Biotecnología: especuladores abstenerse
Según la Biotechnology Industry Association , sólo en el 2004, en los Estados Unidos, las 330 biotecnológicas que cotizan en bolsa facturaron 46 mil millones de dólares, invirtieron casi 20 mil millones en R+D y emplearon a casi 190.000 personas. Según un artículo de Milva Beloso publicado en Clarín Rural el 13 de enero de este año, la incorporación de biotecnología en el agro le dejó al país más de 20 mil millones de dólares y generó casi un millón de empleos. En la última campaña, los granos genéticamente modificados representaron más del 90 por ciento del área cultivada con soja, el 70 por ciento del maíz y el 60 por ciento del algodón.
Un camino muy amigable para entrar al mundo de la Biotecnología es el libro Bio ¿QUÉ? de Alberto Díaz, director de Transferencia e Innovación Tecnológica de la Universidad Nacional de Quilmes. ¨Esta joven tecnología se basa en el manejo de la información genética, es decir, puede tomar un fragmento de ADN de los cromosomas de un organismo, eligiendo el que tiene los datos para fabricar una proteína (por ejemplo insulina humana), y lo coloca en otra especie (bacteria, levadura, células vegetales, etc.) para reproducirla y para, sobre todo, producirla industrialmente. Este conocimiento básico produce beneficios a la sociedad, a nosotros, en forma de nuevos medicamentos, de nuevos alimentos, control del medio ambiente, nuevos materiales, etc., a través de empresas industriales que están muy cercanas a las universidades y a los centros de investigación. ¨
El campo biotecnológico es tan amplio que no puede definirse con precisión. Alimentos transgénicos, fertilizantes, semillas, métodos industriales de baja contaminación, innovaciones médicas, combustibles son algunos de los campos donde investigan estas compañías de la sociedad del conocimiento.
Actualmente, muchas biotech están apostando en el desarrollo de los biocombustibles, el paradigma energético que, tarde o temprano, reemplazará al petróleo. En este terreno ultra dinámico, las distintas empresas compiten por desarrollar la tecnología más eficiente que termine ganando la batalla. La norteamericana GreenFuel Technologies Corporation, por ejemplo, ha desarrollado una fuente de energía en base a algas. En otros casos, la biotecnología se pisa los talones con la medicina. Ambas disciplinas confunden sus fronteras en la genética. La biotecnológica Celera Genomics ganó fama mundial hace algunos años por sus esfuerzos en decodificar el genoma humano. Actualmente, Celera está investigando curas para el cancer y el mal de Alzheimer.
Otro actor importante del parque biotecnológico es la multinacional agropecuaria Monsanto, productora de semillas genéticamente modificadas y hormonas de crecimiento para vacas. En 2006, tenía 16.000 empleados alrededor del mundo y una facturación superior a los 7.000 millones de dólares. En los últimos años, la empresa ha sido objeto de feroces críticas por parte de globalifóbicos y movimientos ecologistas.
En Argentina Biosidus y su división vegetal TecnoPlant, PC-Gen con la vacuna contra la hepatitis B por técnicas de ingeniería genética, Biogénesis con sus equipos de diagnósticos para Chagas a través de proteínas recombinantes, Elea con su proyecto internacional sobre vacuna en cáncer, Laboratorio Craveri con ingeniería de tejidos especializado en piel humana, Universidad Nacional de Córdoba con sus derivados de sangre humana y otros tejidos, son algunas de las empresas e instituciones y algunos de sus proyectos, que avanzan seriamente en este innovador sector de la economía.
La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos lanzó en el 2004, el "Plan Estratégico 2005 2015 para el Desarrollo de la Biotecnología Agropecuaria".
El objetivo: fomentar el desarrollo biotecnológico relacionado con el agro. De hecho, en los próximos años, las estimaciones indican que nuestro país enfrentará un fuerte incremento en la cantidad demandada de alimentos. ¿Cómo satisfacer la demanda? La biotecnología puede ser la solución. Sin embargo, requiere volúmenes de inversión que las empresas argentinas no están en condiciones de afrontar. El capital humano está. Falta el dinero.
Volviendo al libro Bio ¿Qué?, ¨ Transformar una nueva idea en resultados comerciales nunca es fácil, en realidad es muy difícil y depende de muchos factores. Asegurar que las innovaciones resultantes se traduzcan en beneficios reales en la vida cotidiana es un reto aún mayor. Para esto se necesitan empresas (empresarios, personas) innovadoras que puedan dialogar con los científicos, que vayan a ¨ golpear las puertas de sus laboratorios ¨, pero también que existan políticas generales estables en el tiempo. ¨
No alcanza con que lo mejor de la Biotecnología y lo mejor de los Negocios recorran caminos paralelos. Es necesario un esfuerzo adicional para lograr una mezcla exitosa. Ejemplo: Es necesario que un proyecto de negocio de biotecnología cuente con un eficiente CFO (gerente financiero), pero no es suficiente. El CFO debe participar en la formulación de los objetivos de largo plazo, entender los procesos de investigación, compartir los tiempos de maduración de los proyectos, cuantificar y asumir las probabilidades de fracaso que toda investigación tiene, y finalmente siendo parte del proyecto, obtener y administrar los fondos necesarios. No se trata de Biotecnología Y Negocios, sino de Negocios de biotecnología. Por lo tanto, inversores de fondos especulativos, abstenerse.
