Finanzas: los genes ideales y unas pizcas de glucosa
La teoría financiera tradicional supone que los individuos toman decisiones racionales. Pero ahora muchos están rechazando estos postulados neoclásicos. Según una investigación del MIT, la clave de los mercados financieros está más cerca del corazón que del cerebro...
La teoría financiera ha reposado tradicionalmente sobre el supuesto antropológico del "homo economicus" egoísta y racional de Adam Smith. Por décadas, los modelos de finanzas consideraron al broker como una especie de robot que, en base a la información disponible, siempre toma la decisión racional para maximizar el rendimiento de su portafolio.
Sin embargo, la investigación The Physiology of Trading del MIT Sloan School of Management propone un nuevo enfoque: el comportamiento de los mercados financieros es afectado profundamente por la fisiología de los "traders" y no tanto por factores racionales o psicológicos. Se llegó a esta conclusión tras largos experimentos de campo, midiendo frecuencia cardíaca y demás indicadores biológicos de los operadores bursátiles.
La investigación comprobó que los agentes sufrían violentos trastornos físicos ante los cambios de humor de los mercados. Variaciones en la presión sanguínea, en la frecuencia cardíaca y transpiración era algunos de los síntomas. Otro dato: en los inversores experimentados, los efectos eran menores que en los novatos.
¿Cómo puede este descubrimiento afectar a la teoría y práctica financiera?
Superando los supuestos tradicionales de absoluta racionalidad, la "teoría biológica de las finanzas" podría brindar respuestas novedosas para algunos fenómenos que el tradicional enfoque neoclásico no explica satisfactoriamente.
Un buen ejemplo: los pánicos bursátiles. ¿Por qué millones de agentes venden desesperados cuando al conjunto le conviene que nadie venda? La teoría tradicional jamás ha encontrado una explicación satisfactoria.
Por el momento, la nueva teoría todavía tampoco. Por ahora, sólo es un enfoque en pleno proceso de desarrollo. Todavía faltan largas investigaciones para que pueda ser utilizado en explicaciones y predicciones.
Incluso, la teoría fisiológica será indispensable en el diseño de las instituciones financieras del futuro. Dentro de algunos años, los inversores podrán aplicar técnicas biológicas para seleccionar o entrenar a su personal. Incluso, podrían armarse portafolios personalizados para cada cliente, según el riesgo que cada uno esté dispuesto a asumir (biológicamente hablando).
Sin embargo, el novedoso enfoque también abrirá las puertas a nuevos dilemas morales. ¿Es ético considerar factores biológicos en un proceso de reclutamiento? Imaginemos a un selector de personal presentando al CEO un informe sobre un candidato al puesto: "La formación y experiencia de esta persona son excelentes. Pero los análisis médicos han insinuado que tiene ciertas características genéticas que podrían hacerlo actuar negativamente en una situación de pánico".
En definitiva, nuevos vientos y desafíos están soplando en las finanzas. En enfoque fisiológico está en la agenda de la mayoría de los académicos. ¿Reemplazará la nueva teoría a los supuestos neoclásicos de racionalidad? Es muy pronto para afirmarlo. Por el momento, quedan pendientes muchas investigaciones. Lo único seguro es que algo está cambiando para los especialistas en finanzas. Clarin.
La teoría financiera ha reposado tradicionalmente sobre el supuesto antropológico del "homo economicus" egoísta y racional de Adam Smith. Por décadas, los modelos de finanzas consideraron al broker como una especie de robot que, en base a la información disponible, siempre toma la decisión racional para maximizar el rendimiento de su portafolio.
Sin embargo, la investigación The Physiology of Trading del MIT Sloan School of Management propone un nuevo enfoque: el comportamiento de los mercados financieros es afectado profundamente por la fisiología de los "traders" y no tanto por factores racionales o psicológicos. Se llegó a esta conclusión tras largos experimentos de campo, midiendo frecuencia cardíaca y demás indicadores biológicos de los operadores bursátiles.
La investigación comprobó que los agentes sufrían violentos trastornos físicos ante los cambios de humor de los mercados. Variaciones en la presión sanguínea, en la frecuencia cardíaca y transpiración era algunos de los síntomas. Otro dato: en los inversores experimentados, los efectos eran menores que en los novatos.
¿Cómo puede este descubrimiento afectar a la teoría y práctica financiera?
Superando los supuestos tradicionales de absoluta racionalidad, la "teoría biológica de las finanzas" podría brindar respuestas novedosas para algunos fenómenos que el tradicional enfoque neoclásico no explica satisfactoriamente.
Un buen ejemplo: los pánicos bursátiles. ¿Por qué millones de agentes venden desesperados cuando al conjunto le conviene que nadie venda? La teoría tradicional jamás ha encontrado una explicación satisfactoria.
Por el momento, la nueva teoría todavía tampoco. Por ahora, sólo es un enfoque en pleno proceso de desarrollo. Todavía faltan largas investigaciones para que pueda ser utilizado en explicaciones y predicciones.
Incluso, la teoría fisiológica será indispensable en el diseño de las instituciones financieras del futuro. Dentro de algunos años, los inversores podrán aplicar técnicas biológicas para seleccionar o entrenar a su personal. Incluso, podrían armarse portafolios personalizados para cada cliente, según el riesgo que cada uno esté dispuesto a asumir (biológicamente hablando).
Sin embargo, el novedoso enfoque también abrirá las puertas a nuevos dilemas morales. ¿Es ético considerar factores biológicos en un proceso de reclutamiento? Imaginemos a un selector de personal presentando al CEO un informe sobre un candidato al puesto: "La formación y experiencia de esta persona son excelentes. Pero los análisis médicos han insinuado que tiene ciertas características genéticas que podrían hacerlo actuar negativamente en una situación de pánico".
En definitiva, nuevos vientos y desafíos están soplando en las finanzas. En enfoque fisiológico está en la agenda de la mayoría de los académicos. ¿Reemplazará la nueva teoría a los supuestos neoclásicos de racionalidad? Es muy pronto para afirmarlo. Por el momento, quedan pendientes muchas investigaciones. Lo único seguro es que algo está cambiando para los especialistas en finanzas. Clarin.
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