La Contabilidad de Gestión y la industria del seguro
Durante los últimos años se está planteando un desarrollo institucional y tecnológico de la actividad de seguros en España. El establecimiento en nuestro país de compañías extranjeras, los cambios de accionariado en algunas de las entidades con más solera, así como la crisis financiera en algunas de ellas, han conseguido que este sector se sitúe en primer plano de la actualidad económica frente a su habitual segunda o tercera fila, principalmente a la sombra de la banca.
En estos contextos de evolución y desarrollo integral del sector, la contabilidad no podía quedarse atras y, específicamente en la rama que mayor utilidad práctica plantea como sistema de información, que es la contabilidad de gestión.
Las entidades aseguradoras presentan algunas características propias como puntos de partida condicionantes de su sistema de contabilidad de gestión y que, de forma resumida, son las siguientes:
A) Estructura de centros: son empresas multicentro.
Generalmente, las compañías aseguradoras presentan una gran distribución territorial, con múltiples centros de comercialización dispersos a lo largo de un ámbito geográfico amplio, regional, nacional o internacional. Consecuencia adicional de lo anterior es la existencia de unas oficinas centrales de importantes dimensiones, con diversos servicios centralizados para aprovechar economías de escala, y de unas unidades territoriales coordinadoras de la labor comercial y de atención al cliente.
B) Estructura de productos: son empresas multiproducto.
Excepto en empresas especializadas, las entidades, sobre todo las grandes, suelen ser multirramo, es decir, presentan un gran abanico de productos, en algunos casos, para clientes importantes, diseñados específicamente a su medida.
C) Estructura de costes: Importante volumen de costes directos.
De los tres grandes bloques de costes que presentan las entidades aseguradoras: técnicos, comisiones, y gastos de explotación, los dos primeros son prácticamente directos al producto y se asignan con facilidad a la póliza, verdadero portador de costes; por lo tanto, el problema fundamental de las imputaciones de gastos se centra en los de explotación.
Dentro del contexto anterior, la Contabilidad de Gestión de este sector no ha presentado una gran desarrollo en comparación con otras áreas de actividad, incluidas las financieras, y a finales de los años ochenta presentaba las siguientes líneas maestras:
- El eje central era, casi en exclusiva, la cuenta de resultados.
- El portador de costes era, sin discusión, la póliza, en un contexto de producto unigarantía.
- Las cuentas de resultados se determinaban, exclusivamente, para centros y productos.
- Las cuentas de resultados no se desarrollaban completas, incluyéndose sólo aquellos componentes directamente asignables al centro y/o producto, no estando extendidos procedimientos de reparto, con la excepción de los aplicados a los gastos generales.
- Los gastos indirectos de explotación se imputaban a centros y ramos mediante procedimientos generalistas, como el volumen de primas, de utilidad práctica muy limitada para la gestión.
- La herramienta de control de gestión más utilizada era el presupuesto, analizándose básicamente la producción y crecimiento de las primas.
- El soporte básico de la información era el papel, con algunas pantallas informáticas de consulta para situaciones concretas predeterminadas y muy puntuales.
- Existencia de información dispersa relativa al resto de los aspectos necesarios para la gestión corriente, de difícil coordinación con el resto del sistema contable.
Esta situación, arcaica para ese momento (considerando los desarrollos de la información en otras actividades), que suponía la no existencia de modelos previos, paradójicamente ha supuesto de cara al futuro, más que una limitación, un trampolín importante para la gran reforma de la contabilidad de gestión en el sector, al no estar sujeto a sistemas anteriores arraigados, que hubieran podido suponer un freno a las innovaciones.
De esta manera, se desarrollan en la actualidad sistemas de información adaptados a las nuevas corrientes de la contabilidad de gestión, los cuales presentan las siguientes características frente a la situación anterior:
- Aunque la cuentas de resultado se mantienen como componente importante del sistema, toman relevancia otras informaciones para la gestión, tales como nº de pólizas, siniestros, ratios, saldos, etc.
- Se plantean otros portadores de costes, como las garantías, consecuencia de la difusión de los productos multigarantía.
- Cobra importancia la gestión global de otros entes, susceptibles de cuenta de resultados, como agentes, clientes y las propias garantías.
- Las cuentas de resultados se presentan completas para centros y ramos, incluyendo las cesiones al reaseguro, por la mejora en la captura de la información y la aplicación de criterios de reparto.
- Los gastos de gestión se distribuyen a través de criterios más científicos, con una tendencia a utilizar las metodologías de los costes por actividades como base de reparto.
- Se considera la importancia de efectuar previsiones sobre la mayoría de los componentes de la información para la gestión, con el objeto de complementar el presupuesto de variables económico-financieras y, a su vez, permiten asignaciones más correctas de recursos humanos, en función de las cargas de trabajo que supongan.
- El soporte del papel se limita al mínimo, gestionándose la información mediante bases informáticas, como el Data Warehouse, que funcionan a través de terminales y redes locales de fácil manejo para sus usuarios y que permiten, además de informes predeterminados, efectuar diseños a la medida de las necesidades puntuales de los gestores correspondientes.
- Se integra la información corporativa para la gestión en un solo sistema, con acceso a todos los usuarios, permitiendo que utilicen datos comunes todos ellos, evitando la dispersión de criterios de definición y las correspondientes "guerras de cifras".
Como conclusión, cabe indicar que el sector de seguros está en estos momentos realizando un importante esfuerzo para adaptar sus sistemas de Contabilidad de Gestión a las necesidades de una gestión dinámica, utilizando para ello las últimas herramientas disponibles, y conseguir así romper su tradicional imagen arcaica y defasada, integrándose en igualdad de condiciones con el resto de sectores punteros e innovadores de la actividad económica.
