Martha Stewart, la polémica ama de casa
Su construcción de un imperio de servicios para amas de casa tuvo una breve escala en la cárcel. Nacida como Martha Helen Kostyra, en agosto de 1941 en una familia de clase media de Nueva Jersey (Estados Unidos), Martha se destacó desde pequeña por ser una alumna ejemplar. Tras graduarse del secundario con excelente promedio, consiguió media beca para estudiar arquitectura en la Universidad Bernard de Nueva York.
A los 19 años, contrajo matrimonio con Andy Stewart (de quien adoptó el apellido) y se mudó a una antigua granja de Connecticut, que años más tarde se convertiría en el modelo para el set del exitosísimo programa de televisión "Martha Stewart Living".
Martha realizó toda clase de trabajos en aquellos años: desde modelo hasta corredora de bolsa. En 1976, fundó un microemprendimiento de catering en el sótano de su casa. Su exacerbado perfeccionismo dio rápidos frutos. La empresa ganó popularidad, cientos de clientes y pronto superó el millón de dólares de facturación. Al mismo tiempo, Martha se hacía de un nombre escribiendo artículos de cocina en periódicos. En 1982, su primer libro, Entreteniendo, se convirtió en un sensacional éxito de ventas.
Su carrera y popularidad se disparó. Martha comenzó a escribir para la revista Times y editar CDs de música y videos de cocina. Sus apariciones regulares en el "Today Show" la convirtieron en una celebridad y un referente para las amas de casa estadounidenses.
En 1990, lanzó su propia revista, "Martha Stewart Living", con artículos de cocina, decoración y jardinería. En 1993, un programa de cable para amas de casa. La influencia de esta empresaria sobre el estilo de vida norteamericano crecía sin cesar. Algunos decían que Martha Stewart decidía qué se servía en las mesas estadounidenses y cómo se decoraban casas y jardines. Cuatro años después, esta fenomenal influencia se plasmó en el conglomerado "Martha Stewart Living Omnimedia", con cotización en la bolsa neoyorkina.
Martha era reconocida mundialmente por su buen gusto en decoración y cuidados personales. Pero su comportamiento en los negocios no era tan transparente como su imagen pública. En el 2002, Stewart fue acusada de fraude por vender cuatro mil acciones de la farmacéutica ImClone, días antes de que el gobierno anunciara la negación de un permiso para la comercialización de una nueva droga. Martha, que supuestamente conocía de antemano la decisión, se había desprendido ilegalmente de sus acciones justo antes de que el precio se desplomara.
El escándalo fue gigantesco. Y la situación de la "ama de casa de América" se agravó por su falso testimonio en el juicio. Finalmente, Martha terminó aceptando cinco meses en una prisión de mínima seguridad para evitar una condena mayor. La caída de Martha Stewart dividió a la opinión pública norteamericana entre quienes la amaban y quienes la odiaban. Mientras algunos la destrozaban públicamente, sus fans se movilizaban en una campaña al grito de "Save Martha". Pero, más allá del circo mediático, el escándalo impactó en su empresa.
Las ventas cayeron. Su famosa revista realizó modificaciones estéticas para amortizar el impacto de la publicidad negativa. En la portada, se achicó el "Martha Stewart" y se agrandó el "Living". La empresaria finalmente cumplió con la condena y regresó a sus actividades. ¿Cómo la recibió su revista? Con un contundente aunque irónico titular: Welcome Home, Martha! MateriaBiz.
A los 19 años, contrajo matrimonio con Andy Stewart (de quien adoptó el apellido) y se mudó a una antigua granja de Connecticut, que años más tarde se convertiría en el modelo para el set del exitosísimo programa de televisión "Martha Stewart Living".
Martha realizó toda clase de trabajos en aquellos años: desde modelo hasta corredora de bolsa. En 1976, fundó un microemprendimiento de catering en el sótano de su casa. Su exacerbado perfeccionismo dio rápidos frutos. La empresa ganó popularidad, cientos de clientes y pronto superó el millón de dólares de facturación. Al mismo tiempo, Martha se hacía de un nombre escribiendo artículos de cocina en periódicos. En 1982, su primer libro, Entreteniendo, se convirtió en un sensacional éxito de ventas.
Su carrera y popularidad se disparó. Martha comenzó a escribir para la revista Times y editar CDs de música y videos de cocina. Sus apariciones regulares en el "Today Show" la convirtieron en una celebridad y un referente para las amas de casa estadounidenses.
En 1990, lanzó su propia revista, "Martha Stewart Living", con artículos de cocina, decoración y jardinería. En 1993, un programa de cable para amas de casa. La influencia de esta empresaria sobre el estilo de vida norteamericano crecía sin cesar. Algunos decían que Martha Stewart decidía qué se servía en las mesas estadounidenses y cómo se decoraban casas y jardines. Cuatro años después, esta fenomenal influencia se plasmó en el conglomerado "Martha Stewart Living Omnimedia", con cotización en la bolsa neoyorkina.
Martha era reconocida mundialmente por su buen gusto en decoración y cuidados personales. Pero su comportamiento en los negocios no era tan transparente como su imagen pública. En el 2002, Stewart fue acusada de fraude por vender cuatro mil acciones de la farmacéutica ImClone, días antes de que el gobierno anunciara la negación de un permiso para la comercialización de una nueva droga. Martha, que supuestamente conocía de antemano la decisión, se había desprendido ilegalmente de sus acciones justo antes de que el precio se desplomara.
El escándalo fue gigantesco. Y la situación de la "ama de casa de América" se agravó por su falso testimonio en el juicio. Finalmente, Martha terminó aceptando cinco meses en una prisión de mínima seguridad para evitar una condena mayor. La caída de Martha Stewart dividió a la opinión pública norteamericana entre quienes la amaban y quienes la odiaban. Mientras algunos la destrozaban públicamente, sus fans se movilizaban en una campaña al grito de "Save Martha". Pero, más allá del circo mediático, el escándalo impactó en su empresa.
Las ventas cayeron. Su famosa revista realizó modificaciones estéticas para amortizar el impacto de la publicidad negativa. En la portada, se achicó el "Martha Stewart" y se agrandó el "Living". La empresaria finalmente cumplió con la condena y regresó a sus actividades. ¿Cómo la recibió su revista? Con un contundente aunque irónico titular: Welcome Home, Martha! MateriaBiz.
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