Para emprender no hay edad
Más de 15 años purificando aire y más de 6 mil instalaciones para clientes en Estados Unidos, Europa y América Latina son los logros de esta empresa que creó un sistema que controla los microorganismos del aire.
Carlos Lima estudió mecánica y llevaba 14 años trabajando en España en una compañía de ozono industrial para limpiar agua cuando decidió volver a Chile. Venía con una idea en mente: desarrollar un sistema para limpiar aire con oxígeno.
Se instaló con Interozone, representante de la empresa española donde trabajaba, y paralelamente comenzó a desarrollar una tecnología para limpiar el aire de microorganismos.
Contó con el apoyo de universidades y de Fontec de Corfo para desarrollar un aparato que purificaba el aire mediante la activación del oxígeno con el sistema ROS, un efecto físico-químico que elimina los microorganismos del aire en un 100%.
Imponer un sistema
"La entrada al mercado fue muy complicada, porque el que esta innovación estuviera desarrollada en Chile creaba resistencia, sobre todo entre las empresas multinacionales que estaban mirando hacia afuera. Los primeros que confiaron fueron los exportadores 100% chilenos", cuenta Carlos Lima, quien inventó el sistema de purificación de aire y es el principal accionista de Airocare.
Tuvieron que validar el sistema, arrendando equipos y dejándolos gratis en empresas para que lo conocieran. "Hicimos una gran inversión, pero en la medida en que se empezó a conocer, el mercado comenzó a desarrollarse solo". Pioneros fueron la industria frutícola y distintas cadenas de supermercados que lo usan para proteger las zonas donde se manipula carne y pescados de la contaminación de la sala de ventas, y también la industria exportadora de carnes blancas y salmón.
Patente fuera
La innovación de Carlos Lima no se pudo patentar en Chile, porque en nuestro país él no encontró gente especializada en el área que él desarrolló. "No hay especialización en temas de aplicación industrial, entonces optamos por patentarlo en Estados Unidos", dice.
Todo partió cuando Intec de Corfo propuso el sistema de Airocare para que los alumnos de un MBA de la UCLA lo evaluaran. Allá hicieron un plan de negocio y lo propusieron a un grupo de inversionistas que lo compró, pero a condición de patentarlo.
La patente se demoró 3 años, y cuando se la otorgaron se formó la norteamericana Airocare Inc y la compañía aquí se transformó en Airocare Chile, su filial.
En ese momento todo fue mejor. "El que una empresa vea los equipos funcionando en una compañía americana le da mucho más confianza y como factor de marketing es fundamental. Que tenga patente norteamericana, que el Ministerio de Agricultura en Estados Unidos lo haya validado, que seamos una empresa americana, nos va permitiendo entrar en las multinacionales, que fueron reticentes en un principio", cuenta Lima.
Además, le abrió las puertas al mundo. Han vendido aparatos purificadores en Brasil, Argentina, Perú, Colombia, México, Costa Rica, España, Italia, Francia, Holanda, Canadá y Estados Unidos. "Incluso nos han pedido de España, Francia e Italia. Les han preguntado a los exportadores chilenos cómo hacen para que la fruta llegue tan bien. El boca a boca ha sido nuestra principal forma de promoción".
Carlos Lima inició su empresa con un grupo de 3 ingenieros, 4 técnicos y un par de administrativos y con un capital inicial de unos US$100 mil. "Casi todas las utilidades se han reinvertido. En 12 años hemos reinvertido unos US$2 millones de dólares, en validaciones, control de calidad, pruebas y estudios".
Actualmente, Airocare da trabajo a 80 personas, 40 en Chile y 40 en EE.UU., y crecen en Chile a un ritmo de cerca de 10% anual. "Pero el crecimiento es brutal en Estados Unidos, donde se está doblando o triplicando el crecimiento de un año para otro".
A futuro tienen como gran desafío instalar purificadores en construcciones. "Queremos tratar los edificios enfermos, que hoy son un problema", dice Lima.
Ya tienen instalados aparatos en centros médicos ambulatorios con muy buenos resultados y pronostican que en el nicho de los edificios hay una gran oportunidad. "Se podría terminar con la contaminación interna. En la mayoría de los edificios el aire recircula sin filtros de microorganismos y la contaminación entre quienes respiran es grande".
Emprender, no sólo $
"Creo que Chile es un país que podría tener mucho emprendimiento en sectores específicos, clusters como la pesca, fruta, minería, que son los que más aportan a la economía. Ahí somos líderes; por lo tanto, en todo lo que tenga que ver con apoyo para fomentar estas áreas deberíamos ser líderes", explica este emprendedor.
Agrega que su experiencia al emprender fue positiva porque en el sector frutícola encontró un gran respaldo a la innovación.
El apoyo de Corfo les abrió muchas puertas para entrar a compañías que los dejaron funcionar en sus departamentos de investigación y desarrollo o de control de calidad para probar el sistema.
Esto no es sólo plata, sino también ganas de buscar soluciones y elegir bien dónde invertir porque para ser exitoso se necesita una mentalidad innovadora en la industria, si es un sector conservador, no te dejan entrar.
Además recomienda ser perseverante y resistir a los inconvenientes. "Cuando vi los resultados, sabía que esto generaba tantas ventajas, que era lógico que tenía que venderse en todo el mundo", recuerda Carlos Lima.
