La energía solar conquista nuevas fronteras
Aunque la electricidad proveniente del sol es más cara de producir que la de fuentes como carbón y gas, España lidera esa tecnología. En los áridos llanos en las afueras de Sevilla, en España, se levanta una torre de concreto de unos 115 metros, rodeada de 600 espejos gigantescos. En conjunto, representan una nueva generación de plantas de energía solar que serán capaces de producir electricidad suficiente para abastecer a una ciudad de 6.000 habitantes.
La planta funciona con una tecnología llamada concentración de energía solar (CSP, por sus siglas en inglés), que podría ser el santo grial de la industria energética, puesto que brinda la posibilidad de generar energía solar comercializable a gran escala.
A pesar de que la electricidad proveniente del sol es más cara de producir que la energía de fuentes tradicionales como el carbón y el gas natural, las compañías y gobiernos de Europa están presionando para que esta tecnología progrese como parte de su búsqueda de fuentes energéticas renovables y que no empeoren el calentamiento global.
Los proyectos de CSP se reparten por todo el mundo, pero España lleva la delantera con su sistema de incentivos. La Unión Europea, como parte de su lucha contra el calentamiento global bajo el Tratado de Kioto, fijó una meta para los países miembros: duplicar la cantidad de electricidad generada por fuentes renovables de energía a 12% para 2010. El gobierno alemán también concede subsidios para promocionar la instalación de paneles fotovoltaicos en edificios y hogares. Después de la energía eólica, la termoeléctrica solar es la siguiente energía renovable que puede usarse a gran escala, asegura Todd Allmendinger de Emerging Energy Research en Barcelona.
Una tecnología con futuro
Pese a que la tecnología de CSP está todavía en fase de desarrollo, las compañías energéticas y firmas de ingeniería especializada han empezado a invertir en ella. En todo el mundo se contemplan 45 proyectos de CSP y se espera que cuatro plantas empiecen a operar comercialmente en los próximos 18 meses en Estados Unidos y España, según Emerging Energy Research.
Estas plantas son mucho más potentes que los clásicos paneles fotovoltaicos, que usan semiconductores para convertir la luz solar en electricidad.
Una instalación típica de paneles solares en un tejado, por ejemplo, puede generar unos 400 kilovatios, suficiente para abastecer a una oficina de tamaño mediano. En contraste, una planta de CSP, como la que la empresa de ingeniería y construcción española Abengoa SA está construyendo en Sevilla, genera unos 11 megavatios, que abastecen una pequeña ciudad.
La tecnología CSP parte de una gran cantidad de espejos que siguen al sol y recogen su calor. En la planta cerca de Sevilla, los espejos dirigen los rayos del sol hacia un único punto. El calor que resulta de la concentración de la luz genera vapor, que a su vez impulsa una turbina. Parte del calor es almacenado en aceite o sal derretida para que la turbina siga funcionando después de la puesta de sol.
Pese al optimismo de la industria, apenas un 2% de la electricidad mundial de 2004 fue generada por fuentes alternativas, como el viento y el sol, según la Agencia Internacional de Energía. Aun así, algunos expertos creen que esta vez podría ser diferente porque las plantas de CSP producen energía a gran escala.
Debido a que las plantas CSP no producen emisiones pueden desplegarse en cualquier lugar donde brille el sol, han tenido una buena acogida entre ecologistas y autoridades. Pese a que se está volviendo más barata, aún cuesta entre 12 y 15 centavos de dólar generar un kilovatio en una planta CSP, frente a los 4 centavos de dólar cuando proviene de una planta de carbón.
Carrera energética
España, donde la demanda por electricidad crece entre un 4% y un 6% al año y su clima soleado y seco es ideal para la energía solar, se ha convertido en el líder de la promoción de la tecnología CSP. Madrid se ha fijado el objetivo de construir una central termoeléctrica solar con capacidad para generar 500 megavatios para 2010. Para lograrlo, ha inaugurado un sistema de tarifas por las plantas CSP que requiere que las compañías energéticas compren su electricidad a un precio más caro para fomentar la tecnología. Este incentivo ha desatado una carrera por construir proyectos de CSP cuya producción está a punto de superar el objetivo fijado por el gobierno. Iberdrola SA, la segunda mayor energética del país en términos de ingresos y capacidad de producción, planea construir 550 megavatios de capacidad CSP.
Por su parte, la firma alemana Solar Millenium AG también tiene proyectos para construir plantas similares en suelo español. Abengoa, a su vez, tiene proyectadas otras siete plantas en la zona de Sevilla, que serán capaces de abastecer a 180.000 hogares. La construcción de una nueva planta cuesta entre US$250 millones y US$500 millones, según el tipo de tecnología CSP que se use.