Manuel Sbdar
Un camino muy amigable para entrar al mundo de la Biotecnología es el libro Bio ¿QUÉ? de Alberto Díaz, director de Transferencia e Innovación Tecnológica de la Universidad Nacional de Quilmes. ¨Esta joven tecnología se basa en el manejo de la información genética, es decir, puede tomar un fragmento de ADN de los cromosomas de un organismo, eligiendo el que tiene los datos para fabricar una proteína (por ejemplo insulina humana), y lo coloca en otra especie (bacteria, levadura, células vegetales, etc.) para reproducirla y para, sobre todo, producirla industrialmente. Este conocimiento básico produce beneficios a la sociedad, a nosotros, en forma de nuevos medicamentos, de nuevos alimentos, control del medio ambiente, nuevos materiales, etc., a través de empresas industriales que están muy cercanas a las universidades y a los centros de investigación. ¨
El campo biotecnológico es tan amplio que no puede definirse con precisión. Alimentos transgénicos, fertilizantes, semillas, métodos industriales de baja contaminación, innovaciones médicas, combustibles son algunos de los campos donde investigan estas compañías de la sociedad del conocimiento.
Actualmente, muchas biotech están apostando en el desarrollo de los biocombustibles, el paradigma energético que, tarde o temprano, reemplazará al petróleo. En este terreno ultra dinámico, las distintas empresas compiten por desarrollar la tecnología más eficiente que termine ganando la batalla. La norteamericana GreenFuel Technologies Corporation, por ejemplo, ha desarrollado una fuente de energía en base a algas. En otros casos, la biotecnología se pisa los talones con la medicina. Ambas disciplinas confunden sus fronteras en la genética. La biotecnológica Celera Genomics ganó fama mundial hace algunos años por sus esfuerzos en decodificar el genoma humano. Actualmente, Celera está investigando curas para el cancer y el mal de Alzheimer.
Otro actor importante del parque biotecnológico es la multinacional agropecuaria Monsanto, productora de semillas genéticamente modificadas y hormonas de crecimiento para vacas. En 2006, tenía 16.000 empleados alrededor del mundo y una facturación superior a los 7.000 millones de dólares. En los últimos años, la empresa ha sido objeto de feroces críticas por parte de globalifóbicos y movimientos ecologistas.
En Argentina Biosidus y su división vegetal TecnoPlant, PC-Gen con la vacuna contra la hepatitis B por técnicas de ingeniería genética, Biogénesis con sus equipos de diagnósticos para Chagas a través de proteínas recombinantes, Elea con su proyecto internacional sobre vacuna en cáncer, Laboratorio Craveri con ingeniería de tejidos especializado en piel humana, Universidad Nacional de Córdoba con sus derivados de sangre humana y otros tejidos, son algunas de las empresas e instituciones y algunos de sus proyectos, que avanzan seriamente en este innovador sector de la economía.
La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos lanzó en el 2004, el "Plan Estratégico 2005 2015 para el Desarrollo de la Biotecnología Agropecuaria".
El objetivo: fomentar el desarrollo biotecnológico relacionado con el agro. De hecho, en los próximos años, las estimaciones indican que nuestro país enfrentará un fuerte incremento en la cantidad demandada de alimentos. ¿Cómo satisfacer la demanda? La biotecnología puede ser la solución. Sin embargo, requiere volúmenes de inversión que las empresas argentinas no están en condiciones de afrontar. El capital humano está. Falta el dinero.
Volviendo al libro Bio ¿Qué?, ¨ Transformar una nueva idea en resultados comerciales nunca es fácil, en realidad es muy difícil y depende de muchos factores. Asegurar que las innovaciones resultantes se traduzcan en beneficios reales en la vida cotidiana es un reto aún mayor. Para esto se necesitan empresas (empresarios, personas) innovadoras que puedan dialogar con los científicos, que vayan a ¨ golpear las puertas de sus laboratorios ¨, pero también que existan políticas generales estables en el tiempo. ¨
No alcanza con que lo mejor de la Biotecnología y lo mejor de los Negocios recorran caminos paralelos. Es necesario un esfuerzo adicional para lograr una mezcla exitosa. Ejemplo: Es necesario que un proyecto de negocio de biotecnología cuente con un eficiente CFO (gerente financiero), pero no es suficiente. El CFO debe participar en la formulación de los objetivos de largo plazo, entender los procesos de investigación, compartir los tiempos de maduración de los proyectos, cuantificar y asumir las probabilidades de fracaso que toda investigación tiene, y finalmente siendo parte del proyecto, obtener y administrar los fondos necesarios. No se trata de Biotecnología Y Negocios, sino de Negocios de biotecnología. Por lo tanto, inversores de fondos especulativos, abstenerse.
Manuel Sbdar
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carmen -