En 12 años de funciones Airocare ha reinvertido unos US$2 millones en validaciones, control de calidad, pruebas, ensayos y estudios.
Bernardita Aguirre Pascal
Carlos Lima estudió mecánica y llevaba 14 años trabajando en España en una compañía de ozono industrial para limpiar agua cuando decidió volver a Chile. Venía con una idea en mente: desarrollar un sistema para limpiar aire con oxígeno.
Se instaló con Interozone, representante de la empresa española donde trabajaba, y paralelamente comenzó a desarrollar una tecnología para limpiar el aire de microorganismos.
Contó con el apoyo de universidades y de Fontec de Corfo para desarrollar un aparato que purificaba el aire mediante la activación del oxígeno con el sistema ROS, un efecto físico-químico que elimina los microorganismos del aire en un 100%.
Imponer un sistema
"La entrada al mercado fue muy complicada, porque el que esta innovación estuviera desarrollada en Chile creaba resistencia, sobre todo entre las empresas multinacionales que estaban mirando hacia afuera. Los primeros que confiaron fueron los exportadores 100% chilenos", cuenta Carlos Lima, quien inventó el sistema de purificación de aire y es el principal accionista de Airocare.
Tuvieron que validar el sistema, arrendando equipos y dejándolos gratis en empresas para que lo conocieran. "Hicimos una gran inversión, pero en la medida en que se empezó a conocer, el mercado comenzó a desarrollarse solo". Pioneros fueron la industria frutícola y distintas cadenas de supermercados que lo usan para proteger las zonas donde se manipula carne y pescados de la contaminación de la sala de ventas, y también la industria exportadora de carnes blancas y salmón.
Patente fuera
La innovación de Carlos Lima no se pudo patentar en Chile, porque en nuestro país él no encontró gente especializada en el área que él desarrolló. "No hay especialización en temas de aplicación industrial, entonces optamos por patentarlo en Estados Unidos", dice.
Todo partió cuando Intec de Corfo propuso el sistema de Airocare para que los alumnos de un MBA de la UCLA lo evaluaran. Allá hicieron un plan de negocio y lo propusieron a un grupo de inversionistas que lo compró, pero a condición de patentarlo.
La patente se demoró 3 años, y cuando se la otorgaron se formó la norteamericana Airocare Inc y la compañía aquí se transformó en Airocare Chile, su filial.
En ese momento todo fue mejor. "El que una empresa vea los equipos funcionando en una compañía americana le da mucho más confianza y como factor de marketing es fundamental. Que tenga patente norteamericana, que el Ministerio de Agricultura en Estados Unidos lo haya validado, que seamos una empresa americana, nos va permitiendo entrar en las multinacionales, que fueron reticentes en un principio", cuenta Lima.
Además, le abrió las puertas al mundo. Han vendido aparatos purificadores en Brasil, Argentina, Perú, Colombia, México, Costa Rica, España, Italia, Francia, Holanda, Canadá y Estados Unidos. "Incluso nos han pedido de España, Francia e Italia. Les han preguntado a los exportadores chilenos cómo hacen para que la fruta llegue tan bien. El boca a boca ha sido nuestra principal forma de promoción".
Carlos Lima inició su empresa con un grupo de 3 ingenieros, 4 técnicos y un par de administrativos y con un capital inicial de unos US$100 mil. "Casi todas las utilidades se han reinvertido. En 12 años hemos reinvertido unos US$2 millones de dólares, en validaciones, control de calidad, pruebas y estudios".
Actualmente, Airocare da trabajo a 80 personas, 40 en Chile y 40 en EE.UU., y crecen en Chile a un ritmo de cerca de 10% anual. "Pero el crecimiento es brutal en Estados Unidos, donde se está doblando o triplicando el crecimiento de un año para otro".
A futuro tienen como gran desafío instalar purificadores en construcciones. "Queremos tratar los edificios enfermos, que hoy son un problema", dice Lima.
Ya tienen instalados aparatos en centros médicos ambulatorios con muy buenos resultados y pronostican que en el nicho de los edificios hay una gran oportunidad. "Se podría terminar con la contaminación interna. En la mayoría de los edificios el aire recircula sin filtros de microorganismos y la contaminación entre quienes respiran es grande".
Emprender, no sólo $
"Creo que Chile es un país que podría tener mucho emprendimiento en sectores específicos, clusters como la pesca, fruta, minería, que son los que más aportan a la economía. Ahí somos líderes; por lo tanto, en todo lo que tenga que ver con apoyo para fomentar estas áreas deberíamos ser líderes", explica este emprendedor.
Agrega que su experiencia al emprender fue positiva porque en el sector frutícola encontró un gran respaldo a la innovación.
El apoyo de Corfo les abrió muchas puertas para entrar a compañías que los dejaron funcionar en sus departamentos de investigación y desarrollo o de control de calidad para probar el sistema.
Esto no es sólo plata, sino también ganas de buscar soluciones y elegir bien dónde invertir porque para ser exitoso se necesita una mentalidad innovadora en la industria, si es un sector conservador, no te dejan entrar.
Además recomienda ser perseverante y resistir a los inconvenientes. "Cuando vi los resultados, sabía que esto generaba tantas ventajas, que era lógico que tenía que venderse en todo el mundo", recuerda Carlos Lima.
En 12 años de funciones Airocare ha reinvertido unos US$2 millones en validaciones, control de calidad, pruebas, ensayos y estudios.
Bernardita Aguirre Pascal
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