¿Riqueza o poder? ¿Qué quiere realmente el empresario?
Muchos entran al mundo de los negocios con ánimos de lucro. Otros, prefieren el poder. La preferencia de cada empresario puede marcar el destino de su proyecto.
Ya desde la época de Adam Smith sabemos que el ansia de lucro es una de las motivaciones fundamentales del empresario. No es casualidad que las revistas Forbes y Fortune lleven años elaborando rankings de los hombres más ricos de la Tierra.
Sin embargo, pocos llegan a ser Bill Gates, Steve Jobs o Jeff Bezos. De hecho, las estadísticas indican que, en conjunto, los entrepreneurs no ganan más dinero del que ganarían trabajando como empleados. Y ni hablar de los riesgos que corren en el proceso. Entonces, ¿qué sentido tiene fundar una empresa si el objetivo fuera sólo el éxito financiero?
Según el artículo Rich or Royal: What Do Founders Want? de Harvard Business School, no todo se trata de dinero. Según el profesor de Entrepreneurship de Harvard, Noam Wasserman, en cada empresario subyacen dos motivaciones fundamentales: riqueza y poder. ¿Son compatibles? Veamos...
Usted ha fundado una empresa relativamente exitosa. Está ganando dinero (aunque no demasiado). Ahora, llega el momento de decidir sobre el futuro: ¿seguir en la misma situación o expandirse?
Si elige expandirse, tendrá que buscar inversores. Y ellos le exigirán acciones y poder de decisión. Así, la única forma que usted tiene para acercarse a la riqueza es cediendo parte del control de su proyecto.
Este es, según Wasserman, el gran conflicto que enfrentan los entrepreneurs en momentos clave de su aventura corporativa. A la hora de decidir sobre la estrategia futura, se les presenta la disyuntiva: ¿sigo solo o busco inversores? Seguir solo es mantener el poder sacrificando riqueza. Buscar inversores es perseguir la riqueza cediendo poder.
A la hora de tomar esta decisión, señala Wasserman, las características psicológicas del entrepreneur son clave.
Si a usted lo impulsa el ansia de riqueza, hará el trato con los inversores sin preocuparse por perder parte del control. Pero si a usted lo motiva el poder, seguramente elegirá un crecimiento menor para preservar el control de su compañía.
De esta forma, señala la investigación de Harvard, en muchos casos las motivaciones psicológicas del entrepreneur impactan fuertemente en el curso que tomará la empresa.
Sólo unos pocos privilegiados como Larry Ellison (Oracle), Marc Benioff (SalesForce.com) y Phil Knight (Nike) se han quedado con el pan y la torta.
Sin embargo, para el común de los mortales, existe un inevitable trade-off: ¿ser el indiscutible número uno de una compañía relativamente pequeña o compartir el poder sobre un proyecto más grande? En definitiva, ¿cuál es su verdadera motivación? ¿Riqueza o poder?
Ya desde la época de Adam Smith sabemos que el ansia de lucro es una de las motivaciones fundamentales del empresario. No es casualidad que las revistas Forbes y Fortune lleven años elaborando rankings de los hombres más ricos de la Tierra.
Sin embargo, pocos llegan a ser Bill Gates, Steve Jobs o Jeff Bezos. De hecho, las estadísticas indican que, en conjunto, los entrepreneurs no ganan más dinero del que ganarían trabajando como empleados. Y ni hablar de los riesgos que corren en el proceso. Entonces, ¿qué sentido tiene fundar una empresa si el objetivo fuera sólo el éxito financiero?
Según el artículo Rich or Royal: What Do Founders Want? de Harvard Business School, no todo se trata de dinero. Según el profesor de Entrepreneurship de Harvard, Noam Wasserman, en cada empresario subyacen dos motivaciones fundamentales: riqueza y poder. ¿Son compatibles? Veamos...
Usted ha fundado una empresa relativamente exitosa. Está ganando dinero (aunque no demasiado). Ahora, llega el momento de decidir sobre el futuro: ¿seguir en la misma situación o expandirse?
Si elige expandirse, tendrá que buscar inversores. Y ellos le exigirán acciones y poder de decisión. Así, la única forma que usted tiene para acercarse a la riqueza es cediendo parte del control de su proyecto.
Este es, según Wasserman, el gran conflicto que enfrentan los entrepreneurs en momentos clave de su aventura corporativa. A la hora de decidir sobre la estrategia futura, se les presenta la disyuntiva: ¿sigo solo o busco inversores? Seguir solo es mantener el poder sacrificando riqueza. Buscar inversores es perseguir la riqueza cediendo poder.
A la hora de tomar esta decisión, señala Wasserman, las características psicológicas del entrepreneur son clave.
Si a usted lo impulsa el ansia de riqueza, hará el trato con los inversores sin preocuparse por perder parte del control. Pero si a usted lo motiva el poder, seguramente elegirá un crecimiento menor para preservar el control de su compañía.
De esta forma, señala la investigación de Harvard, en muchos casos las motivaciones psicológicas del entrepreneur impactan fuertemente en el curso que tomará la empresa.
Sólo unos pocos privilegiados como Larry Ellison (Oracle), Marc Benioff (SalesForce.com) y Phil Knight (Nike) se han quedado con el pan y la torta.
Sin embargo, para el común de los mortales, existe un inevitable trade-off: ¿ser el indiscutible número uno de una compañía relativamente pequeña o compartir el poder sobre un proyecto más grande? En definitiva, ¿cuál es su verdadera motivación? ¿Riqueza o poder?
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