Silvio Berlusconi, el hombre que cumplió sus sueños
Magnate, Primer Ministro y dueño del club de fútbol de sus amores... ¿Qué más puede pedir?
Nacido en 1936 en el acomodado hogar milanés de un gerente bancario, Silvio Berlusconi logró todo lo que se propuso en la vida. Recibido de abogado en la universidad estatal de Milán en 1961, empezó su carrera de negocios con una empresa constructora.
En un principio, incursionó en el mercado televisivo con una estación de cable fundada para brindar servicio a uno de sus complejos residenciales. Lo que empezó casi por casualidad, acabó por convertirse en el core business de su imperio. Lentamente, Silvio fue creando una red de emisoras regionales.
En 1980, tras la desregulación del mercado televisivo italiano, Berlusconi fundó la primera cadena privada de alcance nacional y sus negocios crecieron exponencialmente. El zar de los medios expandió el alcance de su imperio mediático y diversificó su portafolio con inversiones en periódicos, agencias publicitarias, distribuidoras de películas, compañías de seguros, bancos y hasta el AC Milan, el club de sus amores que utilizó para promocionar la carrera política que lo llevó hasta la cúspide del poder en Italia, primero en 1994 y luego en el 2001.
Según la revista Forbes, en el 2005, el Primer Ministro contaba con una fortuna personal de 12.000 millones de dólares, suficiente para ser el hombre más rico de Italia y ubicarse en el puesto 24 del ranking mundial.
MATERIABIZ
En un principio, incursionó en el mercado televisivo con una estación de cable fundada para brindar servicio a uno de sus complejos residenciales. Lo que empezó casi por casualidad, acabó por convertirse en el core business de su imperio. Lentamente, Silvio fue creando una red de emisoras regionales.
En 1980, tras la desregulación del mercado televisivo italiano, Berlusconi fundó la primera cadena privada de alcance nacional y sus negocios crecieron exponencialmente. El zar de los medios expandió el alcance de su imperio mediático y diversificó su portafolio con inversiones en periódicos, agencias publicitarias, distribuidoras de películas, compañías de seguros, bancos y hasta el AC Milan, el club de sus amores que utilizó para promocionar la carrera política que lo llevó hasta la cúspide del poder en Italia, primero en 1994 y luego en el 2001.
Según la revista Forbes, en el 2005, el Primer Ministro contaba con una fortuna personal de 12.000 millones de dólares, suficiente para ser el hombre más rico de Italia y ubicarse en el puesto 24 del ranking mundial.
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