Chile: "La operación avión presidencial está decidida"
No descartó que los US$ 50 millones se financien con recursos del cobre. Un máximo de 50 millones de dólares autorizó Hacienda para la compra del avión de transporte de la Fuerza Aérea de Chile, que será acondicionado como presidencial para los viajes intercontinentales de la Presidenta Michelle Bachelet.
El financiamiento -según la ministra de Defensa, Vivianne Blanlot- está considerado en el "espacio de gasto", sin descartar que los recursos sean obtenidos de la ley reservada del cobre "porque es material operativo de nuestro sistema de Defensa".
Los costos de un avión presidencial nuevo oscilan entre 150 y 300 millones de dólares y por eso -dijo- se optó por la opción de acondicionar una nave de transporte y mantener el actual Boeing 737 para los vuelos nacionales.
"Como hito, por lo menos hay financiamiento para eso (...) Está decidido hacer la operación y se está en busca de cuál sería la opción más adecuada dentro de lo que está ofreciendo el mercado hoy día", dijo la ministra antes de ingresar a una reunión con la Presidenta en La Moneda, junto a la plana mayor del Ejército para ver el plan de desarrollo estratégico de esa institución.
Las cotizaciones están a cargo del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea de Chile y la competencia más fuerte está centrada en dos empresas desde diciembre: la Boeing, con los modelos 767 200 ER y 767 300 ER y Airbus, con un A340-300 MSN16.
Fuentes de Defensa informaron a "El Mercurio" que el nuevo avión reemplazará a "El Águila", un Boeing 707, de la década del 60, y será pintado de gris, como todos los aviones de la Fuerza Aérea.
En cuanto a los plazos de operación, la ministra Blanlot sostuvo que se espera que éstos sean lo antes posible. No obstante hizo ver que Chile, por lo general, no compra aviones nuevos. "Nosotros -dijo- no entramos a una fábrica, encargamos un avión nuevo y lo compramos. En general, buscamos oportunidades dentro de aviones adecuados que se están dando de baja en otras fuerzas aéreas, vamos y compramos. O de líneas aéreas compramos algo que esté a buen precio, en buen estado y que podamos usar nosotros".
En esa línea enfatizó que los aviones usados necesitan un tiempo para ponerlos a punto, que es variable. En algunos casos éstos son entregados después de seis meses y a partir de esa fecha hay seis meses más para ponerlos a punto.
Frente a los cuestionamientos de la oposición, enfatizó que la derecha "en ningún momento" le ha expresado objeciones a la renovación de los equipos, pues algunos tienen más de 40 años de operación.
Fue insistente en que Chile no tiene la capacidad para adquirir un avión presidencial exclusivo de esas magnitudes. "Un avión presidencial -sentenció- no va a haber, sí un avión de transporte que permita adosar un kit que permita ser usado cuatro, cinco o seis veces al año por la Presidenta para viajes de larga duración".
Los pasos de la compra
Bajo el más absoluto de los secretos se comenzó a gestar hace unos meses la compra del nuevo avión presidencial. La semana pasada "El Mercurio" tuvo acceso a los documentos técnicos que presentaron en diciembre recién pasado las dos grandes empresas de la aeronáutica mundial (Boeing y Airbus) a las autoridades chilenas y pudo conversar con cercanos a las negociaciones quienes confirmaron que la compra era un hecho. Uno de los informes -titulado "The A340-300 for Government of Chile"- incluso mostraba con lujo de detalles como sería la oficina de Michelle Bachelet en su interior.
Las ofertas presentadas por las firmas multinacionales oscilaron entre los US$ 30 millones y US$ 45 millones (unos $27 mil millones aproximadamente). Los modelos que está barajando la Dirección de Racionalización y Desarrollo de la Fuerza Áerea de Chile -encargada del proceso de compra- son en el caso de Boeing, el 767 200 ER y 767 300 ER, mientras que Airbus ofreció un A340-300 MSN16.
Los expertos consultados y representantes políticos mostraron interés en hacer más abierto el proceso de compra. No sólo para comparar las propuestas de las compañías aeronáuticas sino que tener "coraje político de decir que se comprará un avión para transporte presidencial", dijo un analista.
