2005.
Las utilidades operacionales de las mineras en Sudáfrica crecieron sólo en 12% el 2005, y la producción cayó en 6% en la primera mitad del año. ¿Cómo es que uno de los principales países mineros del mundo parece estar perdiéndose la oportunidad que significa el boom de los commodities?
Parte de la culpa la tienen los movimientos de monedas. El valor del rand en relación al dólar (moneda en la que se fijan los precios de los commodities) se más que duplicó entre diciembre de 2001 y diciembre de 2004, opacando el aumento de precios de los commodities.
Las congestionadas líneas ferroviarias y puertos también fueron parte del problema, especialmente en la producción de carbón y hierro. Y el oro, que alguna vez fue pilar de la riqueza minera de Sudáfrica, ha estado en declinación. Aún cuando sigue siendo el mayor productor de oro del mundo, los costos se han elevado y la producción ha caído. El platino y el carbón ahora generan más dinero.
Regulación
Pero otro gran problema, de acuerdo a una encuesta de la Cámara de Minería, son las cintas rojas y la falta de certezas regulatorias, que le han costado al sector 5-10 mil millones de rand (US$ 0,7-1,4 mil millones) por año en pérdidas de inversiones.
En 2004 los derechos mineros fueron transferidos desde manos privadas hacia el Estado, y las firmas deben convertir sus licencias existentes en nuevas formas. Para hacer eso, deben establecer programas laborales y sociales y elaborar detallados planes para transferir el 26% de la propiedad a manos que no sean blancas antes del 2014, dentro de lo que es parte de la iniciativa sudafricana de entregar poder económico a la población negra.
A algunos de los grandes productores de oro y platino, como AngloGold Ashanti, Gold Fields, HArmony, Lonmin y Aquarius, les han establecido las nuevas licencias por minas ya existentes; sin embargo, hay otros muchos que siguen esperando. El gobierno dice que sus planes de transferencia de la propiedad, los laborales y sociales son a menudo inadecuados. Pero Peter Leon, de Webber Wentzel Bowens, un estudio de abogados de Johannesburgo, dice que las demoras son síntomas de un problema mayor. Él argumenta que las normas que regulan la industria son demasiado vagas y que no incluyen metas objetivas de medir para las reformas sociales y laborales. Todo esto crea una falta de certezas y le da un poder discrecional al Departamento de Minería y Energía, el cual determina si las propuestas son o no adecuadas.
En algunos casos las empresas mineras están dirigiéndose a las cortes en busca de respuestas. Pero hasta que las negociaciones y las decisiones de la corte no finalicen, seguirá habiendo demasiadas nebulosas.
Una complicación posterior son los planes del gobierno para obligar a las empresas mineras a pagar derechos cuyas propuestas aún no han sido terminadas.
El estudio catalogó a los países según las políticas de minería de sus gobiernos. Sudáfrica quedó en el lugar 37 de 64, detrás de Ghana, Mali y Botswana. Chile, país donde las licencias mineras son entregadas en base a criterios claros, está en cuarto lugar.
Las grandes compañías no están siendo intimidadas. Por ejemplo, Anglo Patinum aún no ha recibido los derechos convertidos de sus minas existentes, pero están confiados de que lo harán y dicen que la demora no ha afectado sus operaciones ni inversiones. Pero las empresas mineras más pequeñas que están contemplando inversiones más riesgos tienen otra mirada. Cerca de la mitad de las exploraciones mundiales son llevadas a cabo por las empresas más chicas, la mayoría de ellas australianas o canadienses. De acuerdo a Metals Economics Group, un ente investigativo en Canadá, el gasto en exploración aumentó en 123% a nivel mundial entre el 2003 y 2005, pero sólo 60% en Sudáfrica.
De todas formas, las cosas están mejorando. El rand se ha debilitado en los últimos 18 meses y las facilidades portuarias y ferroviarias se han mejorado. El Departamento de Minería y Energía ha dicho que él emitirá nuevas licencias de panorama de aplicación en los próximos seis meses y nuevas licencias mineras dentro de un año, y que el ritmo se ha acelerado en los últimos meses. Las inversiones en el sector también parecen estar recuperándose. Por ello, en vista de los problemas de los últimos dos años, parece ser que hay una luz al final del túnel.
Las inversiones en el sector minero del país declinaron en casi un tercio en 2004 y 2005.
The Economist
De acuerdo a PricewaterhouseCoopers, las grandes empresas mineras del mundo tuvieron un año espectacular el 2005, con inversiones que crecieron en cerca de 30% y utilidades en casi 60%. Esto pasó en todas partes, pero menos en Sudáfrica.
