Cómo detectar los primeros síntomas de la droga
El compromiso de los padres, sus controles y sus límites, son cruciales a la hora de prevenir el uso de drogas. Un estudio de SEDRONAR lo confirmó con datos precisos. "Los estudiantes cuyos padres tienen actitudes de mayor atención y cuidado respecto de la vida de sus hijos tienen una tasa de consumo del 4%, mientras que en los hijos de padres menos involucrados la tasa es del 18%".
Según surge de los propios chicos, "cuando los padres no preguntan adónde van cuando salen o no controlan la hora de llegada, la tasa de consumo se duplica en relación a los padres que saben, controlan y preguntan". Lo mismo ocurre en la escuela: hay menor uso de drogas en las que tienen una disciplina más exigente.
"Los padres deben promover vínculos de confianza con los adolescentes, generando proyectos comunes o compartidos y mejorando el nivel de alerta", dice Verónica Mora, especialista en adicciones de la Asociación de Psiquiatras Argentinos.
Según Carlos Souza, cuando uno teme que su hijo esté usando drogas debe esquivar la tentación inicial de "transformarse en detective" y buscar signos por otro lado: "Hay que observar la evolución global de los hijos: si cumplen sus responsabilidades, si llevan adelante sus proyectos, si tienen amigos positivos, si evitan las situaciones familiares".
Un olor fuerte en la ropa, los ojos rojos, la ansiedad por comer dulces, la falta de atención, pueden ser signos de uso de marihuana. En el caso de la cocaína, hay otras señales: "Si encuentra papelitos metalizados (envoltorios de cocaína) o ve que su hijo tiene las pupilas dilatadas, bajó de peso y tiene rigidez o pérdida muscular; si ve que se siente atacado sin motivos, está más agresivo o se aísla, puede estar usando cocaína", explica Souza.
El tratamiento de las adicciones es complejo. "La droga es la punta del iceberg. En la parte sumergida hay una personalidad inmadura, con un cúmulo de problemas no resueltos. Hay que traspasar esa barrera para dar lugar a las emociones y malestares que subyacen al consumo", dice.
Según surge de los propios chicos, "cuando los padres no preguntan adónde van cuando salen o no controlan la hora de llegada, la tasa de consumo se duplica en relación a los padres que saben, controlan y preguntan". Lo mismo ocurre en la escuela: hay menor uso de drogas en las que tienen una disciplina más exigente.
"Los padres deben promover vínculos de confianza con los adolescentes, generando proyectos comunes o compartidos y mejorando el nivel de alerta", dice Verónica Mora, especialista en adicciones de la Asociación de Psiquiatras Argentinos.
Según Carlos Souza, cuando uno teme que su hijo esté usando drogas debe esquivar la tentación inicial de "transformarse en detective" y buscar signos por otro lado: "Hay que observar la evolución global de los hijos: si cumplen sus responsabilidades, si llevan adelante sus proyectos, si tienen amigos positivos, si evitan las situaciones familiares".
Un olor fuerte en la ropa, los ojos rojos, la ansiedad por comer dulces, la falta de atención, pueden ser signos de uso de marihuana. En el caso de la cocaína, hay otras señales: "Si encuentra papelitos metalizados (envoltorios de cocaína) o ve que su hijo tiene las pupilas dilatadas, bajó de peso y tiene rigidez o pérdida muscular; si ve que se siente atacado sin motivos, está más agresivo o se aísla, puede estar usando cocaína", explica Souza.
El tratamiento de las adicciones es complejo. "La droga es la punta del iceberg. En la parte sumergida hay una personalidad inmadura, con un cúmulo de problemas no resueltos. Hay que traspasar esa barrera para dar lugar a las emociones y malestares que subyacen al consumo", dice.
2 comentarios
ARTURO CRUZ RAMIREZ -
martin -