El teléfono celular, que en paz descanse
El celular, un símbolo de nuestro tiempo, se encuentra en vías de extinción. En un artículo anterior, realizamos un breve recorrido por el presente de Nokia, desde sus laboratorios de investigación. Ahora, comencemos desarmando la idea de "mobile phones". Empecemos a hablar de "mobile devices", que es lo que propone la industria: una herramienta con usos múltiples, una convergencia de aplicaciones, entre ellas la básica: hablar por teléfono. Así llegamos a las aplicaciones Web 2.0.
En 2006, los usuarios de mobile devices en Iberoamérica no utilizan los mobile devices para conectarse a Internet. La tercera generación de móviles (3G), con su mayor solvencia y velocidad en la navegación web, recién está llegando al mercado.
Sólo Japón y, en menor grado, Estados Unidos son mercados casi maduros para estas aplicaciones. Por eso, los grupos de investigación de Nokia están trabajando en "captar" las posibles preferencias de los usuarios europeos para diseñar nuevas herramientas lúdicas y sencillas que seduzcan al público consumidor. El desafío no es sencillo. Todo debería empezar con tarifas accesibles para la navegación web desde los dispositivos móviles, una de las variables centrales de la explosión del mobile en la propia Finlandia y que explica parte del éxito de Nokia en el mundo.
En abril pasado, en Berlín, Nokia presentó sus nuevos modelos de tercera generación N93, N73 y N72, que proponen una total convergencia con Internet y las aplicaciones de la Web 2.0, a través de convenios con Flickr y Yahoo (y otro posible acuerdo a corto plazo con YouTube y otros servicios Web 2.0).
Aunque el alto precio inicial de estos equipos, volverá lenta su penetración en el mercado masivo de consumo, la propia obsolescencia planificada demuestra que (más tarde que temprano), esta tecnología llegará a todos los usuarios, facilitando el acceso a Internet vía telefonía móvil.
Veamos el caso español, el más próximo a nuestra línea de investigación. Existen varios motivos que explican la baja navegación por Internet desde mobile devices en España: altos costos de conexión, navegación lenta, interfaces poco amigables y una escasa cultura de consumo. Por ahora, la actual generación de computadoras es más eficiente y barata para navegar por la Web que los mobile devices. Así, el mapa de consumo actual español nos dibuja un mercado de aplicaciones Web 2.0 y mobile devices casi virgen.
La modificación de las tres primeras variables es responsabilidad de los proveedores de servicios de Internet y de las propias compañías productoras de tecnología. La cultura de consumo, por su parte, ya ha sufrido algunos cambios en los últimos años. Mensajes de texto y ringtones indican la explosión de un mercado que, a priori, no era significativo para los proveedores de telecomunicaciones y las tecnológicas. Hoy, los nichos de usuarios jóvenes imponen nuevas culturas de consumo y las propagan a toda la sociedad.
Un caso interesante de aplicaciones Web 2.0 en telefonía móvil es el de Netgear, líder en el mercado americano de soportes WLAN, que ofrece soluciones de conectividad en Internet. Esta empresa americana diseñó un móvil (el Netgear Skype wi-fi phone) para utilizar con Skype en todo el mundo. Ofrece limitada cobertura, pero costos ínfimos. Con las tarifas actuales, es todo un lujo.
A pesar de las transformaciones recientes, todavía es imposible elaborar estrategias a corto plazo de consumo de Internet vía mobile devices (aún con móviles 3G) si no se ajustan las tarifas y la calidad del servicio que ofrecen las operadoras telefónicas, sobre todo en España, donde se ofrece uno de los servicios de navegación por Internet más lentos y costosos de Europa.
Pero, por si aún quedaba algún ingenuo, está claro que la mejor tecnología para el bien público no es necesariamente la mejor tecnología para el beneficio privado. A veces, es difícil encontrar comparaciones honestas entre tecnologías porque toda la industria está implicada en asegurarse monopolios e impedir que tecnologías más baratas entren a competir al mercado.
El caso más notorio, en Iberoamérica, son las telefónicas y su oferta de conexiones a Internet. Ofrecen un servicio de baja calidad, con tecnologías a punto de quedar obsoletas, usan la confusión publicitaria como parte de su política comercial y suelen sobrevender ancho de banda, porque saben que el usuario no consume todo lo que está pagando. En este marco, existen algunos proyectos, como el Fon, de Martín Varsavsky que dan aire fresco a un mercado raramente "infoxicado".
