¿Qué hacer para salir de la universidad con empleo?
Ropa adecuada, hojas de vida que resalten las cualidades y tener claras las aspiraciones profesionales son algunos consejos.
Faltando medio año para graduarse de la Universidad de Richmond, en Estados Unidos, Kelly Gribbin entró en pánico. Iba a terminar la universidad, no había encontrado trabajo y ni siquiera estaba segura hacia dónde enfocar su carrera.
A Gribbin, que ahora tiene 26 años y trabaja en algo que le gusta, le pasó lo mismo que a muchos estudiantes cuando llegan a sus últimos años y aún no tienen trabajo. Algunos han tenido tropiezos en sus entrevistas laborales, otros no han dirigido bien sus búsquedas y otros ni siquiera han empezado a sondear el terreno laboral.
La buena noticia es que no es demasiado tarde. Los consejeros vocacionales piden a los alumnos que busquen la raíz del problema. ¿Han presentado entrevistas, pero no han recibido ofertas? En muchas ocasiones los estudiantes sufren en las entrevistas por no haber investigado correctamente a la empresa o el trabajo al que postulan, asegura Peg Hendershot, directora de Career Vision, un grupo de consultoría vocacional de Estados Unidos.
Los estudiantes también necesitan vestir de acuerdo al puesto de trabajo que están buscando, lo que significa dejar las zapatillas deportivas en casa. Y deben practicar para las entrevistas. Los consejeros vocacionales pueden hacer entrevistas de prueba y evaluar sus habilidades.
Si los estudiantes han repartido currículos sin conseguir ninguna entrevista, quizá sea porque su hoja de vida no está ajustada para el trabajo al que postulan. Los consejeros recomiendan redactar currículos especialmente para cada tipo de trabajo y resaltar las cualidades con base a la posición que desean ocupar.
Muchos estudiantes tienen un problema más serio: no han pensado hacia dónde quieren dirigir sus carreras. Es obvio que pocos universitarios pueden tener absoluta certeza sobre sus objetivos profesionales de largo plazo. Pero los asesores de carrera dicen que es importante tener por lo menos una idea clara sobre qué quieren hacer. A los reclutadores les gustan los candidatos que demuestran pasión y curiosidad sobre el empleo al que postulan. La clave es tomarse un tiempo durante el último año escolar, de por sí agitado, para pensar en estos temas. Haga de la búsqueda de empleo una prioridad, recomienda Hendershot.
Es más probable que un estudiante resulte satisfecho si se da un tiempo para decidir lo que quiere, en lugar de tomar una decisión desesperada que lo lleve a aceptar el primer puesto que le ofrezcan.
Gribbin hubiera deseado rechazar un empleo que aceptó en un momento de desesperación, pero que terminó frustrándola. Antes de graduarse en 2002, no estaba segura realmente de lo que quería hacer después de la universidad, dijo.
Durante el primer semestre de su último año, Gribbin fue a las ferias de empleo y repartió currículos. No puso tanto empeño, ni hizo seguimiento a los procesos porque no estaba segura de si realmente quería uno de esos empleos. Asimismo, inició los trámites de admisión a la escuela de leyes, sobre todo porque no sabía qué otra cosa hacer. Luego, la llamaron de una firma que ofrece servicios de salud.
No hizo las preguntas necesarias para entender a dónde iba, pero aceptó el puesto. Sentí que debía conseguir un trabajo, dijo. Tras graduarse, se mudó de ciudad para comenzar a trabajar en el sector de recursos humanos. Al final del primer mes, estaba aburrida e insatisfecha y quería irse de ahí.
Eso la obligó a reconsiderar sus aspiraciones profesionales, algo que debería haber hecho desde el principio. Descubrió que le gustaba trabajar con gente y desenvolverse en asuntos universitarios cuando estaba en la escuela. Luego de un segundo empleo transitorio, Gribbin consiguió trabajo en el departamento de Asuntos Estudiantiles en la Universidad DePaul, en Chicago, ayudando a los alumnos recién ingresados a orientarse en la universidad. Me encanta, dice. Es importante tomarse el tiempo necesario para encontrar lo mejor para cada uno.