N. YÁÑEZ, M. CAMPUSANO, MARILY LÜDERS
El financiamiento -según la ministra de Defensa, Vivianne Blanlot- está considerado en el "espacio de gasto", sin descartar que los recursos sean obtenidos de la ley reservada del cobre "porque es material operativo de nuestro sistema de Defensa".
Los costos de un avión presidencial nuevo oscilan entre 150 y 300 millones de dólares y por eso -dijo- se optó por la opción de acondicionar una nave de transporte y mantener el actual Boeing 737 para los vuelos nacionales.
"Como hito, por lo menos hay financiamiento para eso (...) Está decidido hacer la operación y se está en busca de cuál sería la opción más adecuada dentro de lo que está ofreciendo el mercado hoy día", dijo la ministra antes de ingresar a una reunión con la Presidenta en La Moneda, junto a la plana mayor del Ejército para ver el plan de desarrollo estratégico de esa institución.
Las cotizaciones están a cargo del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea de Chile y la competencia más fuerte está centrada en dos empresas desde diciembre: la Boeing, con los modelos 767 200 ER y 767 300 ER y Airbus, con un A340-300 MSN16.
Fuentes de Defensa informaron a "El Mercurio" que el nuevo avión reemplazará a "El Águila", un Boeing 707, de la década del 60, y será pintado de gris, como todos los aviones de la Fuerza Aérea.
En cuanto a los plazos de operación, la ministra Blanlot sostuvo que se espera que éstos sean lo antes posible. No obstante hizo ver que Chile, por lo general, no compra aviones nuevos. "Nosotros -dijo- no entramos a una fábrica, encargamos un avión nuevo y lo compramos. En general, buscamos oportunidades dentro de aviones adecuados que se están dando de baja en otras fuerzas aéreas, vamos y compramos. O de líneas aéreas compramos algo que esté a buen precio, en buen estado y que podamos usar nosotros".
En esa línea enfatizó que los aviones usados necesitan un tiempo para ponerlos a punto, que es variable. En algunos casos éstos son entregados después de seis meses y a partir de esa fecha hay seis meses más para ponerlos a punto.
Frente a los cuestionamientos de la oposición, enfatizó que la derecha "en ningún momento" le ha expresado objeciones a la renovación de los equipos, pues algunos tienen más de 40 años de operación.
Fue insistente en que Chile no tiene la capacidad para adquirir un avión presidencial exclusivo de esas magnitudes. "Un avión presidencial -sentenció- no va a haber, sí un avión de transporte que permita adosar un kit que permita ser usado cuatro, cinco o seis veces al año por la Presidenta para viajes de larga duración".
Los pasos de la compra
Bajo el más absoluto de los secretos se comenzó a gestar hace unos meses la compra del nuevo avión presidencial. La semana pasada "El Mercurio" tuvo acceso a los documentos técnicos que presentaron en diciembre recién pasado las dos grandes empresas de la aeronáutica mundial (Boeing y Airbus) a las autoridades chilenas y pudo conversar con cercanos a las negociaciones quienes confirmaron que la compra era un hecho. Uno de los informes -titulado "The A340-300 for Government of Chile"- incluso mostraba con lujo de detalles como sería la oficina de Michelle Bachelet en su interior.
Las ofertas presentadas por las firmas multinacionales oscilaron entre los US$ 30 millones y US$ 45 millones (unos $27 mil millones aproximadamente). Los modelos que está barajando la Dirección de Racionalización y Desarrollo de la Fuerza Áerea de Chile -encargada del proceso de compra- son en el caso de Boeing, el 767 200 ER y 767 300 ER, mientras que Airbus ofreció un A340-300 MSN16.
Los expertos consultados y representantes políticos mostraron interés en hacer más abierto el proceso de compra. No sólo para comparar las propuestas de las compañías aeronáuticas sino que tener "coraje político de decir que se comprará un avión para transporte presidencial", dijo un analista.
N. YÁÑEZ, M. CAMPUSANO, MARILY LÜDERS
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