Colaboradores, empresarios y líderes sindicales evalúan manejo económico de Pinochet
"Comprendió que el problema no era sólo tener que enfrentar un ajuste económico, sino que la nueva realidad obligaba, en un momento especialmente difícil, a reformar profundamente la economía chilena. Demostró así que era un verdadero estadista", dice el ex ministro de Hacienda, Hernán Büchi, pieza clave en las profundas transformaciones económicas que se impulsaron durante el gobierno de Augusto Pinochet y que hoy son reconocidas, incluso, por sus detractores como su principal legado.
Desde Buenos Aires, donde se encontraba cuando se enteró de la noticia del fallecimiento de Augusto Pinochet, Büchi destaca que pese a no tener formación en materias económicas, el ex gobernante tuvo la visión necesaria para apoyar las medidas que permitieron frenar la inflación, contar con un Banco Central autónomo, equilibrar las cuentas fiscales, abrir la economía y crear un nuevo sistema de pensiones, entre otras.
Quien fuera ministro de Hacienda entre 1984 y 1985, Luis Escobar Cerda, también destaca el coraje político que significó llevar adelante reformas económicas de esta envergadura. "Es fácil decir Chile se va a incorporar al mundo globalizado... se va a privatizar la seguridad social, se va a crear un nuevo sistema de salud, vamos a reformar la política educacional. Lo difícil es hacerlo, pero se hizo". El ex colaborador destaca que estos cambios perduran hasta el día de hoy.
Las últimas medidas
Martín Costabal, ministro de Hacienda hasta 1990, afirma que "Pinochet fue tremendamente visionario. Se jugó por cosas nuevas en materia económica, y después el tiempo le ha dado tremendamente la razón. Esto es parecido al fallecimiento de Milton Friedman. Ambos fueron personas que, en cierto modo, predicaron en el desierto. Recordemos que en Chile se empezaron a hacer privatizaciones antes que la señora (Margaret) Thatcher (ex Primera Ministra de Inglaterra) lo hiciera en su país. La idea de apertura al comercio exterior es otro ejemplo de una visión muy grande del gobierno que él encabezó".
Costabal recuerda lo que fueron los últimos meses de la administración económica del Gobierno liderado por Pinochet, en 1989, cuando asumió como ministro de Hacienda en reemplazo de Enrique Seguel.
"Nos preocupamos de dejar todo ordenado para la siguiente administración. Esa fue una instrucción directa del Presidente. Eso implicó que hubiera muchas reuniones con las futuras autoridades. Así, yo me junté con Alejandro Foxley", recuerda.
Incluso, el ex ministro dice que fueron sumamente "cuidadosos y respetuosos" con la definición presupuestaria para 1990. "Teníamos la misión de no hacer ningún tipo de compromiso con los recursos del presupuesto del año siguiente", precisa.
A esto se suma que Costabal fue el primer ministro de Hacienda que trabajó con un Banco Central autónomo. De hecho, Seguel había dejado el ministerio para ser consejero del instituto emisor: "Justo ahí hubo que tomar decisiones importantes. Yo veía que la economía mostraba señales de recalentamiento. Podríamos enfrentar problemas de déficit de cuenta corriente y en la balanza de pagos. Incluso se planteó la posibilidad de hacer una devaluación. Al final el Central subió la tasa de interés"
Crítica sindical
La visión es muchísimo más negativa para uno de los dirigentes sindicales más importantes de los 80, Rodolfo Seguel.
Uno de los fundadores del Comando Nacional de Trabajadores (CNT), junto al fallecido Manuel Bustos, dice que el Gobierno Militar fue un período "negativo" para los trabajadores. "No hubo diálogo, sí hubo mucha represión, incluso hechos irrepetibles en la historia de Chile como la muerte de Tucapel Jiménez", sostiene.
Seguel destaca, en todo caso, que el haber conformado un movimiento como el que encabezó, permitió despertar a un gran grupo de la población que, a su juicio, "vivía en un gran descontento, por los problemas sociales y por el daño que provocaban el Plan Laboral y la reforma previsional impulsada".
De hecho, dice que la conformación de estos grandes sindicatos tuvieron un impacto "igual, o incluso mayor" que el plebiscito del año 1988.
Sostiene que la reforma laboral y previsional, en particular con la creación de las AFP, han significado sólo perjuicios "y una herencia muy dañina para los trabajadores".
