Cómo funcionan las ilusiones ópticas y dónde encontrarlas en Internet
Si hay algo que nos causa asombro son las ilusiones ópticas. Esta afirmación casi no puede refutarse cuando nuestra propia vista nos engaña en una aparición o desaparición sorpresiva de figuras inesperadas. Estos efectos casi mágicos no tienen origen en interpretaciones o diferentes lecturas, por lo que no están sometidos a un acto de voluntad o de aprendizaje subjetivo, sino que actúan directa y misteriosamente sobre el mecanismo visual, al cual impresiona inicialmente como una señal errónea y entra en conflicto con la realidad objetiva.
Sus usos pueden ser más variados de lo que se cree. Para el doctor Tristán Bekinschtein, del Departamento de Investigación del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO) no sólo divierten, sino que "sirven para enseñar cómo funciona el cerebro, testear problemas mentales, como terapia cognitiva, investigaciones científicas y creaciones artísticas". Respecto a esto último, se dice que los artistas son los que con mayor frecuencia saben convertir una perspectiva en ilusión óptica; y es justamente lo que el británico Julian Beever y el californiano Kurt Wenner se encargan de lograr en las calles. Estos pintores dibujan con tiza en el pavimento, utilizando una método llamado anamorfismo que crea una ilusión óptica de 3D si se lo percibe en el ángulo correcto.
Internet es el depósito de curiosidades más grande de hoy en día y si de ilusiones se trata, varios videos pueden dejar con la boca abierta y la vista confundida a cualquiera. Hace meses que un dragoncito copó la Web con su mirada penetrante y hasta se puede armar el suyo para tenerlo de guardián y comprobar la ilusión. Otros son: la increíble prueba de las dos piezas iguales, la máscara de Charles Chaplin y una ambulancia, muy parecida al dragón.
Pero... ¿cómo se explican? "Nuestro cerebro se topa continuamente con situaciones visuales complejas a las que asigna soluciones simples en forma automática, inconsciente", explica Bekinschtein. Y continúa: "Las ilusiones ópticas violan lo que el cerebro asume de una escena. Este se adjudica relaciones y patrones entre los objetos de nuestra percepción, las ilusiones ópticas (las auditivas y táctiles también) no cumplen alguna de estas reglas o la contrarían. El cerebro asume distancias, tamaños, perspectivas, fondos y frentes, figuras y movimiento, y completa la escena siempre para que nos parezca coherente".
No hay dudas de que las ilusiones influyen de distinta forma a las personas y que su potencial todavía no ha sido aprovechado del todo. "En principio sorprenden, luego hacen pensar, y si tenemos suerte, nos permiten entender que el cerebro nos cuenta un cuento de cómo es la realidad y que la parte del mundo que vemos no es la misma de la que estamos concientes a cada momento. Nos siguen sorprendiendo porque en un primer momento el sistema visual las analiza del mismo modo que a otros objetos perceptuales visuales, un tiempo después nos damos cuenta de que algo no cierra o algo distinto tiene la imagen, tomamos conciencia de la ilusión óptica y sonreímos. Aunque pasen muchos años nuestro cerebro no va a mirar distinto, lo que puede ocurrir es que nos entrenemos en detectar las incoherencias visuales más rápidamente", concluye el doctor especialista.
Fabricio Soza, Clarín.com
Sus usos pueden ser más variados de lo que se cree. Para el doctor Tristán Bekinschtein, del Departamento de Investigación del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO) no sólo divierten, sino que "sirven para enseñar cómo funciona el cerebro, testear problemas mentales, como terapia cognitiva, investigaciones científicas y creaciones artísticas". Respecto a esto último, se dice que los artistas son los que con mayor frecuencia saben convertir una perspectiva en ilusión óptica; y es justamente lo que el británico Julian Beever y el californiano Kurt Wenner se encargan de lograr en las calles. Estos pintores dibujan con tiza en el pavimento, utilizando una método llamado anamorfismo que crea una ilusión óptica de 3D si se lo percibe en el ángulo correcto.
Internet es el depósito de curiosidades más grande de hoy en día y si de ilusiones se trata, varios videos pueden dejar con la boca abierta y la vista confundida a cualquiera. Hace meses que un dragoncito copó la Web con su mirada penetrante y hasta se puede armar el suyo para tenerlo de guardián y comprobar la ilusión. Otros son: la increíble prueba de las dos piezas iguales, la máscara de Charles Chaplin y una ambulancia, muy parecida al dragón.
Pero... ¿cómo se explican? "Nuestro cerebro se topa continuamente con situaciones visuales complejas a las que asigna soluciones simples en forma automática, inconsciente", explica Bekinschtein. Y continúa: "Las ilusiones ópticas violan lo que el cerebro asume de una escena. Este se adjudica relaciones y patrones entre los objetos de nuestra percepción, las ilusiones ópticas (las auditivas y táctiles también) no cumplen alguna de estas reglas o la contrarían. El cerebro asume distancias, tamaños, perspectivas, fondos y frentes, figuras y movimiento, y completa la escena siempre para que nos parezca coherente".
No hay dudas de que las ilusiones influyen de distinta forma a las personas y que su potencial todavía no ha sido aprovechado del todo. "En principio sorprenden, luego hacen pensar, y si tenemos suerte, nos permiten entender que el cerebro nos cuenta un cuento de cómo es la realidad y que la parte del mundo que vemos no es la misma de la que estamos concientes a cada momento. Nos siguen sorprendiendo porque en un primer momento el sistema visual las analiza del mismo modo que a otros objetos perceptuales visuales, un tiempo después nos damos cuenta de que algo no cierra o algo distinto tiene la imagen, tomamos conciencia de la ilusión óptica y sonreímos. Aunque pasen muchos años nuestro cerebro no va a mirar distinto, lo que puede ocurrir es que nos entrenemos en detectar las incoherencias visuales más rápidamente", concluye el doctor especialista.
Fabricio Soza, Clarín.com
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jordan 12 -
Gerardo Chairez Flores -