Jóvenes emprendedores buscan realizar el negocio propio
Setenta proyectos argentinos compiten para convertirse en realidad. E-capital Marchigianar premiará a las ideas más innovadoras, siempre y cuando sean realizables. El primer premio será de 10 mil euros.
Un libro para testimoniar el desastre que dejan las inundaciones, tricicletas portadoras de avisos publicitarios, un portal para vender productos autóctonos a extranjeros, un espacio de diseño multiservicios, un terreno productor de arándanos (sí, porque la Argentina es el único abastecedor de arándanos tempranos en el mundo), la construcción de un prototipo de avión y el desarrollo de nuevos motores a gas oil y bio diesel. Un proveedor de citas on line y transatlánticas, que garantice calidad. Hay más. Estos son apenas algunos de los proyectos enviados a la primera edición argentina del concurso para jóvenes emprendedores de E-capital Marchigianar.
Se trata de una convocatoria para que jóvenes argentinos con ascendencia marchigiana presenten proyectos de negocio innovadores y compitan por un primer premio de 10 mil euros y un segundo de 5 mil para llevar a cabo su idea. Además habrá dos masters en gestión de empresas para cursar en Italia, con viáticos y el pasaje en avión incluídos. "Lo que busca este certamen es fomentar el desarrollo de los emprendedores", explica Laura Bonrad coordinadora del concurso. "La intención es que las ideas puedan ser llevadas a cabo, por eso más allá del ganador, que por supuesto deberá concretar su proyecto, prestamos asistencia técnica, comercial y legal a los participantes, a través de un comité de especialistas, para confeccionar su plan de negocios. También les facilitamos contactos con empresarios y los mantenemos en nuestra base de datos para permanecer en contacto. Nuestro interés es ayudar a todos".
En esta primera edición en argentina, se presentaron 70 proyectos que, como son grupales, implican la participación de más de 250 personas. La cifra alegró a los marchigianos, pues en la región de Le March, Italia, donde el concurso se realiza por sexta vez, los proyectos presentados no llegaron a 50. Y hay que tener en cuenta algo más. Uno de los requisitos para participar es que al menos uno de los integrantes del grupo sea descendiente de marchigianos, lo que restringe la libre participación. La iniciativa es auspiciada por el gobierno de la Regione Marche, E-Capital y Marchigianar, la Asociación de Empresarios Marchigianos de la Argentina. A su vez varias universidades firmaron un convenio para participar activamente de la iniciativa y un profesor representante de cada una de ellas forma parte del comité que ya está evaluando los proyectos. ¿Cuáles serán los criterios para elegir a los mejores? "La creatividad de la idea es fundamental. También buscamos que el plan de negocios sea económicamente sostenible y técnicamente realizable. Se evaluará además el impacto social y ecológico del proyecto", explica Bonrad.
Para la ingeniera Carolina Tocco, el concurso representa una oportunidad para dar forma concreta a un proyecto que desde hace tiempo tenía en mente. La idea de su grupo (formado por tres personas más) se llama Industria Argentina y propone formar una consultora de recursos humanos especializada en la demanda de ingenieros y técnicos del mercado argentino. "Notamos que la industria argentina creció en ramas sectorizadas, la apertura a las importaciones en los 90 generó el desempleo de mucha mano de obra especializada. Por otra parte, después de la devaluación, las empresas vinieron a invertir en el país, pero hubo un vacío de 10 años en los que se perdió el conocimiento de ciertos oficios, una generación que no tuvo la misma formación", diagnostica Tocco. "Lo que proponemos es una solución para las empresas y quienes buscan empleo. Entendemos la demanda de las empresas porque somos profesionales en el tema, podemos dar con el perfil técnico que requieren, y a la gente que busca trabajo no solamente vamos a contactarla con un posible empleador, también los vamos a asesorar respecto a cómo encarar la entrevista, cómo redactar el currículo vítae".
Hay muchísimas ideas: un espacio cultural interdisciplinario de educación no formal para chicos, una fábrica de calzado con impronta autóctona (hecho con cuero de carpincho y vaca), el desarrollo de un biodiesel a partir de aceite recolectado de restaurantes y bares y, en otro proyecto, de biogas a partir de excrementos de animales, una editorial dedicada a escribir biografías a pedido (pueden ser para regalo), un proyecto de "turismo lúdico": emula la historia de un video juego pero para ser vivida y experimentada en un destino turísitico. Ideas hay para todos los gustos, el 29 de noviembre habrá un ganador y muchos emprendedores.