Lamenta que los trabajadores no hayan tenido un interlocutor válido en el Gobierno de Pinochet.
Dice que sólo una vez concretaron una reunión, en 1984, con el entrante ministro del Interior, Sergio Onofre Jarpa.
"Lo que le planteé es que se reintegraran los 10 mil trabajadores del cobre que habían sido despedidos, pero no fuimos realmente escuchados", critica el ex diputado de la Democracia Cristiana.
Los apoyos, asegura, los encontraron mucho más en la mediana y gran empresa.
Por último, critica también a los actuales movimientos sindicales. Asegura que "mientras en ese momento era unitario y combativo, el de ahora es mucho más disgregado y pasivo".
Reacción del empresariado
Independiente de colores políticos, los hombres de negocios coinciden en destacar la institucionalidad económica como el mayor legado del gobierno de Augusto Pinochet.
"Contribuyó a instaurar el sistema económico que le ha permitido al país tener prosperidad y reducir la pobreza", señala Andrés Santa Cruz, ex presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA).
Más matices existen al evaluar los aspectos macroeconómicos. En ese sentido, Hans Eben, director de empresas, aplaude lo que a su juicio fue la "fundación de las bases de lo que es hoy Chile, pero señala que quedó pendiente mejorar la distribución del ingreso, "aunque ha quedado claro que ese es un problema propio de la globalización".
Y al hablar de lo peor de su gobierno, surgen las violaciones a los derechos humanos y los escándalos financieros que se conocieron en el último tiempo.
"Hizo una transformación en lo económico que puso al país de pie. Lo malo es que le faltaron oídos para las críticas". María Teresa Infante, Ministra del Trabajo de 1989 a 1990
"Es difícil de explicar, dada su formación, su visión para reformar profundamente la economía chilena y sentar las bases del período de desarrollo más exitoso de nuestra historia". HERNÁN BÜCHI, Ministro de Hacienda 1985-1989
"Hizo cambios en la conducción de la política económica y cambios institucionales de gran trascendencia. Esas cosas requieren de decisión política". LUIS ESCOBAR CERDA, Ministro de Hacienda 1984-1985
"Fue tremendamente visionario. Empezó a hacer privatizaciones antes que la señora Thatcher las iniciara en Inglaterra. La apertura al comercio exterior es otro ejemplo". MARTÍN COSTABAL, Ministro de Hacienda 1989-1990
M. Tamblay, F. Derosas, P. Rey, T. Busch
Desde Buenos Aires, donde se encontraba cuando se enteró de la noticia del fallecimiento de Augusto Pinochet, Büchi destaca que pese a no tener formación en materias económicas, el ex gobernante tuvo la visión necesaria para apoyar las medidas que permitieron frenar la inflación, contar con un Banco Central autónomo, equilibrar las cuentas fiscales, abrir la economía y crear un nuevo sistema de pensiones, entre otras.
Quien fuera ministro de Hacienda entre 1984 y 1985, Luis Escobar Cerda, también destaca el coraje político que significó llevar adelante reformas económicas de esta envergadura. "Es fácil decir Chile se va a incorporar al mundo globalizado... se va a privatizar la seguridad social, se va a crear un nuevo sistema de salud, vamos a reformar la política educacional. Lo difícil es hacerlo, pero se hizo". El ex colaborador destaca que estos cambios perduran hasta el día de hoy.
Las últimas medidas
Martín Costabal, ministro de Hacienda hasta 1990, afirma que "Pinochet fue tremendamente visionario. Se jugó por cosas nuevas en materia económica, y después el tiempo le ha dado tremendamente la razón. Esto es parecido al fallecimiento de Milton Friedman. Ambos fueron personas que, en cierto modo, predicaron en el desierto. Recordemos que en Chile se empezaron a hacer privatizaciones antes que la señora (Margaret) Thatcher (ex Primera Ministra de Inglaterra) lo hiciera en su país. La idea de apertura al comercio exterior es otro ejemplo de una visión muy grande del gobierno que él encabezó".
Costabal recuerda lo que fueron los últimos meses de la administración económica del Gobierno liderado por Pinochet, en 1989, cuando asumió como ministro de Hacienda en reemplazo de Enrique Seguel.
"Nos preocupamos de dejar todo ordenado para la siguiente administración. Esa fue una instrucción directa del Presidente. Eso implicó que hubiera muchas reuniones con las futuras autoridades. Así, yo me junté con Alejandro Foxley", recuerda.
