Chiquito pero rendidor
En sus 148 hectáreas, cerca de Rosario, Jorge Del Barro apostó a la tecnología: estabilizó rindes y apunta a hacer doble cultivo en verano. Jorge del Barro es un pequeño productor que trabaja en los alrededores de la ciudad de Rosario. Con sede en Bouquet una localidad del sur santafesino , conduce las 148 hectáreas de su establecimiento agrícola apoyado en el conocimiento y la tecnología. Siembra directa, terrazas, rotación de cultivos y redes de servicios, son para él más que conceptos. Son la clave de su adaptación como empresario agrícola.
Y como muestra de su proactividad y su afán de superación, el pasado 12 de octubre se realizó en su estableciendo la jornada "Un productor en acción", organizada por la Regional Rosario de AAPRESID, de la cual Del Barro es miembro.
"Hoy existen conocimientos y formas organizacionales que me permiten ser eficiente", destacó Cachi, tal como lo conocen sus amigos. Porque no todo es tecnología, "también hay que saber adaptarse y contratar los servicios que uno no puede hacer por su cuenta", disparó Del Barro.
Ocurre que Cachi contrata el 100% de las tareas agrícolas, incluidas siembra, pulverización, fertilización y cosecha. Es más, "el nivel y la calidad del servicio ha mejorado notoriamente en los últimos años, lo cual me permite sembrar o fertilizar en el día planificado", enfatizó.
Así, destina su tiempo a la gestión del negocio, "incluidos prioritariamente los aspectos de manejo agronómico", afirmó Del Barro, durante la realización de la jornada a campo.
Desde que tiene a su cargo el manejo del campo hace ya 17 años , el foco está puesto en la mejora agronómica y tecnológica continua. "Desde 1999 el campo está en siembra directa, en el 2002 incluimos al maíz en la rotación, y en 2004 sistematizamos los lotes con terrazas", destacó entusiasmado Del Barro.
El primer paso fue la directa, sistema que le permitió mejorar la eficiencia de uso del agua. "Nos dimos cuenta que perdíamos menos agua por escorrentía y evaporación, quedando más milímetros para los cultivos", destacó Del Barro.
Así, se animó a diseñar una rotación más ajustada a la oferta ambiental; pasando de hacer trigo/sojasoja a incluir el maíz. La rotación estabilizada consiste en partes iguales de trigo/soja, de maíz y de soja de primera.
Respecto a los cultivos de gramíneas considera crucial su inclusión en la secuencia, ya que aportan altos volúmenes de rastrojos favoreciendo la cobertura del suelo y el balance de materia orgánica.
En el caso del trigo, "es fundamental su rol en la rotación, ya que permite alcanzar una cobertura muy pareja, favoreciendo la homogeneidad de humedad a la siembra del maíz", afirmó este entusiasta productor.
Al respecto, en esta campaña, caracterizada por la ausencia de lluvias invernales llovieron 25 milímetros dispersos desde mediados de abril hasta hace unos días , tuvieron que esperar un chaparrón a principios de mes para largar con la siembra.
"La idea era aguantar hasta el 20 de octubre, ya que al ser materiales no Bt no queríamos arriesgar con siembras más tardías", destacó, en clara alusión al riesgo de ataque de Diatraea.
Tanto en trigo como maíz la fertilización nitrogenada son aspectos muy cuidados, ya que el nivel de respuesta paga con creces la inversión.
Por otro lado, en fertilización fosfatada la estrategia es la reposición, "manteniendo lo niveles en los valores actuales que rondan las 20 a 30 ppm de fósforo", agregó. En síntesis, tratar de incorporar el máximo de conocimiento en cada rincón del campo (ver Claves, cultivo por ...).
Viendo las mejoras, principalmente evidenciada en la estabilidad de los rindes, fue por más. Por sugerencia de Eduardo L'Epíscopo técnico de la regional Rosario de AAPRESID consultó a especialistas sobre sistematización.
"Así conocí a Marcelo Rasetto un reconocido profesional en la zona, quien diseñó las terrazas en mi campo", destacó. Sucede que el área de trabajo de Del Barro está caracterizada por la presencia de pendientes largas que exponen a un elevado riesgo de erosión, "aun en siembra directa", agregó.
Tal es así, que luego de intensas lluvias había arrastre de rastrojos y hasta cárcavas incipientes. Rasetto le aconsejó realizar terrazas de base ancha, las cuales son sembrables en toda su extensión. "Las construimos en el otoño de 2004, previo a la siembra del trigo, lo que hizo que pase un corto tiempo de suelo descubierto", remarcó Del Barro.
¿El resultado? Menor escorrentía y nulo arrastre de rastrojos. En definitiva, más agua para los cultivos.
Y tal es el resultado obtenido evidenciado en la mejora de los promedios productivos de todos los cultivos "que actualmente estamos pensando en nuevas estrategias de rotación", aseveró Cachi.
Específicamente, comenzarán a evaluar tres alternativas diferentes. Por un lado, y siempre dentro de la secuencia trigo/soja maíz soja de primera, la idea es sembrar cultivos de cobertura entre el maíz y la soja de primera. "Estamos pensando en avena o raigrás, o incluso en sorgo", disparó.
Otra posibilidad es la de eliminar la soja de primera y pasar a la rotación más intensiva trigo/soja de segunda, maíz; "siguiendo el ejemplo de Hugo Ghío", agregó. Finalmente, "y por idea de mi hijo, vamos a evaluar el doble cultivo estival girasol/sorgo", concluyó Del Barro.
Y todo en 148 hectáreas. Esto muestra, una vez más, que el conocimiento y la tecnología es aplicada también, y de manera muy eficiente, por pequeños y medianos productores.
