Una segunda oportunidad para empresarios que fracasaron
Soichiro Honda fracasaba en todos sus negocios hasta que fundó la Honda Motor Company. Un proyecto en Chile busca dar una segunda oportunidad para los emprendedores que fracasaron en su primer intento...
"El emprendimiento se aprende con la práctica. Muchos empresarios exitosos fallaron más de una vez", recuerda Raúl Rivera, presidente del Foro Chileno Pro Innovación. De esta premisa parte el "Análisis del Emprendimiento Fallido y Diseño de Mecanismos para la Reentrada de Emprendedores" elaborado por el IESE, INYPSA y Octantis.
El informe, escrito por el profesor del IESE Juan Roure y los investigadores Amparo De San José y Juan Luis Segurado, es la base de una iniciativa inédita que pretende estimular el reemprendimiento, es decir, la reentrada de emprendedores con una primera experiencia no exitosa. La prueba piloto se desarrollará en Chile, con la intención de difundirse a varios países de América Latina.
Chile no es precisamente un ejemplo de mejores prácticas mundiales en materia de reemprendimiento. A lo largo de toda la cadena de emprendimiento/reemprendimiento se producen deficiencias que atentan contra la dinámica y desincentivan la iniciativa emprendedora (en especial, el emprendimiento dinámico o de rápido crecimiento).
El informe elaborado por el IESE, INYPSA y Octantis identifica los principales problemas en esa materia y busca sumar los esfuerzos del sector público y privado para corregirlos lo antes posible.
Partiendo de un benchmark de mejores prácticas internacionales en la materia, el equipo de trabajo desarrolló un paquete de ocho iniciativas que abarcan todo el ciclo emprendimiento/reemprendimiento:
1) Desarrollo de instrumentos online que ofrezcan información para prevenir la aparición de dificultades empresariales.
2) Fortalecimiento y promoción de instrumentos de detección y prevención entre la comunidad empresarial, agentes financieros, organizaciones empresariales y administración pública.
3) Establecimiento de una red de especialistas en la gestión de situaciones de crisis para que asesoren a PyMEs innovadoras en apuros.
4) Fortalecimiento de los servicios prestados a las empresas innovadoras en crisis mediante la formación de profesionales de gestión de crisis (experto facilitador, contadores, abogados, etc.)
5) Diseño de mecanismos para reintegrar al mercado a los emprendedores fallidos a través de nuevos o recientes emprendimientos.
6) Ayudas al reemprendimiento.
7) Campaña de sensibilización sobre el valor de la experiencia como motor de aprendizaje.
8) Creación de un foro de debate sobre el fracaso empresarial y el reemprendimiento entre las instituciones.
Según lo previsto, estas propuestas deberían ser puestas en práctica a lo largo de los próximos tres años. De ser así, Chile podría convertirse en un ejemplo de reemprendimiento para el resto de la región.
El objetivo del proyecto consiste en conseguir un cierto nivel de autosuficiencia (en el sentido del término inglés "sustainability"), definida como el potencial que tiene una iniciativa emprendedora de prolongar su existencia una vez terminados los fondos iniciales de lanzamiento y ejecución del proyecto.
La autosuficiencia debe ser tanto operativa (es decir, con posibilidades de mantener los recursos físicos, humanos, tecnológicos y de información) como financiera (con potencial de continuar atrayendo recursos económicos públicos o privados para la continuación del proyecto).
De tener éxito la prueba piloto en Chile, el modelo podría extenderse a otros países latinoamericanos como Brasil, Argentina, México o Perú.
MATERIABIZ
El informe, escrito por el profesor del IESE Juan Roure y los investigadores Amparo De San José y Juan Luis Segurado, es la base de una iniciativa inédita que pretende estimular el reemprendimiento, es decir, la reentrada de emprendedores con una primera experiencia no exitosa. La prueba piloto se desarrollará en Chile, con la intención de difundirse a varios países de América Latina.
Chile no es precisamente un ejemplo de mejores prácticas mundiales en materia de reemprendimiento. A lo largo de toda la cadena de emprendimiento/reemprendimiento se producen deficiencias que atentan contra la dinámica y desincentivan la iniciativa emprendedora (en especial, el emprendimiento dinámico o de rápido crecimiento).
El informe elaborado por el IESE, INYPSA y Octantis identifica los principales problemas en esa materia y busca sumar los esfuerzos del sector público y privado para corregirlos lo antes posible.
Partiendo de un benchmark de mejores prácticas internacionales en la materia, el equipo de trabajo desarrolló un paquete de ocho iniciativas que abarcan todo el ciclo emprendimiento/reemprendimiento:
1) Desarrollo de instrumentos online que ofrezcan información para prevenir la aparición de dificultades empresariales.
2) Fortalecimiento y promoción de instrumentos de detección y prevención entre la comunidad empresarial, agentes financieros, organizaciones empresariales y administración pública.
3) Establecimiento de una red de especialistas en la gestión de situaciones de crisis para que asesoren a PyMEs innovadoras en apuros.
4) Fortalecimiento de los servicios prestados a las empresas innovadoras en crisis mediante la formación de profesionales de gestión de crisis (experto facilitador, contadores, abogados, etc.)
5) Diseño de mecanismos para reintegrar al mercado a los emprendedores fallidos a través de nuevos o recientes emprendimientos.
6) Ayudas al reemprendimiento.
7) Campaña de sensibilización sobre el valor de la experiencia como motor de aprendizaje.
8) Creación de un foro de debate sobre el fracaso empresarial y el reemprendimiento entre las instituciones.
Según lo previsto, estas propuestas deberían ser puestas en práctica a lo largo de los próximos tres años. De ser así, Chile podría convertirse en un ejemplo de reemprendimiento para el resto de la región.
El objetivo del proyecto consiste en conseguir un cierto nivel de autosuficiencia (en el sentido del término inglés "sustainability"), definida como el potencial que tiene una iniciativa emprendedora de prolongar su existencia una vez terminados los fondos iniciales de lanzamiento y ejecución del proyecto.
La autosuficiencia debe ser tanto operativa (es decir, con posibilidades de mantener los recursos físicos, humanos, tecnológicos y de información) como financiera (con potencial de continuar atrayendo recursos económicos públicos o privados para la continuación del proyecto).
De tener éxito la prueba piloto en Chile, el modelo podría extenderse a otros países latinoamericanos como Brasil, Argentina, México o Perú.
MATERIABIZ
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