De acuerdo a algunas cifras publicadas la semana pasada por la Cámara Nacional de Minería Sudafricana, las inversiones en el sector minero del país declinaron en casi un tercio el 2004 y 2005.
Las utilidades operacionales de las mineras en Sudáfrica crecieron sólo en 12% el 2005, y la producción cayó en 6% en la primera mitad del año. ¿Cómo es que uno de los principales países mineros del mundo parece estar perdiéndose la oportunidad que significa el boom de los commodities?
Parte de la culpa la tienen los movimientos de monedas. El valor del rand en relación al dólar (moneda en la que se fijan los precios de los commodities) se más que duplicó entre diciembre de 2001 y diciembre de 2004, opacando el aumento de precios de los commodities.
Las congestionadas líneas ferroviarias y puertos también fueron parte del problema, especialmente en la producción de carbón y hierro. Y el oro, que alguna vez fue pilar de la riqueza minera de Sudáfrica, ha estado en declinación. Aún cuando sigue siendo el mayor productor de oro del mundo, los costos se han elevado y la producción ha caído. El platino y el carbón ahora generan más dinero.
Regulación
Pero otro gran problema, de acuerdo a una encuesta de la Cámara de Minería, son las cintas rojas y la falta de certezas regulatorias, que le han costado al sector 5-10 mil millones de rand (US$ 0,7-1,4 mil millones) por año en pérdidas de inversiones.
En 2004 los derechos mineros fueron transferidos desde manos privadas hacia el Estado, y las firmas deben convertir sus licencias existentes en nuevas formas. Para hacer eso, deben establecer programas laborales y sociales y elaborar detallados planes para transferir el 26% de la propiedad a manos que no sean blancas antes del 2014, dentro de lo que es parte de la iniciativa sudafricana de entregar poder económico a la población negra.
A algunos de los grandes productores de oro y platino, como AngloGold Ashanti, Gold Fields, HArmony, Lonmin y Aquarius, les han establecido las nuevas licencias por minas ya existentes; sin embargo, hay otros muchos que siguen esperando. El gobierno dice que sus planes de transferencia de la propiedad, los laborales y sociales son a menudo inadecuados. Pero Peter Leon, de Webber Wentzel Bowens, un estudio de abogados de Johannesburgo, dice que las demoras son síntomas de un problema mayor. Él argumenta que las normas que regulan la industria son demasiado vagas y que no incluyen metas objetivas de medir para las reformas sociales y laborales. Todo esto crea una falta de certezas y le da un poder discrecional al Departamento de Minería y Energía, el cual determina si las propuestas son o no adecuadas.
En algunos casos las empresas mineras están dirigiéndose a las cortes en busca de respuestas. Pero hasta que las negociaciones y las decisiones de la corte no finalicen, seguirá habiendo demasiadas nebulosas.
Una complicación posterior son los planes del gobierno para obligar a las empresas mineras a pagar derechos cuyas propuestas aún no han sido terminadas.
El estudio catalogó a los países según las políticas de minería de sus gobiernos. Sudáfrica quedó en el lugar 37 de 64, detrás de Ghana, Mali y Botswana. Chile, país donde las licencias mineras son entregadas en base a criterios claros, está en cuarto lugar.
Las grandes compañías no están siendo intimidadas. Por ejemplo, Anglo Patinum aún no ha recibido los derechos convertidos de sus minas existentes, pero están confiados de que lo harán y dicen que la demora no ha afectado sus operaciones ni inversiones. Pero las empresas mineras más pequeñas que están contemplando inversiones más riesgos tienen otra mirada. Cerca de la mitad de las exploraciones mundiales son llevadas a cabo por las empresas más chicas, la mayoría de ellas australianas o canadienses. De acuerdo a Metals Economics Group, un ente investigativo en Canadá, el gasto en exploración aumentó en 123% a nivel mundial entre el 2003 y 2005, pero sólo 60% en Sudáfrica.
De todas formas, las cosas están mejorando. El rand se ha debilitado en los últimos 18 meses y las facilidades portuarias y ferroviarias se han mejorado. El Departamento de Minería y Energía ha dicho que él emitirá nuevas licencias de panorama de aplicación en los próximos seis meses y nuevas licencias mineras dentro de un año, y que el ritmo se ha acelerado en los últimos meses. Las inversiones en el sector también parecen estar recuperándose. Por ello, en vista de los problemas de los últimos dos años, parece ser que hay una luz al final del túnel.
Las inversiones en el sector minero del país declinaron en casi un tercio en 2004 y 2005.
The Economist
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