POR ERIN WHITE - THE WALL STREET JOURNAL
Faltando medio año para graduarse de la Universidad de Richmond, en Estados Unidos, Kelly Gribbin entró en pánico. Iba a terminar la universidad, no había encontrado trabajo y ni siquiera estaba segura hacia dónde enfocar su carrera.
A Gribbin, que ahora tiene 26 años y trabaja en algo que le gusta, le pasó lo mismo que a muchos estudiantes cuando llegan a sus últimos años y aún no tienen trabajo. Algunos han tenido tropiezos en sus entrevistas laborales, otros no han dirigido bien sus búsquedas y otros ni siquiera han empezado a sondear el terreno laboral.
La buena noticia es que no es demasiado tarde. Los consejeros vocacionales piden a los alumnos que busquen la raíz del problema. ¿Han presentado entrevistas, pero no han recibido ofertas? En muchas ocasiones los estudiantes sufren en las entrevistas por no haber investigado correctamente a la empresa o el trabajo al que postulan, asegura Peg Hendershot, directora de Career Vision, un grupo de consultoría vocacional de Estados Unidos.
Los estudiantes también necesitan vestir de acuerdo al puesto de trabajo que están buscando, lo que significa dejar las zapatillas deportivas en casa. Y deben practicar para las entrevistas. Los consejeros vocacionales pueden hacer entrevistas de prueba y evaluar sus habilidades.
Si los estudiantes han repartido currículos sin conseguir ninguna entrevista, quizá sea porque su hoja de vida no está ajustada para el trabajo al que postulan. Los consejeros recomiendan redactar currículos especialmente para cada tipo de trabajo y resaltar las cualidades con base a la posición que desean ocupar.
Muchos estudiantes tienen un problema más serio: no han pensado hacia dónde quieren dirigir sus carreras. Es obvio que pocos universitarios pueden tener absoluta certeza sobre sus objetivos profesionales de largo plazo. Pero los asesores de carrera dicen que es importante tener por lo menos una idea clara sobre qué quieren hacer. A los reclutadores les gustan los candidatos que demuestran pasión y curiosidad sobre el empleo al que postulan. La clave es tomarse un tiempo durante el último año escolar, de por sí agitado, para pensar en estos temas. Haga de la búsqueda de empleo una prioridad, recomienda Hendershot.
Es más probable que un estudiante resulte satisfecho si se da un tiempo para decidir lo que quiere, en lugar de tomar una decisión desesperada que lo lleve a aceptar el primer puesto que le ofrezcan.
Gribbin hubiera deseado rechazar un empleo que aceptó en un momento de desesperación, pero que terminó frustrándola. Antes de graduarse en 2002, no estaba segura realmente de lo que quería hacer después de la universidad, dijo.
Durante el primer semestre de su último año, Gribbin fue a las ferias de empleo y repartió currículos. No puso tanto empeño, ni hizo seguimiento a los procesos porque no estaba segura de si realmente quería uno de esos empleos. Asimismo, inició los trámites de admisión a la escuela de leyes, sobre todo porque no sabía qué otra cosa hacer. Luego, la llamaron de una firma que ofrece servicios de salud.
No hizo las preguntas necesarias para entender a dónde iba, pero aceptó el puesto. Sentí que debía conseguir un trabajo, dijo. Tras graduarse, se mudó de ciudad para comenzar a trabajar en el sector de recursos humanos. Al final del primer mes, estaba aburrida e insatisfecha y quería irse de ahí.
Eso la obligó a reconsiderar sus aspiraciones profesionales, algo que debería haber hecho desde el principio. Descubrió que le gustaba trabajar con gente y desenvolverse en asuntos universitarios cuando estaba en la escuela. Luego de un segundo empleo transitorio, Gribbin consiguió trabajo en el departamento de Asuntos Estudiantiles en la Universidad DePaul, en Chicago, ayudando a los alumnos recién ingresados a orientarse en la universidad. Me encanta, dice. Es importante tomarse el tiempo necesario para encontrar lo mejor para cada uno.
POR ERIN WHITE - THE WALL STREET JOURNAL
2 comentarios
Mario Maximiliano -
p/D: es una pena que esta persona que comentó arriba, no haya podido valorar este artuculo.
puta -
jajajaja
fuck me!
me dais pena.. y desde aki el civer me rio de vosotros y me cago en vuestra boca