Incluso, el ex ministro dice que fueron sumamente "cuidadosos y respetuosos" con la definición presupuestaria para 1990. "Teníamos la misión de no hacer ningún tipo de compromiso con los recursos del presupuesto del año siguiente", precisa.
A esto se suma que Costabal fue el primer ministro de Hacienda que trabajó con un Banco Central autónomo. De hecho, Seguel había dejado el ministerio para ser consejero del instituto emisor: "Justo ahí hubo que tomar decisiones importantes. Yo veía que la economía mostraba señales de recalentamiento. Podríamos enfrentar problemas de déficit de cuenta corriente y en la balanza de pagos. Incluso se planteó la posibilidad de hacer una devaluación. Al final el Central subió la tasa de interés"
Crítica sindical
La visión es muchísimo más negativa para uno de los dirigentes sindicales más importantes de los 80, Rodolfo Seguel.
Uno de los fundadores del Comando Nacional de Trabajadores (CNT), junto al fallecido Manuel Bustos, dice que el Gobierno Militar fue un período "negativo" para los trabajadores. "No hubo diálogo, sí hubo mucha represión, incluso hechos irrepetibles en la historia de Chile como la muerte de Tucapel Jiménez", sostiene.
Seguel destaca, en todo caso, que el haber conformado un movimiento como el que encabezó, permitió despertar a un gran grupo de la población que, a su juicio, "vivía en un gran descontento, por los problemas sociales y por el daño que provocaban el Plan Laboral y la reforma previsional impulsada".
De hecho, dice que la conformación de estos grandes sindicatos tuvieron un impacto "igual, o incluso mayor" que el plebiscito del año 1988.
Sostiene que la reforma laboral y previsional, en particular con la creación de las AFP, han significado sólo perjuicios "y una herencia muy dañina para los trabajadores".
Lamenta que los trabajadores no hayan tenido un interlocutor válido en el Gobierno de Pinochet.
Dice que sólo una vez concretaron una reunión, en 1984, con el entrante ministro del Interior, Sergio Onofre Jarpa.
"Lo que le planteé es que se reintegraran los 10 mil trabajadores del cobre que habían sido despedidos, pero no fuimos realmente escuchados", critica el ex diputado de la Democracia Cristiana.
Los apoyos, asegura, los encontraron mucho más en la mediana y gran empresa.
Por último, critica también a los actuales movimientos sindicales. Asegura que "mientras en ese momento era unitario y combativo, el de ahora es mucho más disgregado y pasivo".
Reacción del empresariado
Independiente de colores políticos, los hombres de negocios coinciden en destacar la institucionalidad económica como el mayor legado del gobierno de Augusto Pinochet.
"Contribuyó a instaurar el sistema económico que le ha permitido al país tener prosperidad y reducir la pobreza", señala Andrés Santa Cruz, ex presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA).
Más matices existen al evaluar los aspectos macroeconómicos. En ese sentido, Hans Eben, director de empresas, aplaude lo que a su juicio fue la "fundación de las bases de lo que es hoy Chile, pero señala que quedó pendiente mejorar la distribución del ingreso, "aunque ha quedado claro que ese es un problema propio de la globalización".
Y al hablar de lo peor de su gobierno, surgen las violaciones a los derechos humanos y los escándalos financieros que se conocieron en el último tiempo.
"Hizo una transformación en lo económico que puso al país de pie. Lo malo es que le faltaron oídos para las críticas". María Teresa Infante, Ministra del Trabajo de 1989 a 1990
"Es difícil de explicar, dada su formación, su visión para reformar profundamente la economía chilena y sentar las bases del período de desarrollo más exitoso de nuestra historia". HERNÁN BÜCHI, Ministro de Hacienda 1985-1989
"Hizo cambios en la conducción de la política económica y cambios institucionales de gran trascendencia. Esas cosas requieren de decisión política". LUIS ESCOBAR CERDA, Ministro de Hacienda 1984-1985
"Fue tremendamente visionario. Empezó a hacer privatizaciones antes que la señora Thatcher las iniciara en Inglaterra. La apertura al comercio exterior es otro ejemplo". MARTÍN COSTABAL, Ministro de Hacienda 1989-1990
M. Tamblay, F. Derosas, P. Rey, T. Busch
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