Adolfo Millán Aguilar
En estos contextos de evolución y desarrollo integral del sector, la contabilidad no podía quedarse atras y, específicamente en la rama que mayor utilidad práctica plantea como sistema de información, que es la contabilidad de gestión.
Las entidades aseguradoras presentan algunas características propias como puntos de partida condicionantes de su sistema de contabilidad de gestión y que, de forma resumida, son las siguientes:
A) Estructura de centros: son empresas multicentro.
Generalmente, las compañías aseguradoras presentan una gran distribución territorial, con múltiples centros de comercialización dispersos a lo largo de un ámbito geográfico amplio, regional, nacional o internacional. Consecuencia adicional de lo anterior es la existencia de unas oficinas centrales de importantes dimensiones, con diversos servicios centralizados para aprovechar economías de escala, y de unas unidades territoriales coordinadoras de la labor comercial y de atención al cliente.
B) Estructura de productos: son empresas multiproducto.
Excepto en empresas especializadas, las entidades, sobre todo las grandes, suelen ser multirramo, es decir, presentan un gran abanico de productos, en algunos casos, para clientes importantes, diseñados específicamente a su medida.
C) Estructura de costes: Importante volumen de costes directos.
De los tres grandes bloques de costes que presentan las entidades aseguradoras: técnicos, comisiones, y gastos de explotación, los dos primeros son prácticamente directos al producto y se asignan con facilidad a la póliza, verdadero portador de costes; por lo tanto, el problema fundamental de las imputaciones de gastos se centra en los de explotación.
Dentro del contexto anterior, la Contabilidad de Gestión de este sector no ha presentado una gran desarrollo en comparación con otras áreas de actividad, incluidas las financieras, y a finales de los años ochenta presentaba las siguientes líneas maestras:
- El eje central era, casi en exclusiva, la cuenta de resultados.
- El portador de costes era, sin discusión, la póliza, en un contexto de producto unigarantía.
- Las cuentas de resultados se determinaban, exclusivamente, para centros y productos.
- Las cuentas de resultados no se desarrollaban completas, incluyéndose sólo aquellos componentes directamente asignables al centro y/o producto, no estando extendidos procedimientos de reparto, con la excepción de los aplicados a los gastos generales.
- Los gastos indirectos de explotación se imputaban a centros y ramos mediante procedimientos generalistas, como el volumen de primas, de utilidad práctica muy limitada para la gestión.
- La herramienta de control de gestión más utilizada era el presupuesto, analizándose básicamente la producción y crecimiento de las primas.
- El soporte básico de la información era el papel, con algunas pantallas informáticas de consulta para situaciones concretas predeterminadas y muy puntuales.
- Existencia de información dispersa relativa al resto de los aspectos necesarios para la gestión corriente, de difícil coordinación con el resto del sistema contable.
Esta situación, arcaica para ese momento (considerando los desarrollos de la información en otras actividades), que suponía la no existencia de modelos previos, paradójicamente ha supuesto de cara al futuro, más que una limitación, un trampolín importante para la gran reforma de la contabilidad de gestión en el sector, al no estar sujeto a sistemas anteriores arraigados, que hubieran podido suponer un freno a las innovaciones.
De esta manera, se desarrollan en la actualidad sistemas de información adaptados a las nuevas corrientes de la contabilidad de gestión, los cuales presentan las siguientes características frente a la situación anterior:
- Aunque la cuentas de resultado se mantienen como componente importante del sistema, toman relevancia otras informaciones para la gestión, tales como nº de pólizas, siniestros, ratios, saldos, etc.
- Se plantean otros portadores de costes, como las garantías, consecuencia de la difusión de los productos multigarantía.
- Cobra importancia la gestión global de otros entes, susceptibles de cuenta de resultados, como agentes, clientes y las propias garantías.
- Las cuentas de resultados se presentan completas para centros y ramos, incluyendo las cesiones al reaseguro, por la mejora en la captura de la información y la aplicación de criterios de reparto.
- Los gastos de gestión se distribuyen a través de criterios más científicos, con una tendencia a utilizar las metodologías de los costes por actividades como base de reparto.
- Se considera la importancia de efectuar previsiones sobre la mayoría de los componentes de la información para la gestión, con el objeto de complementar el presupuesto de variables económico-financieras y, a su vez, permiten asignaciones más correctas de recursos humanos, en función de las cargas de trabajo que supongan.
- El soporte del papel se limita al mínimo, gestionándose la información mediante bases informáticas, como el Data Warehouse, que funcionan a través de terminales y redes locales de fácil manejo para sus usuarios y que permiten, además de informes predeterminados, efectuar diseños a la medida de las necesidades puntuales de los gestores correspondientes.
- Se integra la información corporativa para la gestión en un solo sistema, con acceso a todos los usuarios, permitiendo que utilicen datos comunes todos ellos, evitando la dispersión de criterios de definición y las correspondientes "guerras de cifras".
Como conclusión, cabe indicar que el sector de seguros está en estos momentos realizando un importante esfuerzo para adaptar sus sistemas de Contabilidad de Gestión a las necesidades de una gestión dinámica, utilizando para ello las últimas herramientas disponibles, y conseguir así romper su tradicional imagen arcaica y defasada, integrándose en igualdad de condiciones con el resto de sectores punteros e innovadores de la actividad económica.
Adolfo Millán Aguilar
0 comentarios