Hugo Pardo Kuklinski, Experto e investigador en desarrollo de aplicaciones web institucionales. Doctor en Comunicación Audiovisual en la Universidad Autónoma de Barcelona. Profesor Titular de la Universitat de Vic, en Barcelona.
En 2006, los usuarios de mobile devices en Iberoamérica no utilizan los mobile devices para conectarse a Internet. La tercera generación de móviles (3G), con su mayor solvencia y velocidad en la navegación web, recién está llegando al mercado.
Sólo Japón y, en menor grado, Estados Unidos son mercados casi maduros para estas aplicaciones. Por eso, los grupos de investigación de Nokia están trabajando en "captar" las posibles preferencias de los usuarios europeos para diseñar nuevas herramientas lúdicas y sencillas que seduzcan al público consumidor. El desafío no es sencillo. Todo debería empezar con tarifas accesibles para la navegación web desde los dispositivos móviles, una de las variables centrales de la explosión del mobile en la propia Finlandia y que explica parte del éxito de Nokia en el mundo.
En abril pasado, en Berlín, Nokia presentó sus nuevos modelos de tercera generación N93, N73 y N72, que proponen una total convergencia con Internet y las aplicaciones de la Web 2.0, a través de convenios con Flickr y Yahoo (y otro posible acuerdo a corto plazo con YouTube y otros servicios Web 2.0).
Aunque el alto precio inicial de estos equipos, volverá lenta su penetración en el mercado masivo de consumo, la propia obsolescencia planificada demuestra que (más tarde que temprano), esta tecnología llegará a todos los usuarios, facilitando el acceso a Internet vía telefonía móvil.
Veamos el caso español, el más próximo a nuestra línea de investigación. Existen varios motivos que explican la baja navegación por Internet desde mobile devices en España: altos costos de conexión, navegación lenta, interfaces poco amigables y una escasa cultura de consumo. Por ahora, la actual generación de computadoras es más eficiente y barata para navegar por la Web que los mobile devices. Así, el mapa de consumo actual español nos dibuja un mercado de aplicaciones Web 2.0 y mobile devices casi virgen.
La modificación de las tres primeras variables es responsabilidad de los proveedores de servicios de Internet y de las propias compañías productoras de tecnología. La cultura de consumo, por su parte, ya ha sufrido algunos cambios en los últimos años. Mensajes de texto y ringtones indican la explosión de un mercado que, a priori, no era significativo para los proveedores de telecomunicaciones y las tecnológicas. Hoy, los nichos de usuarios jóvenes imponen nuevas culturas de consumo y las propagan a toda la sociedad.
Un caso interesante de aplicaciones Web 2.0 en telefonía móvil es el de Netgear, líder en el mercado americano de soportes WLAN, que ofrece soluciones de conectividad en Internet. Esta empresa americana diseñó un móvil (el Netgear Skype wi-fi phone) para utilizar con Skype en todo el mundo. Ofrece limitada cobertura, pero costos ínfimos. Con las tarifas actuales, es todo un lujo.
A pesar de las transformaciones recientes, todavía es imposible elaborar estrategias a corto plazo de consumo de Internet vía mobile devices (aún con móviles 3G) si no se ajustan las tarifas y la calidad del servicio que ofrecen las operadoras telefónicas, sobre todo en España, donde se ofrece uno de los servicios de navegación por Internet más lentos y costosos de Europa.
Pero, por si aún quedaba algún ingenuo, está claro que la mejor tecnología para el bien público no es necesariamente la mejor tecnología para el beneficio privado. A veces, es difícil encontrar comparaciones honestas entre tecnologías porque toda la industria está implicada en asegurarse monopolios e impedir que tecnologías más baratas entren a competir al mercado.
El caso más notorio, en Iberoamérica, son las telefónicas y su oferta de conexiones a Internet. Ofrecen un servicio de baja calidad, con tecnologías a punto de quedar obsoletas, usan la confusión publicitaria como parte de su política comercial y suelen sobrevender ancho de banda, porque saben que el usuario no consume todo lo que está pagando. En este marco, existen algunos proyectos, como el Fon, de Martín Varsavsky que dan aire fresco a un mercado raramente "infoxicado".
Hugo Pardo Kuklinski, Experto e investigador en desarrollo de aplicaciones web institucionales. Doctor en Comunicación Audiovisual en la Universidad Autónoma de Barcelona. Profesor Titular de la Universitat de Vic, en Barcelona.
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