Talento, se busca. Tres meses de vacaciones por año. Salario a fijar por el interesado.
Tras cuatro años de crecimiento a tasas chinas, el mercado laboral argentino está que hierve. Los gerentes de Recursos Humanos están buscando empleados capaces hasta debajo de las piedras. Martes 26 de septiembre, Hotel Four Seasons, Buenos Aires, 8:30 AM. Estadio lleno. En las tribunas, la crema de la crema del management de Recursos Humanos de la Argentina. Entre otros, ejecutivos de GM, Techint, L'Oréal. Tampoco faltó la gente del área de Compensaciones y Beneficios de IBM.
El evento que reunió a tan distinguido público fue el Foro de Recursos Humanos: Balance del 2006 y Perspectivas para el 2007, organizado por Mercer Human Resource Consulting.
Tras unas palabras de bienvenida del Director General, Daniel Nadborny, la primera disertación quedó a cargo de Javier Tabakman, quien presentó una encuesta entre 221 grandes empresas sobre los desafíos que enfrentan los departamentos argentinos de capital humano.
Los ejecutivos fruncieron el ceño. Por cuarto año consecutivo, la Argentina crece a tasas chinas. Por un lado, fantástico. Sin embargo, la veloz expansión también puede convertirse en una fuente de problemas por el recalentamiento del mercado laboral.
Con una tasa de desempleo que caerá al diez por ciento hacia fines de este año, conseguir talento se está volviendo una odisea para muchas empresas. Los trabajadores más capaces han desaparecido de entre las filas de desocupados (incluso, en algunos rubros, no existen desempleados). ¿Cómo conseguir talento en este escenario? La única alternativa parece el viejo (y costoso) truco del robo a la competencia.
Otro problema que nos deja el 2006, señaló Tabakman, es el solapamiento salarial entre trabajadores dentro y fuera de convenio. El escenario es el siguiente: entre 2005 y 2006, las renegociaciones de convenios colectivos derivaron en un aumento medio de salarios del 19 para los trabajadores afectados por los convenios colectivos.
Los empleados no afiliados, por su parte, no siempre percibieron el mismo aumento. El resultado: mal clima laboral y supervisores furiosos que reclaman ante sus superiores: ¿Cómo puede ser que los operarios ganen más que yo?
Este curioso fenómeno laboral también está teniendo impacto en la distribución del ingreso nacional. Tras las renegociaciones, la Argentina se ha vuelto un país más equitativo. En 1999, el ingreso medio de un CEO era de 34 veces el salario de un operario calificado. En el 2006, la brecha se redujo a sólo 25 veces.
Por último, la encuesta de Mercer reveló algunos datos sobre los ingresos de los altos ejecutivos argentinos. ¿Cuánto gana, en promedio, el director de una empresa? 19.000 pesos. ¿Un gerente de área? Casi 9.000.
Los gerentes, advirtió Tabakman, cobran 80 por ciento de salario básico y un 20 por ciento extra por incentivos de corto plazo. Para los directores, las proporciones son de 72 y 28.
En definitiva, la encuesta de Mercer nos presenta una radiografía del mercado laboral argentino en la era K. Los principales desafíos: el recalentamiento del mercado, el solapamiento de salarios y la guerra por el talento.
Hacia el final de la exposición, los altos ejecutivos de HR, parecían preocupados. Algunos pensaban: "Si esto sigue así, el año que viene tendré que buscar empleados debajo de las piedras". Clarin.
El evento que reunió a tan distinguido público fue el Foro de Recursos Humanos: Balance del 2006 y Perspectivas para el 2007, organizado por Mercer Human Resource Consulting.
Tras unas palabras de bienvenida del Director General, Daniel Nadborny, la primera disertación quedó a cargo de Javier Tabakman, quien presentó una encuesta entre 221 grandes empresas sobre los desafíos que enfrentan los departamentos argentinos de capital humano.
Los ejecutivos fruncieron el ceño. Por cuarto año consecutivo, la Argentina crece a tasas chinas. Por un lado, fantástico. Sin embargo, la veloz expansión también puede convertirse en una fuente de problemas por el recalentamiento del mercado laboral.
Con una tasa de desempleo que caerá al diez por ciento hacia fines de este año, conseguir talento se está volviendo una odisea para muchas empresas. Los trabajadores más capaces han desaparecido de entre las filas de desocupados (incluso, en algunos rubros, no existen desempleados). ¿Cómo conseguir talento en este escenario? La única alternativa parece el viejo (y costoso) truco del robo a la competencia.
Otro problema que nos deja el 2006, señaló Tabakman, es el solapamiento salarial entre trabajadores dentro y fuera de convenio. El escenario es el siguiente: entre 2005 y 2006, las renegociaciones de convenios colectivos derivaron en un aumento medio de salarios del 19 para los trabajadores afectados por los convenios colectivos.
Los empleados no afiliados, por su parte, no siempre percibieron el mismo aumento. El resultado: mal clima laboral y supervisores furiosos que reclaman ante sus superiores: ¿Cómo puede ser que los operarios ganen más que yo?
Este curioso fenómeno laboral también está teniendo impacto en la distribución del ingreso nacional. Tras las renegociaciones, la Argentina se ha vuelto un país más equitativo. En 1999, el ingreso medio de un CEO era de 34 veces el salario de un operario calificado. En el 2006, la brecha se redujo a sólo 25 veces.
Por último, la encuesta de Mercer reveló algunos datos sobre los ingresos de los altos ejecutivos argentinos. ¿Cuánto gana, en promedio, el director de una empresa? 19.000 pesos. ¿Un gerente de área? Casi 9.000.
Los gerentes, advirtió Tabakman, cobran 80 por ciento de salario básico y un 20 por ciento extra por incentivos de corto plazo. Para los directores, las proporciones son de 72 y 28.
En definitiva, la encuesta de Mercer nos presenta una radiografía del mercado laboral argentino en la era K. Los principales desafíos: el recalentamiento del mercado, el solapamiento de salarios y la guerra por el talento.
Hacia el final de la exposición, los altos ejecutivos de HR, parecían preocupados. Algunos pensaban: "Si esto sigue así, el año que viene tendré que buscar empleados debajo de las piedras". Clarin.
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