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CAPACITACION EN COSTOS Y GESTION

Los volantes callejeros... ¿marketing?

Repartir volantes por la calle, una gran estrategia de marketing que nunca pasa de moda. Usted va caminando por la calle. Una sonriente promotora alarga el brazo y le entrega un volante: "Coca-Cola a mitad de precio". Muchos se deshacen del papel en el próximo cesto. Pero, según un estudio de Stanford, este medio de publicidad es más efectivo de lo que se cree

Según el estudio Grocery Circulars Do Attract Shoppers de la Stanford Graduate School of Business, los grandes almacenes y supermercados norteamericanos invierten unos ocho mil millones de dólares anuales en campañas publicitarias basadas en la distribución de volantes.

"Son unos obsoletos", se ríe un sarcástico observador, "¿A quién se le ocurre repartir volantes en estos tiempos de publicidad online y vía SMS?"

Sin embargo, advierte el estudio de Stanford, al contrario de los pronósticos de los tecnófilos, este medio tradicional de promoción sigue siendo altamente efectivo a la hora de promocionar un negocio de "retail".

La investigación demostró que al menos el diez por ciento de los consumidores elige la tienda donde comprar guiándose por ofertas en volantes que reciben en la calle o les envían por correo a su casa.

Los descuentos en ciertos artículos específicos funcionan como un imán para clientes. En el mercado norteamericano, los bienes clave son los cereales, la pizza, las galletitas y las salchichas. Entonces, para atraer clientes, es buena idea repartir volantes con ofertas de productos alimenticios: "Compre una pre-pizza y llévese la cerveza gratis".

¿Cómo medir la efectividad de un volante? ¿Cómo puede saber el manager si el cliente realmente va al almacén tentado por las ofertas?

Las herramientas econométricas son de gran ayuda. Los investigadores de Stanford desarrollaron un modelo matemático que analiza el impacto de la publicidad sobre la decisión del consumidor individual a la hora de elegir una tienda.

Algunas variables a tener en cuenta: precio del bien publicitado, preferencias del cliente por determinadas marcas y distancia entre el negocio y la casa del comprador. Un factor central son los precios de los bienes no publicitados.

Precisamente, este último punto es la base de la estrategia de marketing del retailer. La apuesta del manager: promocionar ofertas en ciertos productos como "carnada" para atraer clientes que además comprarán productos sin descuento.

Por supuesto, advierte el estudio de Stanford, jamás hay que subestimar la inteligencia del cliente. Hacer un descuento del 30 por ciento en pizza pero vender el resto de los productos un 10 por ciento más caro de la competencia es una perfecta estrategia para espantar clientes.

Sin embargo, cuando la campaña se planea cuidadosamente (sin intentar abusar del cliente), antigüedad no necesariamente es sinónimo de obsolescencia. Incluso en esta época de publicidades online y por SMS, el viejo y querido volante, un vestigio de otros tiempos, sigue tan vigente como siempre. Clarin.

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melissa -

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