La clave está en adaptarse, apoyados en la capacidad de "darse cuenta", en los conocimientos y el espíritu emprendedor. "Empowerment", como lo definía di Castri en los congresos organizados por AAPRESID. El desafío entonces es complejo. Pero no imposible.
Santiago Lorenzatti, Clarín
Y como muestra de su proactividad y su afán de superación, el pasado 12 de octubre se realizó en su estableciendo la jornada "Un productor en acción", organizada por la Regional Rosario de AAPRESID, de la cual Del Barro es miembro.
"Hoy existen conocimientos y formas organizacionales que me permiten ser eficiente", destacó Cachi, tal como lo conocen sus amigos. Porque no todo es tecnología, "también hay que saber adaptarse y contratar los servicios que uno no puede hacer por su cuenta", disparó Del Barro.
Ocurre que Cachi contrata el 100% de las tareas agrícolas, incluidas siembra, pulverización, fertilización y cosecha. Es más, "el nivel y la calidad del servicio ha mejorado notoriamente en los últimos años, lo cual me permite sembrar o fertilizar en el día planificado", enfatizó.
Así, destina su tiempo a la gestión del negocio, "incluidos prioritariamente los aspectos de manejo agronómico", afirmó Del Barro, durante la realización de la jornada a campo.
Desde que tiene a su cargo el manejo del campo hace ya 17 años , el foco está puesto en la mejora agronómica y tecnológica continua. "Desde 1999 el campo está en siembra directa, en el 2002 incluimos al maíz en la rotación, y en 2004 sistematizamos los lotes con terrazas", destacó entusiasmado Del Barro.
El primer paso fue la directa, sistema que le permitió mejorar la eficiencia de uso del agua. "Nos dimos cuenta que perdíamos menos agua por escorrentía y evaporación, quedando más milímetros para los cultivos", destacó Del Barro.
Así, se animó a diseñar una rotación más ajustada a la oferta ambiental; pasando de hacer trigo/sojasoja a incluir el maíz. La rotación estabilizada consiste en partes iguales de trigo/soja, de maíz y de soja de primera.
Respecto a los cultivos de gramíneas considera crucial su inclusión en la secuencia, ya que aportan altos volúmenes de rastrojos favoreciendo la cobertura del suelo y el balance de materia orgánica.
En el caso del trigo, "es fundamental su rol en la rotación, ya que permite alcanzar una cobertura muy pareja, favoreciendo la homogeneidad de humedad a la siembra del maíz", afirmó este entusiasta productor.
Al respecto, en esta campaña, caracterizada por la ausencia de lluvias invernales llovieron 25 milímetros dispersos desde mediados de abril hasta hace unos días , tuvieron que esperar un chaparrón a principios de mes para largar con la siembra.
"La idea era aguantar hasta el 20 de octubre, ya que al ser materiales no Bt no queríamos arriesgar con siembras más tardías", destacó, en clara alusión al riesgo de ataque de Diatraea.
Tanto en trigo como maíz la fertilización nitrogenada son aspectos muy cuidados, ya que el nivel de respuesta paga con creces la inversión.
Por otro lado, en fertilización fosfatada la estrategia es la reposición, "manteniendo lo niveles en los valores actuales que rondan las 20 a 30 ppm de fósforo", agregó. En síntesis, tratar de incorporar el máximo de conocimiento en cada rincón del campo (ver Claves, cultivo por ...).
Viendo las mejoras, principalmente evidenciada en la estabilidad de los rindes, fue por más. Por sugerencia de Eduardo L'Epíscopo técnico de la regional Rosario de AAPRESID consultó a especialistas sobre sistematización.
"Así conocí a Marcelo Rasetto un reconocido profesional en la zona, quien diseñó las terrazas en mi campo", destacó. Sucede que el área de trabajo de Del Barro está caracterizada por la presencia de pendientes largas que exponen a un elevado riesgo de erosión, "aun en siembra directa", agregó.
Tal es así, que luego de intensas lluvias había arrastre de rastrojos y hasta cárcavas incipientes. Rasetto le aconsejó realizar terrazas de base ancha, las cuales son sembrables en toda su extensión. "Las construimos en el otoño de 2004, previo a la siembra del trigo, lo que hizo que pase un corto tiempo de suelo descubierto", remarcó Del Barro.
¿El resultado? Menor escorrentía y nulo arrastre de rastrojos. En definitiva, más agua para los cultivos.
Y tal es el resultado obtenido evidenciado en la mejora de los promedios productivos de todos los cultivos "que actualmente estamos pensando en nuevas estrategias de rotación", aseveró Cachi.
Específicamente, comenzarán a evaluar tres alternativas diferentes. Por un lado, y siempre dentro de la secuencia trigo/soja maíz soja de primera, la idea es sembrar cultivos de cobertura entre el maíz y la soja de primera. "Estamos pensando en avena o raigrás, o incluso en sorgo", disparó.
Otra posibilidad es la de eliminar la soja de primera y pasar a la rotación más intensiva trigo/soja de segunda, maíz; "siguiendo el ejemplo de Hugo Ghío", agregó. Finalmente, "y por idea de mi hijo, vamos a evaluar el doble cultivo estival girasol/sorgo", concluyó Del Barro.
Y todo en 148 hectáreas. Esto muestra, una vez más, que el conocimiento y la tecnología es aplicada también, y de manera muy eficiente, por pequeños y medianos productores.
La clave está en adaptarse, apoyados en la capacidad de "darse cuenta", en los conocimientos y el espíritu emprendedor. "Empowerment", como lo definía di Castri en los congresos organizados por AAPRESID. El desafío entonces es complejo. Pero no imposible.
Santiago Lorenzatti, Clarín
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