POR LEILA ABBOUD - THE WALL STREET JOURNAL
La planta funciona con una tecnología llamada concentración de energía solar (CSP, por sus siglas en inglés), que podría ser el santo grial de la industria energética, puesto que brinda la posibilidad de generar energía solar comercializable a gran escala.
A pesar de que la electricidad proveniente del sol es más cara de producir que la energía de fuentes tradicionales como el carbón y el gas natural, las compañías y gobiernos de Europa están presionando para que esta tecnología progrese como parte de su búsqueda de fuentes energéticas renovables y que no empeoren el calentamiento global.
Los proyectos de CSP se reparten por todo el mundo, pero España lleva la delantera con su sistema de incentivos. La Unión Europea, como parte de su lucha contra el calentamiento global bajo el Tratado de Kioto, fijó una meta para los países miembros: duplicar la cantidad de electricidad generada por fuentes renovables de energía a 12% para 2010. El gobierno alemán también concede subsidios para promocionar la instalación de paneles fotovoltaicos en edificios y hogares. Después de la energía eólica, la termoeléctrica solar es la siguiente energía renovable que puede usarse a gran escala, asegura Todd Allmendinger de Emerging Energy Research en Barcelona.
Una tecnología con futuro
Pese a que la tecnología de CSP está todavía en fase de desarrollo, las compañías energéticas y firmas de ingeniería especializada han empezado a invertir en ella. En todo el mundo se contemplan 45 proyectos de CSP y se espera que cuatro plantas empiecen a operar comercialmente en los próximos 18 meses en Estados Unidos y España, según Emerging Energy Research.
Estas plantas son mucho más potentes que los clásicos paneles fotovoltaicos, que usan semiconductores para convertir la luz solar en electricidad.
Una instalación típica de paneles solares en un tejado, por ejemplo, puede generar unos 400 kilovatios, suficiente para abastecer a una oficina de tamaño mediano. En contraste, una planta de CSP, como la que la empresa de ingeniería y construcción española Abengoa SA está construyendo en Sevilla, genera unos 11 megavatios, que abastecen una pequeña ciudad.
La tecnología CSP parte de una gran cantidad de espejos que siguen al sol y recogen su calor. En la planta cerca de Sevilla, los espejos dirigen los rayos del sol hacia un único punto. El calor que resulta de la concentración de la luz genera vapor, que a su vez impulsa una turbina. Parte del calor es almacenado en aceite o sal derretida para que la turbina siga funcionando después de la puesta de sol.
Pese al optimismo de la industria, apenas un 2% de la electricidad mundial de 2004 fue generada por fuentes alternativas, como el viento y el sol, según la Agencia Internacional de Energía. Aun así, algunos expertos creen que esta vez podría ser diferente porque las plantas de CSP producen energía a gran escala.
Debido a que las plantas CSP no producen emisiones pueden desplegarse en cualquier lugar donde brille el sol, han tenido una buena acogida entre ecologistas y autoridades. Pese a que se está volviendo más barata, aún cuesta entre 12 y 15 centavos de dólar generar un kilovatio en una planta CSP, frente a los 4 centavos de dólar cuando proviene de una planta de carbón.
Carrera energética
España, donde la demanda por electricidad crece entre un 4% y un 6% al año y su clima soleado y seco es ideal para la energía solar, se ha convertido en el líder de la promoción de la tecnología CSP. Madrid se ha fijado el objetivo de construir una central termoeléctrica solar con capacidad para generar 500 megavatios para 2010. Para lograrlo, ha inaugurado un sistema de tarifas por las plantas CSP que requiere que las compañías energéticas compren su electricidad a un precio más caro para fomentar la tecnología. Este incentivo ha desatado una carrera por construir proyectos de CSP cuya producción está a punto de superar el objetivo fijado por el gobierno. Iberdrola SA, la segunda mayor energética del país en términos de ingresos y capacidad de producción, planea construir 550 megavatios de capacidad CSP.
Por su parte, la firma alemana Solar Millenium AG también tiene proyectos para construir plantas similares en suelo español. Abengoa, a su vez, tiene proyectadas otras siete plantas en la zona de Sevilla, que serán capaces de abastecer a 180.000 hogares. La construcción de una nueva planta cuesta entre US$250 millones y US$500 millones, según el tipo de tecnología CSP que se use.
POR LEILA ABBOUD - THE WALL STREET JOURNAL
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