Jacob Fugger, el verdadero hombre más rico de la historia.
Ni Bill Gates ni Rockefeller. Hay quienes dicen que Jacob Fugger fue el verdadero hombre más rico de la historia. ¿Setenta y cinco millones de dólares le parecen mucho dinero? ¿Y 75 millones a valores de hace quinientos años? Se estima que esa montaña de oro era la fortuna de Jacob Fugger en la segunda mitad del siglo XVI.
Nacido en una familia de prósperos comerciantes de Ausburgo en 1459, Jacob gozó siempre de una posición económica desahogada. Su padre era un gran importador de algodón con intereses ramificados hasta el tráfico de seda y especias. Pero Jacob, que deseaba abrirse su propio camino, abandonó el negocio tradicional de la familia e invirtió en minas de cobre húngaras. Gradualmente fue erigiendo una inmensa fortuna basada en su monopolio del comercio internacional de plata, cobre y mercurio. Luego, diversificó su portafolio hacia el transporte, los bienes raíces y las finanzas.
En algún momento, llegó a ocupar el puesto de financista de Europa dejado vacante por la familia Medici en decadencia. Fugger prestó grandes sumas al emperador romano germánico Maximiliano I. Su dinero también sirvió para sobornar a los electores que votaron a Carlos V como emperador en 1519. Su oro financió tanto guerras como actividades artísticas. A lo largo y ancho del viejo continente se lo conocía como Jacob, el rico. Pero no sólo fue un magnate de su tiempo. Sus 75 millones de dólares del siglo XVI dejarían boquiabierto al mismísimo Bill Gates...
Nacido en una familia de prósperos comerciantes de Ausburgo en 1459, Jacob gozó siempre de una posición económica desahogada. Su padre era un gran importador de algodón con intereses ramificados hasta el tráfico de seda y especias. Pero Jacob, que deseaba abrirse su propio camino, abandonó el negocio tradicional de la familia e invirtió en minas de cobre húngaras. Gradualmente fue erigiendo una inmensa fortuna basada en su monopolio del comercio internacional de plata, cobre y mercurio. Luego, diversificó su portafolio hacia el transporte, los bienes raíces y las finanzas.
En algún momento, llegó a ocupar el puesto de financista de Europa dejado vacante por la familia Medici en decadencia. Fugger prestó grandes sumas al emperador romano germánico Maximiliano I. Su dinero también sirvió para sobornar a los electores que votaron a Carlos V como emperador en 1519. Su oro financió tanto guerras como actividades artísticas. A lo largo y ancho del viejo continente se lo conocía como Jacob, el rico. Pero no sólo fue un magnate de su tiempo. Sus 75 millones de dólares del siglo XVI dejarían boquiabierto al mismísimo Bill Gates...
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Miquel -
alexis -