India vs. China, duelo de titanes a cuatro rounds
En este rincón, el país de Confucio, que viene creciendo a tasas impresionantes en los últimos años. En el otro rincón, las tierras de Gandhi, con sus habitantes angloparlantes y su alto nivel educativo. ¿Quién ganará el duelo por las inversiones futuras?
Primer round: Contexto institucional
Un factor altamente ponderado por los inversores a la hora de definir una apuesta de largo plazo es la calidad institucional. Factores que suman puntos: gobiernos democráticos, garantías constitucionales y solidez del sistema judicial.
La India, la democracia más grande del mundo en cantidad de habitantes, todavía está lejos de ser un paraíso. Pero sus leyes al menos garantizan un grado razonable de estabilidad política y seguridad jurídica.
China, por su parte, ha realizado enormes progresos desde la apertura capitalista. Sin embargo, todavía está en deuda con la democracia. El gobierno sigue imponiendo restricciones sobre las libertades individuales. La escasa transparencia de la burocracia genera una debilidad endémica en el sistema jurídico.
Ganador del round: la India.
Segundo round: Oportunidades
La India ha sido un gran nicho para inversiones externas en tecnología y servicios gracias a su mano de obra barata, calificada y angloparlante. Las inversiones en China, por su parte, han estado mejor distribuidas entre diferentes sectores de actividad, logrando así un desarrollo más parejo.
Ganador del round: China, por la mayor variedad de oportunidades.
Tercer round: Clima de negocios
En China, los negocios suelen generarse y conducirse a través de redes de contactos personales. El mérito personal queda relegado a un puesto secundario a la hora de alcanzar el éxito.
En la India, por el contrario, gran cantidad de trabajadores tuvieron alguna experiencia laboral en Occidente. La forma de hacer negocios en la India se asemeja a los Estados Unidos. El inversor occidental puede sentirse como en su casa.
Ganador del round: la India
Cuarto round: Infraestructura y medio ambiente
A simple vista, la India no parece una apuesta segura. Rutas en mal estado, ríos contaminados, pobreza generalizada...
China no es el paraíso. Pero las inversiones de los últimos años en la región costera de Pekín y Shanghai han desarrollado una infraestructura bastante decente.
Ganador del round: China
¿Quién es el ganador de la pelea?
El jurado vota un empate. En el largo plazo, las perspectivas parecen favorables para ambos destinos. Sin embargo, advierte el artículo de Wharton, los tiempos de expansión exportadora basada en la mano de obra barata están quedando atrás.
Las oportunidades de hoy están relacionadas con el florecimiento de las clases medias de las aldeas chinas e indias, donde millones de potenciales consumidores empiezan a incorporarse al mercado mundial. Hoy, los CEOs de las corporaciones globales saben que las claves futuras de la rentabilidad será la captura del mercado interno de los gigantes orientales.
"China or India: Which Is the Better Long-term Investment for Private Equity Firms?", Wharton Business School
Primer round: Contexto institucional
Un factor altamente ponderado por los inversores a la hora de definir una apuesta de largo plazo es la calidad institucional. Factores que suman puntos: gobiernos democráticos, garantías constitucionales y solidez del sistema judicial.
La India, la democracia más grande del mundo en cantidad de habitantes, todavía está lejos de ser un paraíso. Pero sus leyes al menos garantizan un grado razonable de estabilidad política y seguridad jurídica.
China, por su parte, ha realizado enormes progresos desde la apertura capitalista. Sin embargo, todavía está en deuda con la democracia. El gobierno sigue imponiendo restricciones sobre las libertades individuales. La escasa transparencia de la burocracia genera una debilidad endémica en el sistema jurídico.
Ganador del round: la India.
Segundo round: Oportunidades
La India ha sido un gran nicho para inversiones externas en tecnología y servicios gracias a su mano de obra barata, calificada y angloparlante. Las inversiones en China, por su parte, han estado mejor distribuidas entre diferentes sectores de actividad, logrando así un desarrollo más parejo.
Ganador del round: China, por la mayor variedad de oportunidades.
Tercer round: Clima de negocios
En China, los negocios suelen generarse y conducirse a través de redes de contactos personales. El mérito personal queda relegado a un puesto secundario a la hora de alcanzar el éxito.
En la India, por el contrario, gran cantidad de trabajadores tuvieron alguna experiencia laboral en Occidente. La forma de hacer negocios en la India se asemeja a los Estados Unidos. El inversor occidental puede sentirse como en su casa.
Ganador del round: la India
Cuarto round: Infraestructura y medio ambiente
A simple vista, la India no parece una apuesta segura. Rutas en mal estado, ríos contaminados, pobreza generalizada...
China no es el paraíso. Pero las inversiones de los últimos años en la región costera de Pekín y Shanghai han desarrollado una infraestructura bastante decente.
Ganador del round: China
¿Quién es el ganador de la pelea?
El jurado vota un empate. En el largo plazo, las perspectivas parecen favorables para ambos destinos. Sin embargo, advierte el artículo de Wharton, los tiempos de expansión exportadora basada en la mano de obra barata están quedando atrás.
Las oportunidades de hoy están relacionadas con el florecimiento de las clases medias de las aldeas chinas e indias, donde millones de potenciales consumidores empiezan a incorporarse al mercado mundial. Hoy, los CEOs de las corporaciones globales saben que las claves futuras de la rentabilidad será la captura del mercado interno de los gigantes orientales.
"China or India: Which Is the Better Long-term Investment for Private Equity Firms?", Wharton Business School
0 comentarios