María Farber, Clarín.
Un libro para testimoniar el desastre que dejan las inundaciones, tricicletas portadoras de avisos publicitarios, un portal para vender productos autóctonos a extranjeros, un espacio de diseño multiservicios, un terreno productor de arándanos (sí, porque la Argentina es el único abastecedor de arándanos tempranos en el mundo), la construcción de un prototipo de avión y el desarrollo de nuevos motores a gas oil y bio diesel. Un proveedor de citas on line y transatlánticas, que garantice calidad. Hay más. Estos son apenas algunos de los proyectos enviados a la primera edición argentina del concurso para jóvenes emprendedores de E-capital Marchigianar.
Se trata de una convocatoria para que jóvenes argentinos con ascendencia marchigiana presenten proyectos de negocio innovadores y compitan por un primer premio de 10 mil euros y un segundo de 5 mil para llevar a cabo su idea. Además habrá dos masters en gestión de empresas para cursar en Italia, con viáticos y el pasaje en avión incluídos. "Lo que busca este certamen es fomentar el desarrollo de los emprendedores", explica Laura Bonrad coordinadora del concurso. "La intención es que las ideas puedan ser llevadas a cabo, por eso más allá del ganador, que por supuesto deberá concretar su proyecto, prestamos asistencia técnica, comercial y legal a los participantes, a través de un comité de especialistas, para confeccionar su plan de negocios. También les facilitamos contactos con empresarios y los mantenemos en nuestra base de datos para permanecer en contacto. Nuestro interés es ayudar a todos".
En esta primera edición en argentina, se presentaron 70 proyectos que, como son grupales, implican la participación de más de 250 personas. La cifra alegró a los marchigianos, pues en la región de Le March, Italia, donde el concurso se realiza por sexta vez, los proyectos presentados no llegaron a 50. Y hay que tener en cuenta algo más. Uno de los requisitos para participar es que al menos uno de los integrantes del grupo sea descendiente de marchigianos, lo que restringe la libre participación. La iniciativa es auspiciada por el gobierno de la Regione Marche, E-Capital y Marchigianar, la Asociación de Empresarios Marchigianos de la Argentina. A su vez varias universidades firmaron un convenio para participar activamente de la iniciativa y un profesor representante de cada una de ellas forma parte del comité que ya está evaluando los proyectos. ¿Cuáles serán los criterios para elegir a los mejores? "La creatividad de la idea es fundamental. También buscamos que el plan de negocios sea económicamente sostenible y técnicamente realizable. Se evaluará además el impacto social y ecológico del proyecto", explica Bonrad.
Para la ingeniera Carolina Tocco, el concurso representa una oportunidad para dar forma concreta a un proyecto que desde hace tiempo tenía en mente. La idea de su grupo (formado por tres personas más) se llama Industria Argentina y propone formar una consultora de recursos humanos especializada en la demanda de ingenieros y técnicos del mercado argentino. "Notamos que la industria argentina creció en ramas sectorizadas, la apertura a las importaciones en los 90 generó el desempleo de mucha mano de obra especializada. Por otra parte, después de la devaluación, las empresas vinieron a invertir en el país, pero hubo un vacío de 10 años en los que se perdió el conocimiento de ciertos oficios, una generación que no tuvo la misma formación", diagnostica Tocco. "Lo que proponemos es una solución para las empresas y quienes buscan empleo. Entendemos la demanda de las empresas porque somos profesionales en el tema, podemos dar con el perfil técnico que requieren, y a la gente que busca trabajo no solamente vamos a contactarla con un posible empleador, también los vamos a asesorar respecto a cómo encarar la entrevista, cómo redactar el currículo vítae".
Hay muchísimas ideas: un espacio cultural interdisciplinario de educación no formal para chicos, una fábrica de calzado con impronta autóctona (hecho con cuero de carpincho y vaca), el desarrollo de un biodiesel a partir de aceite recolectado de restaurantes y bares y, en otro proyecto, de biogas a partir de excrementos de animales, una editorial dedicada a escribir biografías a pedido (pueden ser para regalo), un proyecto de "turismo lúdico": emula la historia de un video juego pero para ser vivida y experimentada en un destino turísitico. Ideas hay para todos los gustos, el 29 de noviembre habrá un ganador y muchos emprendedores.
María Farber, Clarín.
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